El año pasado, más o menos por estas mismas fechas, me propuse hacer un experimento. Una demostración empírica de lo que son capaces de transmitir los videojuegos. Tras disfrutar como un niño de los primeros minutos de Ori and the Blind Forest, decidí invitar a un buen amigo no muy aficionado a este mundillo.
Quería que lo probase y después me diese su opinión. Si bien es cierto que prefirió verme jugar, quedó embelesado ante la joya de Moon Studios. Hagan la prueba.
Son muchas las razones que hicieron de esta obra uno de los más destacados juegos del año pasado, pero quizás la más importante es que, sin ser un juego revolucionario que descubría nuevas fórmulas, se tomó tan en serio las ya conocidas que el resultado fue redondo. De hecho, es un juego de aventuras en 2D, de estilo ‘Metroidvania’, que combina la exploración con las plataformas y ligeras dosis de RPG. Nada que no hayamos visto ya. Entonces, ¿qué le hace tan especial?
Uno de los principales culpables es sin duda el apartado artístico, un envoltorio que va más allá de lo meramente estético para convertirse en un elemento clave de la experiencia. Básicamente porque, mano a mano con la historia que narra, consigue hacer de Ori and the Blind Forest una hermosa película de animación interactiva. Para comprobarlo, echen un vistazo al prólogo, digno de los mejores filmes de Pixar.
Su otro gran acierto es la jugabilidad, gracias al equilibrio que han conseguido sus desarrolladores entre reto y fluidez. Los escenarios, a parte de un espectáculo visual, son también un desafío continuo, y es que el jugador ha de ser habilidoso y calculador en cada salto, además de buen conocedor de todas las habilidades del pequeño Ori, las cuales se van desbloqueando a medida que avanza la aventura.
Por todo ello, y pese a lo cansados que están muchos aficionados de las ediciones “GOTY” o de esas versiones completas meses después del lanzamiento, la llegada de Ori and the Blind Forest: Definitive Edition es motivo de celebración. En este regreso al bosque Nibel, Moon Studios ha querido hacer los añadidos clave para hacer del título una experiencia más redonda. En primer lugar destacan los nuevos modos de dificultad: Difícil y Una Vida.
El primero encrudece aún más el viaje ya de por sí complicado, con enemigos más duros y dañinos, lo que invita al usuario a ser más cauto a la hora de tomar decisiones. El segundo es el desafío definitivo, una auténtica odisea solo apto para los más avezados. Un paso en falso y vuelta a empezar, la excusa perfecta para los amantes de la dificultad. No obstante, para llegar a un espectro más amplio de jugadores esta Definitive Edition también trae un modo Fácil además del clásico ‘Normal’.
Por otro lado, los responsables del juego han incluido pequeñas modificaciones en la jugabilidad para facilitar la exploración, como el viaje rápido, ideal para los más coleccionistas y para descubrir todos los rincones del bosque Nibel, ahora ampliados con dos nuevas zonas que mantienen el nivel tanto en diseño como en desafío de las originales. Dichas zonas servirán, como no podía ser de otro modo, para explotar las dos nuevas habilidades del pequeño Ori, Dash, una especie de acelerón, y Light Burst, que permite lanzas bolas de energía.
Se agradece que, con los nuevos escenarios, se haya querido profundizar más en el pasado de Naru, el grandullón del tándem protagonista, pues, pese a que la historia no es nada revolucionaria, los personajes sí que están bien construidos y son capaces de ablandar los corazones más duros (todo sea dicho). No obstante, y quizás precisamente por lo bueno que es el juego, se echan en falta más escenarios nuevos y, por qué no, una nueva trama (¿quizás ya para Ori and the Blind Forest 2?).
En cualquier caso, merece la pena invertir en esta Definitive Edition, especialmente gracias a su ajustado precio (4,99 para los que tienen el original y 19,99 el juego entero). El regreso al bosque de Nibel supone un acierto por parte de Moon Studios, que busca deleitar a nuevos y viejos aficionados de un título que, sin avisar, se convirtió en un imprescindible para los usuarios de Xbox One y PC y supone todo un ejemplo de cómo encontrar el equilibrio entre un diseño sobresaliente y una jugabilidad a la altura. [90]
Muy buen post!
He de decir que no siendo mi estilo de juego me encantó. Desde el primer momento me sentí transportado, agradezco haber tenido un buen amigo que me recomendara jugar.
Para mi el mejor juego de 2015. Ya he comprado esta versión y, cosa que no hago nunca, lo estoy jugando otra vez,
Me encanta este juego, uno de los mejores de la generación.
No compro esta edición pq teniendo el del año pasado creo que quizás no merece la pena pero si la sacan en físico algún día cae.