Análisis de Catherine: Full Body, una joya solo apta para pecadores

Ha llegado la hora de responder ante nuestros actos. Catherine: Full Body llega a PS4 con la intención de juzgarnos y obligarnos a enfrentarnos a la oscuridad más recurrente: la que escondemos en nuestro interior. Hay tentaciones que resultan irresistibles. Tanto como pecar, mentir y desear.

Donde caben dos…

Hay ocasiones en las que la vida nos lleva a esos extremos en los que las cosas solo pueden ser blancas o negras. No es el caso de Vincent Brooks, un hombre de mediana edad, con un trabajo del que no está muy orgulloso y atormentado por elementos cotidianos como el miedo al compromiso, las cargas emocionales o los dilemas morales que surgen durante el día a día. La historia que todos nosotros hemos podido protagonizar en alguna ocasión, supongo. Porque esta vez las cosas no son blancas o negras; pueden ser de muchos colores. Incluso de rojo pasión…

En mayor o menor medida, todos nos hemos visto alguna vez en la tesitura de tener que elegir. Y no solo eso; también en ese tipo de situaciones en las que estamos a punto de tomar una decisión que tendrá consecuencias en el futuro. A veces acertamos y a veces no. Así es la vida, al fin y al cabo, ¿no? Catherine: Full Body, al igual que el título original, nos lleva al extremo una y mil veces, obligándonos a meditar, decidir y hacer frente a nuestros actos.

Rin no estaba en el Catherine original, ¿qué misterios esconde?

>Sé que estáis deseando conocer a la invitada que hace de esta nueva versión de Catherine algo muy especial. Y siento deciros que, si queréis saber más de ella, tendréis que conocerla en persona porque no me atrevería a estropear a nadie una de las grandes sorpresas del juego. Solo os diré que es una chica muy simpática, atiende al nombre de Rin y lo tiene más fácil para conquistaros gracias a su excéntrica personalidad que a sus aptitudes a la hora de tocar el piano. También me tomaré la libertad de aseguraros que os encantará conocerla. Porque dicen que donde caben dos, caben tres, ¿no?

Golden Playhouse Special

>Lo repetiré al final de estas líneas, pero, por si las moscas, me gustaría dejar claro desde ya que Catherine: Full Body no es una experiencia sustitutoria de la obra original. Porque las novedades hacen acto de presencia desde los primeros compases del juego y la inclusión de un nuevo y trascendental no podía dar lugar a otra cosa sino a una historia renovada y repleta de nuevos matices. Llevamos muchos años pensando en Katherine y Catherine; ahora también debemos tener en cuenta a Rin.

Además, Studio Zero ha querido aprovechar todos estos cambios para diseñar una experiencia más refinada y abierta y eso es algo que vemos en el preciso instante en el que descubrimos que, además de diferentes niveles de dificultad, también podemos disfrutar de la historia sin hacer caso alguno a los puzles. No es que podamos eliminar a esos rompecabezas en los que Vincent se veía inmerso al caer la noche; la decisión ha sido permitir al jugador agilizar todos los trámites para que las pesadillas se sucedan de manera completamente automática.

>Eso sí, los jugadores más aventureros disfrutarán como nunca de los puzles que hacen de Catherine eso, un videojuego de puzles. Al comenzar una nueva partida podemos apostar tanto por mantener la experiencia original seleccionando el modo clásico, como por el nuevo modo remezcla, que coge todos los conceptos básicos del título de 2011 y los amplía gracias a la inclusión de nuevos tipos de bloque y mecánicas inéditas. Novedades que dan lugar a nuevos rompecabezas mucho más complejos y desafiantes que los que vimos en su momento.

Una joya que no sustituye a otra

Catherine fue un título único en su especie que cautivó a todos los que apostaron por confiar en una propuesta tan excéntrica. El título de Studio Zero es único en su especie y resulta prácticamente imposible encontrar alternativas en el mercado. Ahora, Catherine: Full Body llega, remueve los fantasmas de un Vincent Brooks con el que todos nos hemos sentido identificados en alguna ocasión y se convierte en una fantástica oportunidad para que muchos jugadores descubran una obra muy especial. ¿Katherine? ¿Catherine? ¿alguien más? Vosotros sabréis, pero recordad: todo acto tiene sus consecuencias.

Por si queda algún despistado en la sala, os recordamos que el título que tenemos entre manos no es una remasterización. Más bien, podríamos decir que actúa como una ampliación que en ningún momento sustituye a la experiencia original; ambas se complementan a las mil maravillas y proponen un ejercicio de autoanálisis. Porque todos cambiamos con el paso de los años. Estamos ante un título capaz de conectar con nuestros más íntimos secretos y, salvo casos aislados, hoy no somos la misma persona que fuimos hace prácticamente una década. Lo que no ha cambiado con el paso del tiempo es la grandeza de la obra del estudio japonés: Catherine: Full Body es uno de los juegos del año. [95]

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