Un conejo con sabor retro

Hay juegos en los que, sin saber muy bien porqué, sólo con ver su tráiler de lanzamiento te atraen, de manera que únicamente deseas echarle el guante para comprobar si efectivamente es tan bueno como lo pinta. Hell Yeah! es uno de esos títulos, un juego con gran personalidad y estilo clásico noventero que, si bien no es tan bueno como me lo esperaba, tiene factores ciertamente destacables.

Hell Yeah

La primera impresión que te ronda en la cabeza al probar por primera vez el nuevo título de Sega es la de estar ante un producto grande, pero a medida que juegas compruebas de primera mano sus imperfecciones, que hacen de éste un juego entretenido pero lejos de los más importantes dentro del catálogo de descargables. Acompaña al príncipe de las tinieblas en su aventura más peligrosa para acabar con decenas de monstruos de todo el inframundo y así cumplir con su sed de venganza. ¿Tienes lo que hay que tener o solo eres un pequeño conejito asustado?

El rey de las tinieblas ha muerto, dejando como único heredero de su patrimonio al joven príncipe Ash, que domina con vara de hierro y tiranía a todos los seres del inframundo para su goce personal. Un buen día, Ash es pillado in fraganti haciendo guarradas en la bañera con su patito de goma. Aprovechando la ocasión, un misterioso personaje cuelga las fotos del príncipe por todo internet, siendo éstas contempladas por 100 monstruos. Ash no está dispuesto a sufrir semejante humillación y se embarcará en una peligrosa misión que le llevará por todo el infierno para aniquilar a todos los monstruos que han osado hacer pública su vida privada.

Hell Yeah

La base de la que parte este Hell Yeah! es la de los títulos que disfrutamos en los 90, principalmente los 16 bits. Con una jugabilidad totalmente clásica y un desarrollo lateral en dos dimensiones, debemos conducir a nuestro furioso conejo armado hasta los dientes a través de intrincados niveles llenos de plataformas y peligros. Existen básicamente dos tipos de jugabilidad: una en la que el personaje se traslada a pie por el escenario totalmente indefenso esquivando los obstáculos y otra en la que nos desplazamos sobre una sierra, con la que trituramos a nuestros enemigos mientras disparamos a todo bicho viviente gracias a un completo arsenal que podemos adquirir en la tienda. El control no está bien pulido y muchas veces nos resultará difícil manejar al personaje, sobre todo en las fases a pie y en los saltos.

Hell Yeah

Como todo plataformas, a lo largo de la aventura iremos encontrando zonas en las que nos resulta imposible acceder, ya que debemos taladrar unas paredes especiales con nuestra sierra o eliminar a un número determinado de demonios. Gracias al minimapa situado en la esquina inferior derecha de la pantalla, podemos localizar la ubicación de éstos y acabar con sus vidas de una vez por todas. Cuando matamos a un enemigo, al darle el toque de gracia se activa un fatality, que consiste en un minijuego al más puro estilo Wario Ware que debemos superar. Si fallamos se nos restará una considerable cantidad de salud, de modo que debemos ser rápidos y precisos en completarlos.

Hell Yeah

Hell Yeah! es un título con una fuerte personalidad que puede gustar más o menos dependiendo del sentido del humor que tengas. Es un juego con un humor totalmente absurdo que logrará arrancarte más de una carcajada si eres de risa fácil. Desde que empieza hasta que acaba todo está plagado de chistes y secuencias que no tienen ningún sentido pero que son la mar de divertidas. Además, el juego no sólo es un homenaje a clásicos, sino que todo el título está plagado de guiños y homenajes a películas famosas de los 90, series de televisión y otros juegos de la competencia. Entre sus guiños nos encontramos con películas como Pulp Fiction, enemigos con un gran parecido a Los Simpsons y escenarios y minijuegos inspirados en Super Mario Bros, Sonic o Legend of Zelda, entre otros muchos.

Hell Yeah

Visualmente es un juego destinado a recordar la época de los 16 bit, con un personaje carismático y un buen diseño en general. Los escenarios lucen estupendamente y derrochan personalidad a raudales. Éstos suelen ser bastante complejos y laberínticos, lo que nos obliga recurrir al mapa en más de una ocasión para encontrar el camino adecuado. Las temáticas de los escenarios son la mar de variadas y visitaremos zonas tan dispares como una oscura cárcel, el espacio exterior o una tierra psicodélica poblada por hippies cantantes. La música se mantiene, aunque hay ocasiones en las que flojea muchísimo, volviéndose bastante repetitiva y machacona, tanto que incluso silenciarás el televisor a ratos para no tener que oírla más.

Hell Yeah

Respecto a su duración, el juego de Sega es largo, sobre todo para ser un título descargable. Completarlo te puede llevar 10 horas mínimo, aunque si deseas descubrir sus secretos y conseguir todos los logros te llevará otras 5 horas más. Su dificultad es por momentos bastante elevada, aunque disponemos de vidas ilimitadas para reintentar un nivel tantas veces como queramos. Eso sí, si morimos no reaparecemos con la barra de salud llena, lo que puede convertirse en un suplicio si tenemos que pasar por una zona custodiada por algún monstruo, ya que un solo golpe nos mandará de nuevo al último checkpoint y tendremos que comenzar otra vez todo el proceso.

Hell Yeah! es un juego loco que vas a apreciar si te gusta este tipo de humor, aunque claro está, puede ser también un motivo para echar atrás a más de uno. Sus imperfecciones en el control puede sacarnos de quicio en alguna ocasión, pero si sabes perdonar sus fallos te vas a divertir mucho con él. Si te gustan los plataformas y el humor absurdo considera darle una oportunidad a un título que nos trae un soplo de aire fresco a la vasta colección de títulos descargables.[75]

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