Para aquellos que no lo sepan, este año se cumple el 30º aniversario del nacimiento de uno de los personajes más emblemáticos del mundo de los videojuegos: Pac-Man. Y como todos sabemos, eso es una perfecta excusa para volver a poner en marcha la máquina de hacer dinero lanzar un remake a modo de celebración (y para que Google haga un homenaje muy chulo).
La fórmula, en esencia, sigue siendo la misma: recoger pac-puntos y huir de los fantasmas. Pero hay diferencias significativas en la mecánica respecto al juego original. Para empezar, nuestro objetivo ya no es recoger todos los pac-puntos del laberinto para superar el nivel. Nos irán apareciendo tiras de puntos en cada una de las mitades del laberinto, de manera que si recogemos todos los de una mitad, aparecerá una fruta en la otra mitad, que al cogerla hará aparezca otra tira de pac-puntos en la mitad que hemos dejado vacía. Todo esto teniendo en cuenta que los recorridos que nos van apareciendo están pensados para que encadenemos tiras de una mitad con las de la otra gracias a los túneles que conectan los extremos del laberinto, lo que hace que el juego sea más dinámico.
De este modo tendremos que ir encadenando la consecución de pac-puntos y frutas de la forma más rápida posible, ya que otro de los pilares del juego es el tiempo. Por un lado tenemos el modo «Ataque de puntos» en el que tendremos un tiempo límite (de 5 ó 10 minutos, a nuestra elección) para conseguir el máximo de puntos posible, y por otro lado «Pruebas de tiempo» en las que debemos recoger un determinado número de frutas antes de que se acabe el tiempo que nos dan.
Otro de los cambios importantes reside en los fantasmas. Aparte de los 4 de siempre, ahora encontraremos fantasmas «dormidos» repartidos por el mapa, que se despertarán si pasamos junto a ellos, lo que como supondréis, provocará que nos persigan, formándose así una larga fila de fantasmas detrás de nosotros que dará lugar a espectaculares comilonas cuando cojamos un súper pac-punto que nos permita comérnoslos, teniendo en cuenta algunos fantasmas llevan dentro súper pac-puntos, lo que nos permitirá continuar con el combo aún más tiempo. También es una novedad el hecho de que cuando estamos a punto de ser atrapados por un fantasma, el juego entra en una especie de tiempo bala que nos permite hacer un giro de última hora para intentar escapar, cosa que sumada a que la rapidez del juego va aumentando secuencialmente, le da un ritmo frenético al conjunto. También tenemos cierto número de bombas que nos sacarán de las situaciones más difíciles mandando de un golpe a todo los fantasmas al centro del mapa.
Estas novedades con los fantasmas son la base de otro modo de juego: «Combo de Fantasmas», en el que tenemos que hacer el combo más largo que podamos.
Todo esto tiene lugar en 8 laberintos diferentes cuyos laberintos se ven trabajados, teniendo algunos incluso la propiedad de cambiar conforme nos vamos moviendo por ellos. Por otro lado tenemos un «Modo Oscuro» en el que podemos jugar en cada uno de los ocho laberintos de tal forma que solo veremos a Pac-Man, a los fantamas y a los pac-puntos; y un Modo Libre que tiene como único aliciente practicar en los diferentes laberintos, ya que no tenemos limite de tiempo, y contamos con 99 vidas y 99 bombas.
Los gráficos son un punto fuerte, ya que el juego nos permite elegir entre bastantes diseños diferentes, desde el más clásico hasta el más propenso a producir ataques epilépticos, todos muy vistosos y coloridos. Además podemos combinar los diferentes tipos de gráficos con los diferentes diseños para los personajes de la forma que queramos, personalizando así el juego a nuestro gusto.
En general Pac-Man Championship Edition DX es un juego muy sólido, divertido y que presenta agradables novedades con respecto al juego original. El nuevo planteamiento resulta más frenético y los nuevos modos de juego, complementados con sus correspondientes marcadores online, garantizan bastantes horas de juego.
Evidentemente, no es perfecto: el «Modo Libre» no tiene ningun aliciente, cosa que sería muy diferente si se hubiese planteado como un modo supervivencia en el que empezáramos con pocas vidas y el objetivo fuera obtener tantos puntos como fuese posible antes de morir; y por otro lado, para los tiempos que corren, se echa de menos un modo multijugador en el que, por ejemplo, compitiéramos con otra persona por ser el que más puntos consigue en un tiempo determinado. Pero en cualquier caso, Pac-Man sigue divirtiendo, y mucho, 30 años después.
Si buscáis una experiencia arcade, estáis ante una de las mejores. No cabe duda.
El juego me encanta, pero me quedo con el anterior, el Pac-Man Championship Edition. El DX con tanto efecto y brillos hace que me duelan los ojos tras partidas no excesivamente largas.