Hablar de metroidvanias hace varios años era como recorrer la carretera del recuerdo y traer a la mente todos esos títulos que en su momento fueron grandes y nos dieron muchas horas de entretenimiento.
Un sueño llamado Bloodstained
Los grandes estudios los han ido dejando de lado, pero gracias a empresas independientes estos han regresado y poco a poco se posicionan, Bloodstained es uno de esos nombres. El 11 de Mayo de 2015, Koji Igarashi, productor de Castlevania por más de 9 años, decidió iniciar un nuevo proyecto en kickstarter tras su salida de Konami. El título era Bloodstained y se presentaba como un sucesor espiritual de Castlevania ambientado en la revolución industrial. El juego logró un récord de ingresos para este tipo de proyectos y se esperaba la llegada del título en 2017.
El 2017 llegó, pero Bloodstained no. No fue sino hasta Julio de 2019 cuando este nuevo metroidvania vio la luz. Efectivamente estamos frente a un juego con características de otros tiempos, que intenta adaptar ciertas mecánicas a lo que vemos en la actualidad, pero que sobresale más que todo por su jugabilidad, más que por su calidad.
Una mezcla de alquimia y demonios
El juego nos traslada a la época de la revolución industrial, donde los alquimistas sacrificaban humanos para crear Shardbinders. Sujetos que podían almacenar cristales demoníacos y utilizar sus habilidades contra los enemigos. Estos podían ser sacrificados para invocar demonios, lo que los hacía bastante peligrosos.
Viendo esta situación, la iglesia decide acabar con los portadores de cristales a excepción de dos. Uno de ellos es nuestra protagonista Miriam y junto a ella estaremos recorriendo un castillo repleto de demonios y secretos, además de toparnos con otras personajes pintorescos.
Comenzando el viaje
Bloodstained comienza en un barco y desde allí podemos notar uno de los puntos más cuestionables del juego, el apartado gráfico. Esa mezcla de elementos 3D con 2D por momentos no encaja y cuando salimos a la superficie del barco, la cosa es mucho peor, ya que la lluvia no deja ver absolutamente nada. Debo admitir que la primera impresión no fue muy buena y continué por el simple hecho de ver que pasaba más adelante.
En el barco también podemos conocer algunas de las nuevas mecánicas, como las diferentes armas, que pueden ser: cuerpo a cuerpo (botas o dar puños), media distancia (espadas y látigos) o larga distancia (pistolas y sus diferentes tipos de munición). De igual manera obtenemos algunos de los primeros cristales de los enemigos que enfrentamos.
A medida que acumulamos cristales, podemos ir utilizando las habilidades adquiridas, las cuales consumen maná. Algunas son de ataque, otras nos permiten acceder a sitios en el castillo y otras aumentan nuestras habilidades, ya sea fuerza, defensa, suerte y demás. Esto hace que el conseguir todos los cristales sea una misión más dentro del juego.
Regresando al pasado
Bloodstained siempre se vendió como el sucesor espiritual de Castlevania y por momentos parece un remake, con nuevos personajes y ciertas mecánicas. Lo digo porque una vez inicia nuestra aventura en el castillo, las referencias a Symphony of the Night son innegables. Los corredores para conectar sectores del lugar, algunos enemigos, la música.
Cuartos para guardar la partida o teletransportarnos a otros sitios, algunas armas, la posibilidad de modificar los colores del personaje, en fin, muchos elementos son tomados de este clásico título. No digo que esté mal, pero tampoco era necesario llegar a ese nivel. Además se nota que ciertos elementos no tuvieron el suficiente nivel de acabado y el 3D no los sienta muy bien.
Metroidvania a toda regla
Desde mis impresiones he venido diciendo que Bloodstained es un metroidvania de libro. Todo lo que esperas encontrar en un título de ese género lo vas a tener aquí. Muchos objetos a recoger, enemigos de gran tamaño, un mapa también bastante grande, sectores a los que podemos acceder después de tener habilidades específicas, el tener que aprender patrones de ataque, elementos ocultos.
Esto para mi es lo que sostiene al título y mantiene mi teoría de que más allá de los gráficos, lo más importante es que el juego sea entretenido y Bloodstained lo logra, precisamente porque su core es ser un metroidvania. Al poco tiempo te olvidas de los errores y lo problemas, para estar como un chiquillo invirtiendo horas y horas para lograr ese 100%.
Más novedades
En los párrafos iniciales les contaba algunas de las novedades que presenta Bloodstained, pero hay más. La alquimia juega un papel importante, tanto para crear armas, como para hacer comida. Esta última nos permite completar misiones secundarias, algo también es nuevo, además de aumentar nuestras estadísticas cuando la consumimos por primera vez.
Tenemos algunas habitaciones cuya ambientación es totalmente 3D, pero como lo he venido mencionando, en la mayoría de los casos desentona bastante y es un añadido del cual pudieron prescindir. Dentro de lo nuevo, me gustó mucho el manejo de las habilidades cristales y la manera como ir combinándolos con los combos que aprendemos con los libros que leemos.
La calidad, el mayor problema
Efectivamente, Bloodstained es tan buen metroidvania que muchas cosas se pueden pasar por alto, pero a nivel de calidad, el juego queda debiendo bastante y muchos de sus elementos parecen adiciones de último minuto y otros son errores que no se quisieron solucionar. Uno de los más grandes es que el juego se cierra de un momento a otro, lo malo, que si no has guardado, pierdes toooodo el trabajo realizado, pero lo peor es que era algo muy random, así que era necesario estar guardando la partida muy seguido.
El otro de los problemas tiene que ver con los drops. Los enemigos en muchas ocasiones dejan las recompensas en lugares imposibles de alcanzar. Si el nivel es completamente 3D tampoco se pueden tomar y cuando tenemos la habilidad de poder invertir el mundo, tampoco se puede tomar lo que los enemigos dejan. Además mucha de la indumentaria no se ve reflejada en el personaje cuando se le pone.
Donde más sentí la falta de calidad, fue al momento de nadar. El personaje no tiene animaciones de natación y cuando nos entregan la habilidad, la única forma de “nadar” es presionando el botón de salto muchas veces. En el agua encontramos criaturas como medusas, almejas y caballos, de esos que tienen cuatro patas y galopan las llanuras, todo un disparate.
Conclusión
Bloodstained Ritual of the Night cumple lo que promete. Es un sucesor espiritual de Castlevania, que incluso bebe muchísimo de estos títulos, tomando prestadas habitaciones completas, enemigos y armas. Lastimosamente el juego presenta muchos problemas a nivel de calidad y deja ver que necesitaba un poco más de tiempo para pulirse y mejorar mecánicas, como las que tienen que ver con el agua o el temas de los escenarios 3D.
A pesar de los problemas, es un buen juego que se sostiene gracias a sus mecánicas metroidvania, lo que normalmente hace que nos olvidemos de muchos de sus fallos y que siempre genera esa emoción por descubrir lo que se encuentra en la siguiente habitación. Bloodstained llega en un muy buen momento para este género, que continúa al alza y ojalá se mantenga así. [75]
Estoy muy de acuerdo. Es un buen metroidvania.
Pero muy irregular en su desarrollo. Poco original en sus planteamientos. Y con muchos bugs.