E3 2016: Blockhood, un videojuego indie de construcción minimalista

Block’hood es un juego de construcción minimalista con toques ecologistas que fue seleccionado para ir al E3 por la gente del Indiecade, al que pude jugar unos minutos con sensaciones encontradas.

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Block’hood, construyendo que es gerundio

Block’hood es un juego de construcción que nos propone edificar un vecindario a partir de una lista de cerca de un centenar de componentes. Lo más interesante, a mi parecer, de este título es que, mientras otros juegos del género se centran en un puñado de recursos, en Block’hood deberemos controlar y gestionar una larga lista. Para tener una cervecería necesitaremos agua y grano, pero para generar agua y grano necesitaremos otros recursos y, así, recursivamente.

Es decir, este proyecto independiente tiene un toque muy cuadriculado, no sólo en su estética. Cobra importancia el orden, mantener todos los recursos en positivo y planear cada expansión para evitar generar déficits. Luego, evidentemente, se nos da la opción de ser absolutamente creativos a la hora de crecer e ir diseñando nuestro edificio.

A nivel personal, debo decir que, desde mi punto de vista, la forma como me presentaron el juego en la feria estaba lejos de lo ideal. En un juego de este tipo, con tantas opciones a tu disposición, suele ser una mala decisión sentar al jugador y darle un lienzo en blanco porque resulta desbordante. No acabas de saber por dónde empezar explorar todas sus posibilidades y sin un objetivo concreto, cuesta centrar tus esfuerzos.

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Block’hood ya está en Early Access

Partiendo que es un juego que está disponible bajo acceso anticipado en Steam, la versión que me enseñaron tiene un grave problema de feedback para el jugador. Es decir, el hecho de que pongas un elemento nuevo y no haya animaciones que reflejen su estado, perjudica la experiencia del usuario. Si nos fijamos en uno de los viejos SimCity, por ejemplo, cuando defines una nueva zona, rápidamente ves si crece o no crece, si prospera o se queda en ruinas, aparecen coches y hay cierta vida que le da información al jugador sobre la decisión que ha tomado.

La versión mostrada de Block’hood carece de ello. Colocas un nuevo elemento y está allí, estático. No sabes si es útil, si está en uso y si dentro del paradigma del juego, cuán óptima es la decisión que has tomado. Por no hablar de lo insulso que resulta estar en ese mundo. Cómo foto funciona, como entorno vivo y vibrante no.

Block’hood, una buena idea con mucho que mejorar

El otro gran punto débil del juego es su banda sonora. Los temas elegidos son lentos y resultan tremendamente aburridos en un título que, ya de por sí, no es demasiado animado. No dudo de las posibilidades que pueda ofrecer la enorme diversidad de piezas con las que puedes jugar a la hora de crear tu edificio, pero más allá del modo sandbox, se agradecería un modo con objetivos, animaciones para los distintos elementos y una música algo más animada que casara bien con distintos estados de la partida. Al fin y al cabo, la banda sonora debería acompañarte y animarte a seguir jugando, no resultar un muro insulso y carente de personalidad.

En definitiva, Block’hood parte de una buena idea, quizás muy de nicho, pero con gran potencial. Por otra parte, le pasa factura que el juego se ve a medio hacer. Han sabido desarrollar lo que imagino que era su idea central pero no han acabado de saber cómo vestirlo para conectar con el jugador. Veremos si saben arreglarlo mientras está en Early Acces y no se demoran en exceso de cara a la versión final…

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