«Left4Dead Old School… pero sin genio» [Análisis de All Zombies Must Die! Para Xbox 360]


A pesar de contar los que posiblemente sean los mejores headshots en años – me han recordado enormemente a los del inimitable Resident Evil 2 -, a pesar de su cooperativo multijugador a 4 bandas, a pesar de que está traducido al castellano y a pesar de lo endiablado de la acción, All Zombies Must Die! es de esos juegos que no te dicen nada. Gráficamente va muy justo – justísimo – y los alicientes para continuar jugándolo más allá de una partida de prueba son muy escasos. Su humor no hace gracia, los escenarios son poco inspirados y la música es de circunstancias. Tan sólo el alto ritmo de aparición de zombies, el cuál te exigirá nervios de acero, te mantendrá alerta, pero a las pocas fases te cansarás. Garantizado.

Las inevitables cargas entre pantalla y pantalla no ayudan a mejorar un panorama que es por otra parte, enormemente monótono. Continuamente se nos requerirá que eliminemos a un determinado tipo de zombies, que utilicemos una u otra arma, que consigamos recuperar determinado objeto… Un listado de misiones muy plano y tópico que ni con el modo multijugador – sin online, para más inri – consigue endulzar un combinado que tiene un regusto a «esto ya lo he jugado muchas veces». Mención aparte el escaso y poco variado arsenal, uno de los típicos alicientes de este género.

Tampoco quiero ser injusto: All Zombies Must Die! puede ser entretenido para una tarde muerta en la que te juntes con los colegas y quieras rememorar los tiempos en los que una partida a dos bandas a Ikari Warriors o Victory Road era lo más cercano posible a un orgasmo. Ha llovido desde entonces, y de la misma forma que ahora difícilmente podría disfrutar como antaño de una partida a estos clásicos de SNK, ahora necesito algo más que un multijugador y unos zombies para engancharme. No mucho más, debo aclarar, pero sí algo dónde agarrarme.

All Zombies Must Die!, el sucesor espiritual – como sus mismos responsables, doublesix, afirman – de Burn, Zombie, Burn!, está falto del material con el que se destila la adicción, ese espíritu de las máquinas arcade de 5 duros que tantos juegos han conseguido capturar y que aquí brilla por su ausencia. Una lástima, porque parecía apuntar maneras. En cualquier caso, si eres un enfermo de los zombies, puedes echarle un vistazo a la demo. Y si te animas, el juego completo cuesta 800 MS Points.

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