Nota: estas impresiones se centran en el modo de juego individual.
Gracias a la Xbox 360 debug que Microsoft nos ha cedido y a la confianza de Codemasters enviándonos una versión beta, ya he podido jugar unas horas a Bodycount. Si no te suena este juego, el título – y los créditos, formados por parte de los desarrolladores de Black, ya te lo dice todo: acción sin compromiso. Esto es así. No se engaña a nadie. Es lo que te encontrarás en Bodycount, una galería de tiro insulsa que poco parece esconder en su interior. Si el incomprendido The Club te pareció en su momento un shooter sin casi razones para existir, Bodycount es aún más ligero.
Los 3 niveles que se pueden jugar en la beta son pasacalles en los que hay que acabar con todo lo que se nos ponga por delante, sin más preocupación de no quedarnos sin munición o intentar conseguir unos cuantos combos de muerte a lo Bulletstorm. Tres escenarios repletos de enemigos en los que se nos asignará una puntuación dependiendo de nuestra actuación, supongo que con el objetivo de que nos piquemos y así hinchar artificialmente la rejugabilidad de un título que, sinceramente, yo no esperaba que se quedara en algo con tan poca chica.
Quizá estoy siendo demasiado duro por quejarme por la naturaleza de un producto que quizá haya sido gestado con el único objetivo de entretener. De permitir quemar adrenalina a la comunidad de jugadores amantes del género de acción. De colaborar en la creación de un mundo con menos violencia. Pero es que esas son las sensaciones que me sugiere un título que me ha parecido anodino, absolutamente plano. No me emociona, no me excita. Y no, tampoco me ha divertido.
Igual me toca la fibra sensible porque técnicamente es más que decente: es vistoso. Gráficamente se permite varios lujos entre los que destaca sistema de control de colisiones en el escenario, destruible en buena medida – Kudos al EGO Engine -, el espíritu arcade está ahí, pero Bodycount pone tan poca carne en el asador que el conjunto acaba resultando tedioso, pesado, sin ningún aliciente para que el jugador decida enfrentarse a una partida a un juego que parece ignorar el gran catálogo de FPS que existe en esta generación. Repito, a lo que me he enfrentado es a una beta, la cosa pdoría mejorar. Toco madera. Pero lo que he podido probar estos días es al menos suficiente como para descartar a este título de los candidatos a GOTY ’11. Para gustos colores, pero me sorprendería que Bodycount acabara convirtiéndose en un título importante del catálogo de Xbox 360 y PS3.
Joder, pues con lo que molaba el BLACK…En fin, me lo temía. Una pena….
El genial BLACK era un imprescindible… que superaba al tan sobrevalorado KillZone.
Esto es sólo un ‘pampampam’ más, y simple: del montón.