Sé que soy muy poco objetivo con la obra de Tetsuya Mizuguchi porque me encantan tanto las apuestas arriesgadas como el minimalismo visual y los videojuegos de puzles. Lumines fue el principal (y a posteriori casi único) motivo por el que adquirí una PSP en cuanto se puso a la venta en Japón.
Child of Eden es la secuela más que espiritual de Rez. Se basa en el mismo principio: un shooter sobre raíles con un peculiar estilo gráfico e interacción sonora bajo ritmos trance. Es decir, un juego de navecitas creado bajo los influjos del LSD. En Child of Eden no vemos ningún personaje sobre la pantalla, no controlamos un objeto o personaje en particular. Tampoco decidimos hacia dónde vamos. Simplemente progresamos como si avanzáramos por un túnel psicodélico.
El juego se podrá experimentar con Kinect o Move pero no son una obligación. En caso de usar el control gestual de Microsoft el juego se controla como si fuéramos un director de orquesta; una mano se usa como si fuera una pistola y haciendo el gesto de agarrar y lanzar disparamos la munición; con la otra mano apuntamos y disparamos el cañón vulcánico; si aplaudimos cambiamos el arma. Y por supuesto, con un mando extra podremos usar la «vibración emocional» que en los tiempos de Rez se llegó a entender como un consolador camuflado.
No entiendo el juego, te vas creando tu propia musica a base de disparar a cuadraditos? Parece los videos 3d del windows media player o winamp cuando escuchas una cancion.
básicamente sí, es así. Si tienes una 360 bájate del bazar la demo del Rez HD y lo entenderás mejor
Pingback: [E3 2010] Miyamoto aplaude a “Child of Eden” y lo considera el Mejor Juego del E3 | Akihabara Blues