Análisis de Iredia: Atram’s Secret para Xbox 360




Este proyecto del CEIEC en colaboración con Microsoft Ibérica, el Real Patronato sobre Discapacidad y otras organizaciones relacionadas con las discapacidades auditivas, es el resultado de un concurso promovido por dichas entidades en el que se buscaba la creación de un videojuego que tuviera como objetivo la concienciación y la sensibilización acerca de las personas sordas  y las limitaciones a las que tienen que hacer frente.

El juego nos cuenta la historia de Sara, una niña que espera ilusionada el nacimiento de su hermana para poder tocarle la flauta, deseo que se ve truncado cuando su padre le anuncia que su hermanita ha nacido sorda. Tras esto, Sara entra en un mundo desconocido en el que una extraña mujer, llamada Atram, le enseñará como funciona el oído, que la sordera tiene diferentes grados y que muchos de ellos tienen cura, y que los sordos pueden comunicarse perfectamente mediante el lenguaje de signos, a lo largo de la media hora que dura el juego.

Esta historia se nos muestra en un juego en 2D de scroll horizontal, con una mecánica de plataformas muy simple con la que aprenderemos diferentes cosas sobre las discapacidades auditivas mediante mensajes que Atram nos deja a lo largo del juego, y que tendremos que poner en práctica para superar los niveles. Para comprobar que lo hemos comprendido todo, al final de cada nivel Atram nos hará un pequeño «examen» acerca de lo que hemos visto.

Técnicamente los gráficos (con un estilo de dibujos animados infantiles que le va muy bien al juego) y el apartado sonoro cumplen con su cometido sobradamente, sin ser nada del otro mundo. Siendo el movimiento de Sara el punto flaco del juego, ya que se echan en falta más animaciones, y el salto con la niña es bastante tosco.

Para evaluar un juego de estas características, tenemos que tener en cuenta cual es su objetivo y a que público va dirigido. En el caso de Iredia, cuyo público principal son los niños, estamos ante una propuesta muy interesante, que sirviéndose del atractivo de los videojuegos, enseña varias cosas y conciencia a los niños (y a los no tan niños) sobre el mundo de los sordos, al mismo tiempo que los introduce en el mundo de los videojuegos de una forma educativa y libre de violencia. Dicho esto, y teniendo en cuenta que su precio es ridículo (80 MS Points, que equivalen a 1€), lo considero compra obligada para todos aquellos que tengan hijos pequeños y quieran pasar un rato agradable con ellos delante de la consola.

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