Queridos lectores, esos días de tener la PSOne en el mueble cogiendo polvo o están contados. Nada mejor que convertirla en una máquina para desarrollar tatuajes carcelarios del tipo «amor de madre», puntos en los nudillos, dibujarte la cara de tu madre en el hombro o el escudo de tu equipo en el pecho. Así lo hizo una persona presa en una institución que acoge a inmigrantes que van a ser deportados en Sussex, Reino Unido, que utilizó el primer motor que tenía mano, el de la PSOne, para construir una máquina de tatuar casera. Menudo cacho ingeniero que se van a perder. A este le dan una 360 y con las luces rojas hubiera montado un club de carretera.
Fuente | The Sun
a eso se le llama «matar moscas a cañonazos»… digo yo
-.-
no es mas fácil y o barato usar el motor de la turmix, o de la lavadora ya puestos ?