Balance del TGS 2006

Un año más termina la gran feria nipona que este año ha ganado en importancia tras el anuncio del fin del E3 tal y como lo conocíamos. No obstante el show de Tokyo sigue siendo una feria japonesa y, lo que es más importante, para público japonés, por mucho que nos empeñemos en seguirla desde Occidente, donde las ferias locales al estilo X06 o las planificadas por Nintendo y Sony antes de las salidas de sus consolas de nueva generación parece que van a predominar los próximos años.

Por ello Nintendo no apareció por la feria; lleva años sin hacerlo. No le gusta mezclarse con el resto de estudios, desarrolladoras y demás magnates de la industria. Con DS y la próxima Wii ha dejado claro que va por libre, a su aire, sin seguir las normas del mercado. Su presencia en la feria fue simplemente testimonial merced a la aparición de algunos de sus juegos en stands de third parties, pero el público se quedó sin catar el mando que tanto ansía.

Por otro lado tenemos a una Microsoft que no levanta cabeza en Japón, con continuos recortes de precio y reestructuraciones internas que la han llevado a tener un precio más bajo que el anunciado para Wii. Ventas semanales que raramente llegan a las 1000 unidades son una constante. Pero algo de aire fresco, una pequeña bocanada de vida ha llegado a la boca de los de Redmond. Tres nombres grandes en la industria del ocio japonés han tocado la fibra del público nipón: Sakaguchi, Toriyama y Mistwalker. Títulos de rol japonés al más puro estilo Final Fantasy que esperan lograr que Xbox 360 resurga de unas cenizas que parecían apagadas.

Y por último la gran ganadora. Sony. Tras un bochornoso y decepcionante E3 2006 donde rozaron el ridículo, la promesa de que PS3 sería jugable en el TGS se cumplió. No siempre iban a mentir. Y lo que han enseñado, a lo que han dejado jugar, ha superado ampliamente las expectativas más optimistas. Metal Gear Solid 4 se está convirtiendo en algo real más allá del concepto de guerra futura que visiona Kojima y su equipo parece estar poniéndose las pilas para sorprendernos. MotorStorm cada vez se parece más al infausto video que junto al polémico Killzone 2 levantó ampollas entre la asistencia a la feria californiana en 2005. Lair se presenta como una alternativa creíble a los clásicos shooters on-rails del estilo Panzer Dragoon. Devil May Cry 4 es la prueba de que Capcom sigue apostando fuerte por Sony. Pero por encima de todo eso fue la calidad gráfica y el grado de optimización que presentaban algunos de sus juegos. Es pronto para decidirse, pero la pugna 360 – PS3 por alcanzar el techo tecnológico y la espectacularidad visual está más apretada que nunca.

Pero no sólo fueron los juegos, que los hubo. Sino porque finalmente quedaba claro que PS3 existía más allá de las oficinas de Sony, porque la gente pudo verla, tocarla, oir como rugía ese lector de blu-ray que tantos problemas de fabricación está dando. Porque el sueño de muchos se hacía realidad. Pero no el nuestro, que no la podremos disfrutar este año y porque el recorte de precio anunciado para Japón como de costumbre no nos afecta. Vivir para creer.

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