Análisis de Crazy Taxi para PlayStation 3

Análisis Crazy Taxi para PlayStation Network

A finales del año 99, con un año de retraso sobre su lanzamiento en Japón llegó a las manos de los europeos la última consola de SEGA, la Dreamcast. Y con ella un buen puñado de fantásticos juegos como Soul Calibur, Space Channel 5. Mientras se esperaba el ansiado Shenmue, fueron apareciendo otros buenos juegos como Crazy Taxi.

Ya que es poco probable que SEGA vuelva a realizar una nueva consola, aprovecha para explotar sus antiguas franquicias a través de las plataformas de pago en las actuales consolas (Xbox Live, PS Network) y así tirar del filón nostálgico que todo buen jugón tiene en un rinconcito de su memoria para seguir recaudando dinero. Primero fueron las aventuras de Sonic – como no – y ahora nos llega Crazy Taxi.

Lanzado originalmente durante los comienzos del año 2000 Crazy Taxi era (y es) un arcade de conducción con un estilo inconfundible basado en un modo de juego muy frenético en el cual tenías que llevar de la manera más rápida y loca posible (de ahí lo de Crazy) a los peatones que requieren tus servicios a sus lugares de destino, para así conseguir más tiempo para continuar con otra carrerita, hasta que se te agotara el tiempo.

La lucha contra el tiempo hacía que no pensaras mucho en el trayecto del vehículo, intentando encontrar el camino más directo posible, pasando por encima de peatones, aceras, esquivando y chocando contra coches, autobuses y tranvías para conseguir arañar segundos al crono y así poder realizar la siguiente intentona. Estas acciones temerarias te daban la posibilidad de conseguir aún más puntos, enganchando combos uno detrás de otro. Si a todo esto le sumamos una paleta de colores chillones «made in Sega» y una banda sonora marcada por las canciones punk-rock de The Offspring, Crazy Taxi era un fantástico juego donde echar algunas de tus monedas.

Pero Crazy Taxi no parece haber envejecido bien. Las connotaciones del mercado ya no son las mismas y los arcade de conducción se han ido sucediendo durante los últimos años en todas sus formas y colores. GRID, Blur, Split Second, Motorstorm, Burnout Paradise, Modnation Racers, NFS Hot Pursuit e incluso títulos como Trials HD no hacen más que mostrar la cantidad de modos diferentes de actualizar el «modelo arcade» con diferentes y divertidas propuestas. Si Mario Kart mantiene el pulso y la diversión con los nuevos títulos, el viejo Crazy Taxi palidece al lado de todos ellos.

Mantiene la diversión la primera vez que comienzas a jugar con él. Esa jugabilidad antigua… difícil… su estilo frenético… pero algo falla cuando llevas 4 ó 5 partidas comienzas a darte cuenta que no hay más. Que no vas a avanzar, que no vas a conseguir hacer cosas nuevas, que es un viejo arcade en el que luchas contra ti mismo, contra el tiempo… y encima mal hecho.

Mal hecho, porque las físicas se tambalean, incluso para un arcade, porque la conversión a HD no existe (solo estira la pantalla de mala manera, mostrando pixels como puños), donde ves aparecer y desaparecer edificios y artefactos continuamente (ríete tu de los que se quejan de popping en Gran Turismo), texturas borrosas que te confunden y que ni siquiera conserva su banda sonora original, por mucho que las canciones sigan siendo punk.

Lo que antiguamente era un divertido y emocionante arcade donde dejarte las «perras», ahora es una especie de mini-juego hecho a prisas, mal animado y con fallos de dibujado y manejo imperdonable, que en ocasiones llega incluso a no responder (es como si condujeras por la Gran Vía hasta arriba de pastillas). Una experiencia realmente mala y te hacen dejar el juego por imposible. ¿Suena horroroso?… Es que lo es.

Y aún así, todavía te puedes entretener un poco, ya que los mini-juegos de la sección Crazy Box que han incluido sí son interesantes y te hacen pasar un buen rato, así como acumular combos durante el juego multiplicando los puntos hasta cantidades estratosféricas… pero te da tan poco, que no hace más que provocar en tu cabeza la sensación de que te han timado 10 euros (o 800 MS Points) y tirar toda tu nostalgia por la ventana.

Si tienes curiosidad en el juego, bájate la demo, pero ni se te ocurra gastar el dinero en él. Hay cosas mejores, créeme.

  1. Que pena que Sega se tome tan pocas molestias en sacar sus viejas joyas en las plataformas descargables y en vez de hacer conversiones dignas del material original se dedique a hacer cutreports. Miedo me da el tratamiento que le pueden hacer a un futuro Shenmue. Está claro que la Sega que todos amábamos murió junto con Dreamcast.

  2. Pingback: Akihabara Blues

  3. Pingback: Akihabara Blues

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

veinte − 5 =