[Microanálisis] Armored Core 4

Si tu ídolo de la infancia era Mazinger Z y de adolescente querías convertirte en un Power Ranger prepárate a disfrutar de Armored Core 4 y controlar a un engendro mecánico de ultimísima generación.

Con la película de Transformers a punto de estrenarse, la fiebre por los mechs, robots y demás descendientes de la tecnología del futuro alcanza récords en cotas de popularidad. Supongo que será fruto de la casualidad, pero el último Armored Core, la serie de Sega que se basa en los combates de mechs, acaba de asentarse en los comercios.

Así que os lo pondré fácil: ¿Queréis un juego de robots con buenos gráficos y mejor sonido (especial atención a las voces)? ¿Buscáis un título en el que sea posible crear tu propio mech, tunarlo a tu gusto y dotarle de un armamento que haría temblar al más pintado? ¿Te va eso de destrozar los escenarios mientras das caza hasta al último enemigo pero no te gusta eso de estar supeditado a complicados controles más propios de simuladores? Si has contestado afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores, ni te lo pienses, Armored Core 4 es tu título.

Es cierto que sus visuales no rivalizan con lo mejor de lo visto hasta el momento en la Next-Gen, que la jugabilidad no ofrece posibilidades revolucionarias y que la duración de las misiones es ciertamente insuficiente. Pero también es cierto que los Armored Core han sabido evolucionar aportando un mayor toque arcade que en los anteriores títulos de la serie y ofreciendo un elenco de modos multijugador que, por otra parte, quizá se antojan insuficientes.

Más allá de críticas detallistas o comentarios técnicos, me gustaría dejar claro que From Software puede estar orgullosa de su primer juego Next-Gen, pues tanto los fans de la serie como los que busquen una forma de emular a Optimus Prime sin pasar por el posible trance de jugar al juego oficial de la película disfrutarán de lo lindo. Que es de lo que se trata.

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