Análisis: Thimbleweed Park: una aventura gráfica nostálgica

El creador de Monkey Island y Maniac Mansion, Ron Gilbert, nos vuelve a mostrar su poderío a la hora de crear una buena aventura gráfica. A través de las acciones que se nos muestra el panel inferior (“Usar”, “Hablar”, “Abrir”, “Cerrar”) tendremos que interactuar con los objetos para avanzar en la historia.

¿Una fórmula que aún funciona?

He de ser sincera, no había probado una aventura gráfica de este estilo nunca. Quizás tenga un mini-recuerdo de mi infancia, donde vi alguna que otra. Al comenzar este juego, me descubrí pensando que era “cutre”, porque no pertenezco a la época dorada de este género, un género que ¿injustamente? ha perdido relevancia con el paso de los años. Pero empecemos por el principio.

Thimbleweed Park se enmarca en el pueblo homónimo cuyos protagonistas son los dos investigadores federales: Ray y Reyes. Ambos se dedican a investigar el asesinato de un hombre en medio de un lago debajo del puente. A través de los diálogos y sobre todo, de las acciones, lograremos obtener pistas sobre el caso.

La cosa trata de otra historia más sobre la búsqueda de un asesino, del motivo del asesinato e incluso de la identificación de la víctima. Me ha hecho evocar a la época dorada de los noventa, con las series que ponían una mano entre el crimen y lo paranormal: Expediente X y Twin Peaks. Aunque también hay referencias a películas, como ocurre con 2001: Odisea en el espacio.

Una secuela espiritual

Thimbleweed Park se enmarca dentro de 1987, el año exacto donde se lanzó Maniac Mansion y puso su primer granito el desarrollador americano. Es una época de móviles pesados, sintes aún más pesados y mucha hombrera. Podríamos decir que tiene ese ambiente de San Junipero que tanto está gustando tanto en las obras audiovisuales como en los videojuegos.

Pero también tienen sus peros. Al no haber vivido aquella época, yo enmarco este Thimbleweed Park también de distinta manera. No me ha entusiasmado, pero tampoco me ha parecido indiferente. Me gustaría jugar alguna que otra aventura de Gilbert para tener un contexto más claro y ver la gran dificultad de sus anteriores obras. Porque si algo destaco de este título es su dificultad. Me he quedado muchísimas veces atascada pero también lo puedo alegar a que soy bastante torpe con este tipo de juegos. Para un jugador estándar, si es que eso existe, la duración media de Thimbleweed Park debería estar en torno a las 10 horas (algunas más si te metes en el “Modo más Difícil”).

Los puzles no son tus amigos

¿Ha habido puzles de poca lógica? Alguno he encontrado. Pero también se debe a la forma de la estructura del juego, que nos enseña a jugar poco a poco y paso a paso. La historia se corta en capítulos y estamos paseándonos por el pueblo, tiendas, y afueras para lograr conocer qué se esconde detrás del asesinato.

Al mismo tiempo, la frustración por los puzles (uno de ellos me mantuvo estancada durante dos días) hizo que, poco a poco, fuera perdiendo fuelle en mí. Los diálogos pueden llegar a ser repetitivos y puedes llegar a tirar de darle a la tecla “punto” para poder pasarlos lo antes posible, si has repetido ese diálogo una y otra vez. Sin embargo, algúna que otra mención a la época actual con “XD” de por medio puede hacerte sacar una sonrisa. Soy de una generación que está menos acostumbrada a comerse la cabeza, solemos tener poco tiempo e intentamos que todo se nos dé en bandeja, algo que inevitablemente choca este tipo de títulos.

Una gran propuesta

La música no deja de ser anecdótica, al estilo de loops dependiendo de donde nos encontramos. También podría haber tenido también un mejor final, pero eso ya reconozco que es cuestión de gustos. En general, he tenido que ir deprisa para poder tener cuánto antes una visión completa del juego, y eso ha hecho que no lo vea con la misma ilusión que tuve al principio. Quizás no es el género que más disfrute pero sí es uno que me apetece descubrir, y el responsable ha sido este Thimbleweed Park. Ese es su gran mérito: hacer una propia meta-reflexión de lo pasado, lo presente y el futuro. De animarnos a recuperar algunos juegos que tanto nos gustaron en su época y ahora sin la aparición de este tipo de aventuras, quedarían en el olvido. Thimbleweed Park es apto para todos aquellos que quieran echarse unos días a base de descifrar, encontrar, y buscar pistas. Sentirnos, así, detectives entre motas de polvo. [75]

  1. Sinceramente si no sabes para que sirve un pollo de goma no estas moralmente legitimado para escribir este review por mucha buena intencion que le pongas. Por lo menos lo reconoces. Pero me gustaria leer la vision de alguien que ha jugado y disfrutado las aventuras clasicas para comprarlo o no

    • @Felipe, antes quenada darte las gracias por pasarte y comentar. Entiendo perfectamente lo que comentas y lo comparto en parte, pero valoro muchísimo también una opinión como la de @chicabits, de alguien que no jugó en su momento a juegos del género.

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