Hemos probado simuladores deportivos de mil disciplinas y, de un tiempo hasta ahora, los deportes minoritarios o de riesgo están teniendo su pequeño hueco en la industria. Todo empezó con California Games, lo bordó con la serie Tony Hawk o Cool Boarders y ahora nos llega una disciplina nueva: el vuelo libre. ¿Estás dispuesto a sentir la libertad del vuelo sin motor a 120km/h?
Esta disciplina lleva unos años haciéndose un hueco en todos los telediarios por las impresionantes hazañas que consiguen los ases de este deporte o por accidentes como el de nuestro Álvaro Bultó. Son capaces de rozar el suelo a una velocidad de vértigo con la única ayuda de un traje que simula una ardilla voladora y que les da una libertad total de movimientos en el aire. Ahora Gaijin Entertainment, la empresa tras IL-2 Sturmovik o el nuevo War Thunder, supongo que, aprovechando el trabajo que están haciendo sobre escenarios de vuelo, aprovecha el tirón y la experiencia para enseñarnos el primer simulador de esta disciplina.
Y estamos basicamente con un simulador de vuelo en el que se ha cambiado el avión por un personaje, aquí tenemos 12 diferentes para elegir cada uno con su indumentaria «oficial» u otros con trajes más extraños, como un traje de ardilla voladora o Conde Drácula. Sobre la marcha, al ir haciendo retos, nos desbloquearán dos personajes más, para terminar haciendo un elenco de 14 trajes diferentes. Digo trajes, porque no hay una diferencia real aparte de la meramente estética aunque veamos unas estadísticas de velocidad o capacidad de maniobra. Eso sí, hay determinados logros como hacer que el Drácula aterrice en un castillo, por el que tendremos que usar un personaje específico en una fase determinada.
El aspecto gráfico destaca porque usa unos decorados amplios y bien texturizados. La distancia de visión de nuestro personaje es amplia y disfrutaremos de zonas exóticas como cañones o valles entre montañas antes de poder aterrizar en una playa desierta. Pero tiene errores de bulto, no se si generados a propósito por los propios desarrolladores, como en el momento en el que usamos el movimiento que nos impulsa en el aire, los bordes de los objetos hacen un efecto 3D rojo/azul como si se hubiese pensado en un principio el uso de las 3D en el juego, dando una sensación de profundidad. La realidad es que el efecto queda realmente mal, y no quedándonos con eso, las proporciones de nuestro personaje respecto al entorno están totalmente fuera de lugar y en los aterrizajes veremos que nuestro Skydive es igual de alto que una casa o casi la mitad que una iglesia. Se que lo principal era dar una sensación de velocidad y realismo en los saltos y las aproximaciones, pero este tipo de defectos limitan la percepción sobre el resto del título. El apartado musical es limitado y tenemos la misma canción en los menús, una y otra vez.
El control es muy intuitivo y hace muso del Sixaxis que Sony incluyó en su mando para responder al control de movimientos de Nintendo. Es un sistema de control que hacía tiempo que no utilizaba, más allá del juego de los patos de goma de comienzos de Playstation 3. Los que hayáis jugado a Nights Into Dreams o Starfox estaréis más familiarizados con el concepto de pasar por determinados aros para terminar un recorrido. Al principio esta tarea puede resultar algo confusa por el método de control, pero en este caso, los chicos de Gaijin han trabajado a la perfección y nuestro personaje responde con precisión milimétrica a nuestras ordenes. Es sencillo hacer rasantes por las copas de los pinos mientras intentamos alguna pirueta y en este punto, las piruetas o cabriolas, es donde flojea por la escasa variedad: un giro lateral y dos motales, delante y atrás.
Los amantes de los combos y las puntuaciones altas que quemaban literalmente el mando y la consola jugando a Tony Hawk, se sentirán muy decepcionados. Ya no solo por las pocas opciones más allá de jugarnos el tipo rasando los pinos y haciendo un mortal, Skydive es demasiado corto y poco, por no decir nada, rejugable. En apenas 25 minutos tendremos más de un tercio del juego terminado y en dos horas, tres a lo sumo, el juego con todos los retos completos. Una duración excesivamente escasa para un juego al día de hoy, y más si el apartado multijugador no está a la altura y solo se limita a peleas por el crono contra un fantasma cargado previamente de un contrincante.
Skydive: Proximity Flight no pasará a la historia más allá de volver a darle un uso apropiado al sensor de movimientos del mando de Playstation 3. Es un juego corto, sin un componente adictivo que si tenían otros juegos de deportes alternativos o extremos e incluso con un multijugador aburrido y nada divertido. Aun con sus defectos es una demostración de que es posible dar una sensación de velocidad más allá de los juegos de coches, y de que en lo que a escenarios se refiere, Gaijin demuestra con su experiencia en simuladores de vuelo que está entre los mejores. Un descargable mediocre.
[Nota:60]