Después de enfrentarse a numerosas críticas durante los últimos años, Spiders se juega mucho con su nueva apuesta, GreedFall. Un RPG que llega sin hacer demasiado ruido entre varios lanzamientos de renombre, pero con la promesa de conquistar a los amantes del mejor rol occidental.
Teer Fradee, tierra de oportunidades
La premisa argumental de GreedFall se aleja del clásico punto de partida en el que un paria ve cómo en un abrir y cerrar de ojos se convierte en un superhéroe destinado a salvar el mundo de manos de una entidad maligna. Aquí, o mejor dicho, en la concurrida ciudad de Serene, somos un hombre joven, de familia noble y bien formado, cuyo carisma y dotes para la diplomacia nos sitúan en el centro de todas las miradas cuando algo no va bien en la ciudad. Sus gentes nos conocen, respetan y no dudan en encomendarse a nuestra vocación de ayudar.
El principal problema que azota a los habitantes de Serene no es otro que una extraña y terrible enfermedad. Sin ir más lejos, la madre de nuestro protagonista se encuentra sumida en ella y, por el momento, nadie ha encontrado una cura para la misma. Asimismo, los rumores acerca de un milagroso remedio apuntan a la isla de Teer Fradee, un lugar rebosante de belleza, pero desconocido para muchos hombres y protagonista de muchas leyendas urbanas.
Como podéis imaginar, emprender el viaje a Teer Fradee es el punto de partida de una historia apasionante en la que no sabemos a qué nos vamos a enfrentar, aunque no importa demasiado, ya que la mínima posibilidad de encontrar una cura para la enfermedad hace que merezca la pena adentrarse en un lugar imponente; extremadamente bello, pero habitado por «cosas» cuya mentalidad les incita a destruir.
Dispara y golpea, pero con cautela
Spiders no es precisamente famosa por elaborar sistemas de combate que hayan dejado huella. De hecho, sus anteriores trabajos estuvieron marcados por la tosquedad y por lo poco gratificante que resultaba superar batallas con éxito. GreedFall aleja los fantasmas y plantea una experiencia profunda, en la que lanzar espadazos no siempre es la mejor decisión. Para empezar, hay que destacar la pausa táctica, que nos permite detener el combate y realizar diferentes acciones como colocar trampas o gestionar el inventario. Algo similar a lo que vimos en Dragon Age: Origins y que resulta muy beneficioso a la hora de enfrentar a jefes finales o grupos de enemigos.
Además, incluso si optamos por luchar siempre en tiempo real, también hay que tener en cuenta que tanto esquivar como hacer uso de parrys o contraataques es fundamental, ya que muchos enemigos cuentan con una vitalidad elevada y sus defensas son muy poderosas. Cuando un adversario está protegido por una armadura, devolver sus golpes o ayudarnos de las armas de fuego son las mejores maneras de comenzar a decantar la balanza a nuestro favor.
El sistema de combate está bien planteado y luchar es divertido y gratificante, pero no es perfecto. El uso de la magia —basado en anillos— podría haberse explotado mucho más y los movimientos de esquivan no son tan fluidos como debería, dando lugar a que alguna que otra batalla multitudinaria se vuelva demasiado caótica. A pesar de estos inconvenientes, este apartado se sitúa muy por encima de lo visto en otras obras de Spiders.
Todo acto tiene sus consecuencias
Muchos usuarios —entre los que me incluyo— consideran que las siglas RPG han perdido parte de su identidad durante los últimos tiempos. Desde hace muchos años tendemos a clasificar a prácticamente cualquier título que cuente con libertad de acción y sistema de progresión como un exponente del género. Probablemente nos hemos equivocado una y mil veces al respecto, pero, si de algo podéis estar seguros, es de que GreedFall es un auténtico juego de rol. Sin medias tintas; sin promesas incumplidas.
Imaginad que la misión nos indica un único objetivo: liberar a un rehén cautivo a manos de una banda de contrabandistas. La víctima se encuentra en el sótano de un almacén abandonado y varios matones vigilan los accesos. ¿Deberíamos abrirnos paso a golpe limpio? ¿preparamos un somnífero para eliminarlos en silencio? ¿comprar un uniforme que nos permita hacernos pasar por uno de ellos? ¿y si probamos a sobornarles o intentamos convencerles con nuestras dotes diplomáticas? Esto no es más que una muestra del fantástico trabajo que ha realizado Spiders a la hora de permitirnos abordar cualquier situación de diferentes maneras.
En GreedFall tenemos total libertad para tomar las decisiones que consideremos oportunas en cada momento, pero también la obligación de prepararnos para las consecuencias que puedan acarrearnos. Es por eso que, como en todo buen juego de rol, el desarrollo de nuestro personaje puede extenderse a través de diferentes ramas de conocimiento: fuerza, astucia, carisma, ciencia… Porque un rifle puede llevarnos al mismo destino que un puñado de monedas o unas bonitas palabras, pero los caminos siempre serán diferentes.
La historia principal se desarrolla a lo largo y ancho de aproximadamente treinta horas, aunque si nos dejamos llevar y abordamos la enorme cantidad de misiones secundarias y contratos que aguardan en Teer Fradee, la duración puede llegar a triplicarse; hay muchos personajes esperando a que les ayudemos y aunque es cierto que muchos encargos no distan demasiado de lo que habitualmente vemos en cualquier otro título del género, hay que destacar el fantástico trabajo realizado en cuanto a variedad de situaciones. Las ciudades rebosan vida y hay pequeñas —y no tan pequeñas— misiones que son muy ricas en contenido.
Cuando las cosas se hacen bien…
Lo reconozco: ninguno de los anteriores trabajos del estudio galo terminó de convencerme. Es por eso que, contra todo pronóstico, GreedFall me ha conquistado y para mí es toda una sorpresa. Después de varios títulos discretos, tiene mucho mérito arriesgar con algo tan ambicioso y concebir un RPG de acción y mundo abierto de semejante calado. Complejo, profundo y con rol de calidad, de ese en el que uno puede ponerse en la piel del protagonista y explorar diferentes maneras de abordar cada situación. Con una aventura con mayúsculas que ofrece más de cincuenta horas de contenido, Spiders encuentra su redención. Porque no era fácil volver al ruedo cuando el ambiente está cargado de prejuicios, y mucho menos salir por la puerta grande. [86]
Pintaza!
Pues ciertamente pinta bastante bien, ya dije que me habían causado buena impresión las informaciones que iban apareciendo sobre el título… pero que tenía cierto resquemor por la mediocridad de los trabajos anteriores de la compañía. Creo que caerá cuando baje de precio, a menos que desaparezca, cosa que no suele suceder con los títulos de rol.