Aunque aún no ha pasado ni un mes desde que Nintendo mostró sus cartas en el E3, hemos tenido la genial oportunidad de acercarnos al showroom de Santa Engracia, en Madrid, para probar los juegos de la compañía de Kyoto en Wii U y 3DS.
A pesar de que decidí ir al Nintendo Open Day por la mañana pensando que la cosa estaría mucho más despejada, el local estaba a rebosar de compañeros de otros medios. Splatoon ha sido uno de los títulos protagonistas, gracias a la conexión que había entre las máquinas del evento, que permitía jugar partidas de hasta 8 jugadores.
El título está enfocado al multijugador. Las partidas son rápidas y bastante frenéticas; en ellas compartimos equipo con otros 3 compañeros y nos enfrentamos a otros 4 rivales. ¿El objetivo? Cubrir de pintura la mayor superficie posible. Por supuesto, también podemos dañar a los rivales y matarles, algo que conlleva un tiempo de respawn considerable, aunque en cualquier momento, con tocar el avatar de uno de nuestros compañeros en la pantalla del gamepad, nuestro personaje saldrá volando hacia su posición, permitiendo que nos reincorporemos rápidamente a la partida. Los controles son sencillos e intuitivos, y el acelerómetro del mando se combina con el manejo del stick derecho para llevar la cámara y apuntar.
El título es divertido y engancha bastante, pero habrá que ver si al final Nintendo opta por incluir alguna opción para un solo jugador, o mucho me temo que puede pecar de ser demasiado simple para dedicarle tanto tiempo al multijugador.
Por supuesto, Super Smash Bros para WiiU (sí, parece que finalmente se va a quedar con ese título) ha sido el juego estrella de la sala. Todas las consolas contaban con el adaptador para mandos de Game Cube y la sensación que se tiene al jugar no difiere en absoluto a la que podemos experimentar con las dos últimas entregas: los controles son idénticos y la respuesta es inmediata. En el apartado técnico, el juego mantiene un framerate estable que ni siquiera se ve afectado cuando se juntan un gran número de efectos visuales en pantalla, al invocar varios ayudantes, usar ítems explosivos, ataques de la bola Smash… Gráficamente tampoco puedo sacarle ninguna pega. El salto a WiiU se nota, y el aspecto es muy colorido y cuidado, así que el conjunto, en movimiento, luce de escándalo. Personalmente me he divertido mucho probando a personajes nuevos como el aldeano, Little Mac o Megaman, pero algunos hemos salido con la sensación de que hay miembros de la plantilla de luchadores que están un poco overpowered, como Samus Zero Suit o Samus.
La versión de 3DS, ha supuesto una agradable sorpresa. Dado que (de momento) no tengo WiiU, me interesaba más probar el juego en esta plataforma, para comprobar sobre todo, si en una pantalla así de pequeña iba a ser posible jugar a un título así de frenético y alocado. Pues bien, tanto en la versión XL como en la original, en ningún momento me he perdido o he notado alguna dificultad añadida; si bien es innegable que en el modelo grande se juega mucho mejor. Al igual que en su hermana mayor, el juego mantiene un framerate excelente aún con el 3D activado. He experimentado una leve caída puntual en un momento en el que los 4 integrantes de la partida hemos muerto a la vez, pero ha sido algo que no ha afectado en nada a la jugabilidad.
Me ha gustado especialmente el modo aventura, en el que al igual que hacíamos en algunas fases de Melee o en el Emisario Subespacial de Brawl, recorreremos diferentes niveles plataformeros derrotando enemigos y, esta vez, recogiendo potenciadores y trofeos que posteriormente podremos usar en el combate que se librará al final del recorrido.
Una vez más, las capturas de 3DS no hacen justicia al ingame y, aunque debido al tamaño de la pantalla y a la potencia de la consola, la distancia con la versión de WiiU es bastante grande, el juego cumple sobradamente en el apartado artístico, al que debemos sumar el plus del efecto 3D que en algunos escenarios queda realmente impresionante y se perfila como uno de los mejores del catálogo de la consola.
No obstante, hay algo que me ha dejado un poco mosca. Tras hacer numerosas pruebas con los mismos personajes en la versión de WiiU y de 3DS, no conseguía librarme de la sensación de que, en la portátil, todo transcurre más lento. No es problema del framerate, simplemente todo parece ser más frenético y rápido en la consola de sobremesa. Tras comentarlo con algunas personas, creo que puede deberse a la diferencia de control que da una portátil y un mando, ya que, por ejemplo, el stick de Game Cube es mucho más sensible a la doble pulsación que hay que hacer para correr.
Visto el Smash, el salto lógico era hacia otro de los anuncios que más llamó la atención en el E3 y que guarda relación con este juego: los Amiibo. Las controvertidas figuritas de Nintendo, cuyo precio aún no está claro pero que debería oscilar entre los 10 y los 15€, son una auténtica chulada, para qué nos vamos a engañar. El tamaño es similar al de las figuras Disney Infinity, y el nivel de acabado y detalle me ha sorprendido agradablemente. Los personajes más sencillos están pintados cuidadosamente, mientras que los que son más realistas, al contrario de lo que parecía en las fotos, no van a salir perdiendo, sino que también tienen un modelado y color muy buenos. Lamentablemente, no he podido experimentar con la interacción entre el NFC del gamepad y las figuritas, ya que estas solo podían admirarse desde el exterior de la vitrina en la que estaban.
Con el Zelda de WiiU yéndose a 2015, los fans del Héroe del Tiempo tendrán que conformarse con Hyrule Warriors; pero no leáis esto como si fuese un triste premio de consolación, porque el juego tiene una pinta magnífica. El gameplay es fluido y no se ve empañado por ningún fallo técnico por muchos enemigos que haya en pantalla. Además, para qué mentir, ver a Link repartiendo en un musou ambientado en el universo de Zelda es fanservice puro y duro. El aspecto gráfico personalmente me encanta, y firmaría sin dudarlo por una entrega de la saga principal que lo copiase tal cual. Habrá que ver, eso sí, si el número de personajes controlables hace honor a lo que nos tiene habituados el género y si el título no acaba reduciéndose a un machacabotones indiscriminado.
Si hay un juego del que no me preocupa en absoluto que pueda reducirse a machacar un ataque para avanzar, es Bayonetta 2. El juego de Platinum Games mantiene su magnífica jugabilidad y es vicio puro. No sé hasta qué punto se puede tachar a un third party de vendeconsolas, pero desde luego está claro que este estudio va a colocar bastantes copias en las estanterías de los jugones porque con lo poquito que he podido probar en el evento y en la Games Week en su día, no me queda ninguna duda de que no solo han conseguido mantener la calidad de la primera entrega, sino aumentarla.
Apurando el poquito tiempo que me quedaba, he podido echarle un vistazo a Yoshi Yarn, visualmente muy mono y cuidado, pero el nivel disponible era aburridamente fácil; Capitán Toad, que me ha enamorado a pesar de no haber tenido oportunidad de catar Super Mario 3D World; Kirby Wii U, que me ha dejado la sensación de ser carne de 3DS más que de Wii U y, finalmente, Mario Maker, que sigue poniéndome los dientes muy largos con los ejemplos de niveles endiabladamente complicados que hacen pensar en joyas como VVVVVV o Super Meat Boy en cuanto al combinado dificultad-jugabilidad se refiere.
¿Cuál es mi impresión general? Nintendo sigue siendo la misma y sigue apoyándose en los mismos pilares. Sus propuestas no son nada revolucionario respecto a su línea actual, pero sagas como Smash Bros no necesitan sacar los pies del tiesto porque con los ajustes jugables y la adición de contenido que sufren, aguantan cada generación estupendamente. Por otro lado, me cansa un poco recurrir a las ambientaciones «handcrafted» como hacen Yoshi o Kirby, más aún cuando la temática de costura ya fue explotada en Wii. Todos somos conscientes de que Nintendo no vende gráficos de última generación, pero WiiU puede dar mucho de sí con la estética colorida y preciosista típica de las sagas estrella (ya lo hemos visto en Mario Kart o en Super Mario 3D World) y tirar de gráficos demasiado simples pero que siguen siendo bonitos, es la vía fácil.
Por otro lado, hay algo que me ha dejado encantada, y es que en absolutamente ninguno de los juegos que he probado, he experimentado un solo fallo técnico. El framerate, algo imprescindible para que la experiencia jugable sea óptima, se mantiene estable en todos los títulos, y esto es motivo de alabanza cuando hablamos de juegos como Bayonetta (que menuda versión nos comimos los poseedores de PS3) o Smash Bros. Deberíamos dejarnos de chispitas, lens flare, 1080p y poner como prioridad poder disfrutar de un título sin rascadas ni parones. Puede que Nintendo tenga deberes pendientes intentando exprimir gráficamente su consola y saliéndose de una vez de esa «zona de confort» de cosas monas y coloridas, pero en este apartado me tengo que quitar el sombrero ante ellos. Así da gusto jugar.
Para terminar con la cobertura del Nintendo Open Day, os dejo una galería con fotos más detalladas de las figuras Amiibo para que vayáis ahorrando, y por supuesto, desde AKB agradecemos enormemente la invitación al evento por parte de Nintendo.
Genial report, Nao!!! 🙂 diciendo las cosas por su nombre en las críticas y alabando las buenas, así deberíamos hacer todos en todos los casos… excelente!
Gran evento cargado de todo lo bueno de Nintendo y, tengo que reconocerlo, los muñecos son amor.
Menuda cobertura… y menudos Amiibos… los quiero todos.
Ya he puesto en la lista de compras al Capitan Toad y al Yoshi Yarn
Esa cosita de nada llamada Bayonetta 2… ains!
Que además incluirá el primero remozado, ¿norl?
PD: Bien, Nao.
El prime viene en la version fisica, aunque dudo que remozado.
Me suena haber leído las dos cosas juntas hace días.