Joy Ride Turbo sorprende gratamente

En ocasiones te toca un juego para darle un vistazo al cual no es que precisamente te llame demasiado la atención, o lo haces solo para pasar el rato. Y muchas de esas veces, es cuando te sorprende gratamente por alguna cualidad. Éste es el caso de Joy Ride Turbo.

En principio, por su estética, por sus capturas y sus vídeos, puedes pensar algo como «Vale, otro clon de Mario Kart con avatares del Live»… y bueno, en principio no andas muy desencaminado. Al fin y al cabo, no deja de ser una secuela del infame «Kinect Joy Ride», una de esas «cosas» que sacaron para la cámara de Xbox 360 y que se manejaba por completo con ella. Podemos dar gracias a Dios al iluminado que se le ha ocurrido quitar el manejo con Kinect. Ahora al menos ya tenemos, como mínimo, un juego normal.

Análisis Joy Ride Turbo

Y digo normal, porque en su faceta «karting» no sorprende nada. Tirando más hacia el estilo de Modnation Racers, pero sin tanta modificación de elementos, y sin el espíritu ni la personalidad de las pistas de Mario Kart, los que lo vean atractivo por este lado quizás se lleven un chasco. Por mucho que los avatares le den ese punto simpático, no consigue el carisma de los personajes de los juegos nombrados anteriormente, los gráficos y la música cumplen su cometido sin más y de hecho… ni siquiera conduces karts. Realmente son coches en su gama turismo deportivo, «camioneto» y «muscle» americano en la vertiente más arcade posible para que predomine la diversión. Sin embargo, aunque la mona se vista de seda, el truco es el de siempre en este tipo de juegos: domina el derrape y vencerás… solo que de una manera más fácil de lo previsto en primera instancia.

Para ello también nos vamos a apoyar en la recurrente barra de «Turbo» que iremos recargando según el grado de derrapes, piruetas y cabriolas que realicemos. Y esto último es bastante importante, ya que va a ser la parte más divertida a la. Estas piruetas las realizaremos cuando estemos en el aire, girando los sticks analógicos de forma que podamos realizar diferentes movimientos, como si fuéramos un gimnasta en el aire con un coche acoplado. Contra más complicadas y largas, más turbo tendremos.

Análisis Joy Ride Turbo

Por supuesto tampoco nos faltan los objetos en pista con los que fastidiar a los rivales (o que ellos nos fastidien a nosotros). Si bien la I.A. no es para nada del otro mundo y deberemos recurrir a las partidas online para sacarle el mayor provecho posible, podremos divertirnos con las cajas que nos proporcionarán armas en forma de lluvia de explosivos o misiles teleridigidos…. nada que no hayamos visto en otros títulos una vez más.

Todo esto que hemos hablado hasta ahora se engloba en la modalidad de las Series de Campeonato en las cuales iremos pasando pruebas en diferentes categorías, según el tipo de coche que manejemos. Muy al estilo cilindrada de Mario Kart. También tendremos los clásicos modos de Carrera Rápida y Contrarreloj, además de los de Carreras de Combate -con el evidente uso de objetos bélicos- o Carrera Pro -sin el uso de los mismos – ambas también disponibles para modalidad online para hasta 8 jugadores a la vez, o 4 a pantalla partida en modo local.

Pero donde el juego gana enteros es en la modalidad de Parque de Acrobacias. Y aquí es donde realmente merece la pena darle una oportunidad, ya que el juego pasa de un simple juego de karts, a una cosa más parecida a un Tony Hawk con coche calzado en lugar de monopatín.

Análisis Joy Ride Turbo

Y gana en todo, porque entonces, los anodinos circuitos se convierten en dos grandes espacios abiertos con colinas, zonas de saltos, cañones, loopings donde probar todas las habilidades que podamos enganchar sin fallo y al mismo tiempo, ir recogiendo las monedas y trofeos que oculta cada escenario -necesarias para desbloquear los 42 vehículos del título-, compitiendo a la vez, con otros jugadores que se encuentren en línea, pero sobre todo, compitiendo contra sus puntuaciones. Realmente es aquí y no en las carrera «pura y dura» donde se encuentra la diversión de este Joy Ride Turbo. El único problema es que solo hay 10 circuitos de los que disfrutar y siete de ellos ya estaban en Kinect Joy Ride. Pero eso es en las carreras, porque en el parque, solo disponemos de dos. Y aquí quizás se echa de menos un editor, a lo Trackmanía o Modnation Racers para sacarle todo el jugo al título y darle más variedad.

Así que de un juego de carreras de karting, pasamos a un buen y divertido reto de acrobacias que nadie esperaba y donde estarás la mayor parte del tiempo. Pero no nos engañemos, porque el juego no da para más. No llega al nivel de los juegos con los que lo hemos ido comparando durante este texto, aunque si supera, en mi opinión a cosas como Sonic & Sega All Star Racing y al menos, es una buena y barata alternativa si te sobran algunos puntos (solo cuesta 800), para pasar un buen rato si solo posees la consola de Microsoft y no tienes el dinero suficiente para hacerte con Trials HD, que siendo más caro, también te dará muuucha más diversión a corto y largo plazo. [70]

  1. La foto del análisis es la del Dirt otra vez o.o
    ¿que estáis haciendo chicos que no ha habido ni una noticia en 24 horas? Mi dosis de AKB no está saciada XD

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