2011, salgo del instituto y me dirijo con mi bebida energética (que tiempos) y mi barrita directo a mi Xbox 360 a poner el juego cuyo trailer me encandiló para, más tarde, con un gameplay alejado del dramatismo de aquel hermoso corto, disfrutar uno de los mundos abiertos de zombies más divertidos de la época (sin contar Dead Rising, obviamente). (más…)
