1. La cara de torpedo que puso y su agilidad felina para esquivar los zapatos me provocaron casi (sólo casi) simpatía…este sainete ha sido sin duda,lo mejor de todo el mandato de este pobre hombre.^^

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

catorce − tres =