De por qué Zombie Panic in Wonderland lo ha partido en Japón

Con mi habitual “velocidad”, aquí os traigo unas cuantas lineas con mi opinión sobre Zombie Panic in Wonderland, la opera prima de Akaoni Studio para Wii Ware. Como mi admiración por su responsable Jose Manuel Iñiguez es por todos conocida (aunque no llega al nivel del amor no correspondido entre Kristian y Glen Schofield), juro en primer lugar que seré imparcial.

Zombie Panic in Wonderland

Zombie Panic in Wonderland

Este titulo de WiiWare destaca por varios motivos, no todos buenos, lamentablemente. Argumentalmente es muy simple, pero bizarro a más no poder en el sentido anglosajón del termino. Sencillas son también las breves secuencias que se intercalan entre los niveles, aunque afortunadamente ofrecen calidad en el dibujo de personajes al estilo manga.

Gráficamente no sorprende, pero tampoco decepciona: ofrece modelos simples, pero grandes y numerosos, tanto en personajes como escenarios. Estos los vamos destruyendo, y en ningún motivo el framerate se ve afectado.

La banda sonora y los FX no son muy variados, pero no puedo dejar de mencionar el tema vocal de la primera fase, toda una maravilla para aquellos atraídos por la cultura japonesa. Para deshacernos de los enemigos podremos elegir hasta cuatro personajes, Momotaro, Dorothy y Blancanieves, además de Alicia como secreto, con dos trajes distintos, al menos los tres primeros (pero que no ofrecen ninguna diferencia jugable); el estilo es de shooter en tercera persona pudiéndonos desplazar únicamente de izquierda a derecha hasta limpiar el nivel, con un limite de tiempo para ello. Las armas también son algo escasas, a saber: ametralladoras ligera y pesada, lanzallamas, y granadas, además de un movimiento exclusivo de cada personaje para liberarse cuando le captura un enemigo.


Escuchad el tema que empieza en el 2:38

En su contra juega su duración, ya que apenas ofrece de cuatro a seis horas, en función del nivel de dificultad (dos seleccionables) y nuestra habilidad (eufemismo para “las veces que la palmemos”). Pero su mayor desventaja es lo repetitivo de su acción: los tres mundos se dividen en tres niveles, siendo el ultimo la morada de un jefe facilón. No hacemos otra cosa que no sea movernos de un lado a otro disparando a cinco tipos de bichos clónicos (y luego diferenciados por el color) que salen del suelo, mientras esquivamos sus proyectiles con saltos. Con los mencionados jefes la sensación de hacer constantemente lo mismo se multiplica, dado que solo tendremos que centrarnos en un solo enemigo con apenas dos o tres patrones de ataque bien coreografiados.

Por lo menos podremos jugar con un amigo a pantalla completa para compartir risas, y obtener un nivel de supervivencia al terminar el juego (en el que no paso del 25 %).

Zombie Panic in Wonderland

Zombie Panic in Wonderland

Resumiendo, aún con errores como no poder detener y salir de la partida más que con el botón Home o muriendo (o no poder acelerar la cuenta atrás en la pantalla de “Continue?” algo nimio pero molesto) Zombie Panic in Wonderland es un juego resultón y que entretiene, que apunta maneras, pero que adolece de un par problemas graves. Si buscas diversión rápida con ligeros toques old school y anime, merece la pena por los mil puntos, o diez euros, que cuesta, pero no esperes el shooter del año con veinte horas de partida y modos on-line (ni gore, es bastante soft).

Afortunadamente, ZPiW ha sido un éxito en Japón, y permitirá a los genios de Akaoni Studio seguir adelante con nuevos y mejores proyectos. Que no es poco.

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