Desde que jugué la demo quedé con muchas más ganas de Absolum, un roguelike que mezcla beat’em up de una manera muy natural. El apartado visual es otro de los puntos importantes y las mecánicas lo convierten en una propuesta novedosa e interesante.
Todos por un mismo objetivo
El reino de Talamh se encuentra controlado por el rey sol Azra usando la magia para su propio beneficio. Nuestro objetivo consiste en llegar a lo más alto de su torre y derrotarlo, para liberar al pueblo de su control. Esa es la premisa de Absolum.
Como jugadores tenemos a disposición a cuatro personajes. Inicialmente se encuentran disponibles Galandra y Karl, pero a medida que se recorren los diferentes escenarios se unen al equipo Cider y Brome.
Cada uno con habilidades y mecánicas diferentes, pero al final con el mismo objetivo, alcanzar la cima donde se encuentra el rey sol y derrotarlo.
Un camino difícil
En Absolum alcanzar esa meta no es tan sencillo. Primero es necesario recorrer al menos dos islas y una vez en la tercera, donde se encuentra la torre, la lucha con los esbirros de Azra es no se detiene.
Cada isla cuenta con diferentes caminos a seguir, repletos de enemigos y secretos por descubrir. En el transcurso del recorrido pueden aparecer misiones o personajes que se unen a nuestra aventura sirviendo de guía o vendedores de mejoras.
Lo que más me gusta de los recorridos es que siempre hay algo por descubrir. Ya sea un secreto, una nueva arma o un boss que pasó desapercibido a pesar de haber pasado por el mismo lugar cien veces.
Cuando se derrota a Azra la primera vez los viajes se tornan aún más complejos, con enemigos de otras islas apareciendo intempestivamente en el lugar que nos encontramos, dando variedad a los enfrentamientos.
Cada quien con su historia
Cada uno de los personajes que nos presenta Absolum tiene una historia y para descubrirla es necesario jugar con estos personajes. Como lo decía antes, cada uno cuenta con habilidades y mecánicas diferentes, así que los primeros recorridos son una oportunidad para acostumbrarse a ellas.
Todos tienen los mismos movimientos base. Ataque ligero, ataque fuerte, ataque aéreo, ataque en carrera o ataque especial. De igual manera todos pueden realizar daño de repetición, usan el mismo ataque varias veces y la posibilidad de desestabilizar, que es como una especie de parry.
Aprender a identificar los ataques enemigos y cómo aprovechar las aperturas hacen que esto no sea solamente machacar botones y con calma se pueden derrotar bosses sin perder una gota de sangre.
Diferente cada vez
El término rogue’em up que adopta Absolum no es gratuito. Las geniales mecánicas de combate se ven potenciadas por elementos aleatorios que benefician cierto ataque o estilo de juego. Estas están inspiradas en elementos como agua, fuego o aire e incluso se pueden llegar a combinar.
Estas bonificaciones aleatorias se obtienen en ciertas secciones del mapa y es importante tomarse su tiempo antes de seleccionar. Es así cómo podemos tener una build que hace daño de fuego con golpe ligero, pero que genera olas al momento de esquivar y potenciar dichos daños elementales en otro ritual.
Probablemente para la siguiente iteración los potenciadores se enfoquen más en daño de aire y ataques a distancia, obligando al jugador a probar diferentes estilos de juego, que sumado a la cantidad de personajes aumenta las combinaciones y ofrece muchas opciones de rejugabilidad.
Tiene algo
Lo que les he contado de Absolum suena a la mezcla de dos géneros que aparentemente no ofrecen nada nuevo, pero al momento de jugarlo el título engancha. Una vez se entienden las mecánicas de bloquear y esquivar las partidas se hacen más fluidas y el ir encontrando secretos después de haber recorrido el mismo lugar cientos de veces me parece fenomenal.
No puedo dejar de lado el apartado visual. El juego luce como un cómic. Todos sus elementos visuales muy bien cuidados, con una estética acorde a la historia que quiere contar y con un cuidado, no solo de lo que tenemos enfrente, sino también de los fondos, muy dinámicos y que también aportan a la historia y los combates, con una cámara 2D característica de los beat’em up
Conclusión
Absolum es de los mejores roguelike que he jugado este año. La mezcla con el beat’em up le cae de perlas y las mecánicas, enemigos, escenarios y apartado visual encajan muy bien en esta historia de fantasía.
El tener diferentes personajes le otorga mucha rejugabilidad. Eso sumado a la cantidad de secretos, misiones y personajes secundarios que a veces aparecen cuando uno menos se los espera. Además tiene lo que para mi hace grande a un juego de este género y es que cuesta soltarlo.
Me encanta seguir encontrando propuestas así de interesantes y arriesgadas, pero sobre todo tan bien elaboradas. Todo en este título encaja a la perfección y una vez se dominan las mecánicas de juego invita a seguir y seguir para descubrir todos sus secretos.[85]






