La primera vez que vimos a Altaïr caer en picado desde un campanario supimos que la saga Assassins Creed golpearía fuerte para atraparnos en un mundo de sigilo, acrobacias y contexto inigualable. La aventura cumplía con creces, pero a ratos se hacía repetitiva. La respuesta de Ubisoft vino desde Florencia y con uno de los personajes más carismáticos del mundo de los videojuegos, Ezio Auditore da Firenze. El mítico florentino, acompañado de su descendiente Desmond, nos dio mil y una razones para adorar el Credo de los Asesinos. Después de tres aventuras épicas, el estudio, consciente de que lo bueno se acaba, decidió darle una vuelta de tuerca a la saga. En la 3ª parte, con Connor Kenway, ampliamos horizontes con la caza, continuamos con la historia del presente (con final abrupto), pero en detrimento de la aventura, que empezaba a perder frescura en unos Estados Unidos no tan divertidos como Italia.
Después, de manos de su abuelo, Edward Kenway, vivimos la piratería en el Assassins Creed más distinto y divertido. A bordo del Jackdaw disfrutábamos de un juego diferente, mientras aprendíamos lo que es el abordaje y cantábamos con nuestra tripulación por el mar del Caribe. Los piratas de corazón disfrutaban, mientras que los demás se daban cuenta de lo poco que quedaba de la saga original. Para arreglarlo todo estaba Arno Dorian, que en plena revolución francesa nos mostraba la mejoría gráfica y una iluminación digna de aplausos, pero con tanto bug que deslustraba el producto final. A la revolución gráfica de París, se unía un mejor manejo con el Parkour y una mayor dificultad en los combates, que desde la esgrima, aprendíamos por las malas que el buen uso del contraataque significaba vivir o morir. Tristemente, Arno no logró ocupar el vacío que dejaron los legendarios asesinos años atrás. ¿Ha aprendido Ubisoft de sus errores? La respuesta nos espera en la Inglaterra de la revolución industrial.
Dos hermanos, la fuerza y el sigilo, Jacob y Evie Frye. Al contrario que en las anteriores aventuras, nuestros asesinos ya no son primerizos, desde el inicio contamos con dos maquinas de matar. Assassins Creed: Syndicate cede parte del, pongamos entre comillas, “realismo” de los anteriores capítulos, para otorgar a la historia dinamismo y al manejo espectacularidad. La jugabilidad en este caso está afinada al límite, un ligero movimiento de dedos sube a nuestro asesino, lo oculta o lo anima a hacer el salto perfecto. Atrás se quedan los clásicos momentos en el que nuestro personaje se hacía un lío contra una chimenea por culpa de nuestra torpeza y un manejo algo impreciso. Syndicate nos regala un manejo muy intuitivo y que parece a prueba de dummies. Si a esto sumamos la nueva herramienta, una cuerda que nos hace las veces de gancho de Batman, el transporte y movimiento en el juego es coser y cantar. Aunque el nuevo gadget agiliza mucho las cosas, parece que la magia de la infiltración y el asesino acrobático se va algo al traste, para que hacer parkour si podemos usar nuestro gancho mágico gothamita…
La dinámica de los combates sigue la línea de la jugabilidad. El combate clásico, que se centraba en acuchillar y esquivar, o el que nos trajo Unity, en el que los adversarios nos acribillaban y el contraataque era la opción más inteligente, dan paso a un modo más arcade todavía. Este nuevo sistema recuerda, desde la distancia de nuevo, al de la saga del Caballero Oscuro. Por parte de Jacob, el tipo duro del dúo, empezaremos a repartir feroces puñetazos, que literalmente desmontan a los pobres que se cruzan con nosotros. A la avalancha de puños se le une un golpe que noquea y rompe defensas, el clásico contraataque y una segura finta contra disparos que nos permitirá permanecer perennes en el escenario mientras apilamos una montaña de cadáveres. Por parte de Evie, la experta en sigilo, nos presenta un combate algo más lento, pero lo suple con una velocidad y una capacidad para desaparecer que a la larga hace más fáciles las misiones. Respecto a nuestro armamento, a los puños americanos que usamos al principio con Jacob, se nos suma un bastón que hace mucho daño y un cuchillo que simplemente es letal. Concluyendo, la experiencia se vuelve más vistosa y claramente más sencilla. Una falta de dificultad que parte desde un listón muy bajo, por lo que los más exigentes verán el juego muy fácil en los primeros compases.
Este nuevo capítulo aprende de los anteriores y nos trae una versión actualizada del árbol de talentos de Unity y su forma de equipamiento, todo un acierto, ya que Syndicate gana enteros de complejidad con este sistema sencillo pero profundo. Otro de los puntos clave en esta nueva edición es el manejo de carruajes, que lejos de ser un simple medio de transporte, nos pone a disposición de un arma destructiva, al más puro estilo GTA. Al atropellar y el estampar a otros carruajes se nos suma la posibilidad de usar el carruaje como de jaula para nuestros enemigos, a los que previamente tendremos que secuestrar. Para los que lo quieren todo mascado, al conducir, el mapa se volverá un efectivo GPS para que hasta el más novato de los pilotos londinenses pueda viajar sin problemas. Otra característica muy divertida es la del control de zonas y las guerras de bandas, que recordamos de GTA San Andreas. Después de finalizar unas misiones clave y limpiar la sección del mapa, nos podremos enfrentar al líder del territorio para quedarnos con el control del lugar. Así, poco a poco y paso a paso, iremos conquistando los distritos londinenses.
El apartado gráfico cumple con creces, pero personalmente veía lucir más Assassins Creed: Unity. Aún con esta comparación, no quita que Londres es ESPECTACULAR, y que es una gozada reconocer las localizaciones y echar un ojo al Támesis y todo lo que se mueve dentro. No puedo dejar de señalar que la ambientación es sublime y que a los amantes de Inglaterra les va a parecer una auténtica pasada. No puedo negar que comparado con París, Londres transmite mucho más y por esa parte el juego gana enteros. Si hablamos de los personajes, en este caso tienen un aspecto más de novela gráfica, dejando atrás el fotorealismo. No es un cambio radical y quizás sea una apreciación, pero tanto las ropas, como las armas dotan al juego de un carácter más de ciencia ficción que histórico. En resumen, el diseño de los personajes es más fantástico y creativom aunque el tema de los pelos no acaba de convencer. Respecto al sonido, tengo que decir que el doblaje es sensiblemente peor respecto a otras entregas. Si hay que señalar al culpable, podría decirse que la interpretación es peor. Sin ser demasiado crítico, muchos tonos no casan con la situación o el personaje en cuestión. Tras pasar los primeros capítulos hecho en falta el nivel de anteriores doblajes como los de Ezio o Kenway. Algo que me ha chirriado un poco es que, aunque es algo fiel en la saga, los figurantes hablan en inglés. No es algo que importe, pero molesta un poco escuchar el bilingüismo de los ciudadanos, que alternan el español con el inglés más de la cuenta.
Respecto al argumento, la historia del pasado cumple y es interesante, pero el punto fuerte vuelve al presente. Sin gameplay, pero con videos de larga duración, podremos comprobar que ha sido de Shaun y Rebeca, mientras seguimos al tanto de los precursores y los malvados planes de Abstergo. La campaña cumple con la duración esperada, sumando los extras que nos plantea el juego, como es la recolecta de información, los coleccionables y las conquistas de zona. Aunque tomar las zonas no es obligatorio, si que es ventajoso para la aventura, además, en cierto momento nos obligan a tener tres distritos desbloqueados para seguir avanzando. Para los más exhaustivos, esperan nuevos bombazos sobre la historia y muchas sorpresas que no defraudarán a los seguidores de la saga.
En conclusión. Assassins Creed ha vuelto con la intención de hacer todos los deberes de cara a su público. ¿Si lo consigue? Pues a medias. Syndicate es un juego muy divertido, pero hay que asumir que no va a sorprender tanto como las primeras entregas. Quizás el tiempo juega en su contra y la saga se ha vuelto demasiado larga. Los fans sabrán perdonar sus defectos para disfrutar de Jacob y Evie, pero quien haya acabado hastiado de las anteriores entregas se va a encontrar un planteamiento calcado a los demás, aunque traiga algunos nuevos matices.
Respecto a los bugs, no he encontrado ninguno que me estropeara la experiencia de juego, pero el producto no está pulido al 100%, sobre todo por la parte de los londinenses, que de vez en cuando se quedan tontos y trolean un poquito. Es de destacar la dedicación de Ubisoft para halagar a los jugadores que seguimos la estela de los asesinos desde el primer capítulo, ya que encontraremos cientos de referencias al pasado de la saga, algo muy agradable de ver y que se disfruta. A la pregunta de que si Assassins Creed Syndicate está bien, la respuesta es que sí. Y que además, mejora notablemente las anteriores entregas, acercándose con valentía a la edad de oro. Aplaudo el esfuerzo de Ubisoft de reconducir la saga, de ofrecernos de nuevo una historia atrayente, que nos mezcle la historia con ciencia ficción original y divertida. Quizás no volveremos a quedarnos boquiabiertos con los detalles de la trama, y somos conscientes de que el señor Auditore es irremplazable, pero se puede decir con confianza que Syndicate es la prueba de que Assassins Creed todavía tiene cosas que aportar. [86]
Lo único que me llama la atención de este juego son las animaciones de combate de Evie y por eso no pagaría más de 15 €.
Una lástima lo que ha ido pasando con esta franquicia 🙁