Bloodborne para PlayStation 4, primeras impresiones

El lamento de las oxidadas puertas nos hace temer el surgir de nuevas pesadillas. Ya había sido duro cercenar las cabezas de los numerosos perros deformados que me había encontrado en mi camino pero tenía el presentimiento de que todavía me esperaba lo peor. La supervivencia era un bien sobrevalorado en este demente pueblo: Yharnam. Maldita. Desolada. Aterradora.

BloodBorne Logo

La esperanza había abandonado hace mucho tiempo ese lugar. Traspaso las puertas no sin antes escuchar unos lamentos que provienen de más adelante. Curioso, me acerco para descubrir mi propia muerte: ensartado en una de las lanzas que estos malditos utilizan. Vuelvo al Sueño. No dudéis. Otra vez de vuelta. Es el ciclo de Yharnam.

From Software ya ha demostrado que sin demasiados medios, se pueden hacer experiencias que enganchen a jugadores de medio mundo. Sólo hay que ver el éxito de las entregas de la saga Souls que, aunque no sean amables con aquel que ose enfrentarse a ellas, han sabido equilibrar la frustración con memorización y una patente mejora en las propias habilidades, creando retos que nos pueden tener enganchados durante incontables horas hasta que los dominemos. Pero en From Software pensaron que ya era hora de cambiar de tercio. Las mentes pensantes decidieron que ya era hora de abandonar la estética medieval y adentrarse en nuevas tierras. En esta tesitura, llega Bloodborne para encerrarnos en su mundo de maldiciones, cazadores y, por supuesto, de dificultad.

Al estar próximo el lanzamiento de este sucesor espiritual, desde Sony nos invitaron a disfrutar de una hora con el código preview de Bloodborne. Como queríamos sufrir un rato, no nos quedó otra que aceptar para recibir una transfusión de sangre maldita de Yharnam en completo español. Sí. En una época donde se busca reducir los costes cada vez más, Bloodborne es el primer juego que recibiremos de From Software doblado íntegramente al español, hecho insólito pero que demuestra cómo ha ido creciendo esta pequeña desarrolladora en tierras occidentales a lo largo de los últimos años. Aunque pueda levantar ciertas suspicacias, lo escuchado hasta ahora está a buen nivel, con interpretaciones acordes al ambiente tétrico y el misterio que siempre rodea a todos los personajes de la obra de From Software. Esperemos que, para los puristas, den la opción de cambiar el idioma en cualquier momento de la partida.

Como en todo lo relacionado con la saga Souls, lo primero que tocaba hacer era crear nuestro personaje. Aunque nunca se han caracterizado por la variedad de opciones como, por ejemplo, The Elder Scrolls, el editor ha ganado un poco en profundidad pero sin dejarnos hacer demasiadas triquiñuelas: posibilidad de modificar los rasgos del personaje, sexo, pelo y poco más. La gran diferencia se encuentra en la elección de clase: aquí se llaman Actitudes, las cuales determinarán las características de nuestro avatar. En la prueba elegimos la actitud Pusilánime, equilibrada y perfecta para principiantes o para una primera partida donde nos empezaremos a familiarizar con el sistema de Bloodborne.

Una vez creado nuestro personaje, era hora de recorrer la clínica en la que nos despertamos después de la tan temida transfusión. Los veteranos ya lo sabíamos pero los novatos todavía se siguen sorprendiendo: moriremos pronto, tan pronto como nos encontremos nuestro primer enemigo. Aquí no hay un Vanguard como en Demon Souls o la posibilidad de derrotar a un jefe, no sin dificultades, como en Dark Souls. Sólo estás tú desarmado frente a un lobo que te hará trizas en cuanto te rindas a la evidencia de que no le haces ningún daño.

Pero la muerte no es el final: aquí en vez de volver a la última Hoguera, llegaremos a un lugar llamado el Sueño del Cazador, similar al Nexo de Demon Souls, donde podremos obtener nuestras primeras armas, encontrar unos deformes seres que nos ofrecerán comprar objetos, y mejorar nuestras armas a través de las piedras de sangre y la experiencia acumulada. Frente al Nexo que comentábamos, todas las zonas del Sueño del Cazador no estarán abiertas desde el principio: un cementerio que se encuentra apartado o una iglesia en la que sólo podremos adentrarnos una vez hayamos muerto por segunda vez (y tranquilos, que no tardaréis mucho) serán lugares no accesibles a priori. Para volver a las calles de Yharnam, utilizaremos una serie de lápidas que se encuentran dispuestas en el Sueño del Cazador.

De vuelta al mundo real, ya era hora de darle su merecido al lobo que nos había masacrado por primera vez y familiarizarnos con el sistema de combate. Aunque no difiere en demasía con respecto a la saga Souls, nos encontramos con varias novedades que lo hacen diferente. En primer lugar, no hay escudo. Ya no podemos resistir ante los ataques enemigos sino que ahora toca esquivar y rápido. Esto sacrifica cierta variedad a la hora de adoptar tu propia forma de jugar pero da lugar a combates mucho más dinámicos donde resistir no es una opción y prever los movimientos de tu oponente es una necesidad. Se acabó el aguantar andanada tras andanada de golpes. Vive o muere pero no hay lugar para estatuas.

BloodBorne Enemy

Gracias a la pérdida del escudo, ahora tenemos las dos manos disponibles para poder empuñar dos armas bien distintas. En la derecha, nuestra arma principal, una especie de hacha con truco. Con R1, ataque débil. Con R2, ataque fuerte. No muy diferente a lo ya conocido, ¿verdad? La gran novedad es el truco, un mecanismo que permite cambiar la forma en la que manejamos nuestra arma, convirtiéndose en una especie de guadaña que daba un mayor alcance pero aumentaba el peso de nuestro arma, haciendo nuestros movimientos lentos pero devastadores.

Además, este truco puede ser activado en cualquier momento con L1, de manera que podamos modificar nuestro ataque en tiempo real. Esto en la práctica permite modificar la forma en la que encaramos los combates de manera que no combatiremos igual frente a una turba de enemigos lenta que frente a un perro que se mueve de forma muy rápida. Una muy buena adición que hará las delicias de aquellos que echaban en falta algo más de variedad en el transcurso del combate.

En la otra mano, tendremos la pistola o trabuco que nos equipemos. Como toda buena arma de fuego, necesitaremos munición, la cual nos darán nuestros enemigos cuando caigan muertos… pero nunca será suficiente. La bala de mercurio es la munición normal pero también podemos utilizar los llamados viales de sangre, obtenidos de los enemigos, para tener más munición a cambio de parte de nuestra vida. Estos viales a su vez sirven para recuperar la vitalidad. En nuestra mano, está decidir si gastarlos en un mayor poder ofensivo o en mantener nuestra vida al máximo. Abandonamos la limitación de Estus para tener que gestionar por nuestra cuenta los recursos proveyendo de una nueva dimensión a la hora de afrontar nuestros paseos por el escenario.

Podéis pensar que conque no se utilice el arma de fuego, listos y así no debéis gastar preciados viales. Sois más de corto alcance, ¿no? Craso error. Los ataques por la espalda y los parries de la saga Souls han desaparecido pero han introducido el ataque visceral, aumentando la complejidad a la hora de coger a los enemigos desprevenidos y hacerles cantidades brutales de daño. Para conseguir realizar el ataque visceral, tendremos que desequilibrar al enemigo con el arma de fuego, disparándole en el momento justo para que se hinque de rodillas ante nosotros y podamos rajarle las tripas. Todo un cambio que busca suprimir un estilo de juego que no hacía ningún favor a nadie, sobre todo en el online.

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Ya familiarizados con el nuevo sistema de combate, nos pusimos a recorrer las calles de Yharnam. Llenas de atajos y puertas por abrir, la ciudad juega en mayor medida con la verticalidad. Las escaleras son un elemento que se repite bastante. La disposición de los enemigos, haciendo uso de diversas alturas y superioridad numérica combinándose habilidades a corto y largo alcance, nos ponen en numerosos aprietos. Por supuesto, no podían faltar oponentes que imponen ya de por sí bastante en su aspecto, pero que también suponen un gran reto a la hora de derrotarles. Desafortunadamente, en la hora que estuvimos no pudimos enfrentarnos contra ningún jefe final debido a un avance bastante correoso aún habiendo tomado las correspondientes precauciones.

A la tensión contenida por saber que el próximo enemigo que nos encontremos puede ser nuestro verdugo, se añade la magnífica ambientación que han sabido crear en From Software. Gritos en la lejanía; risas ahogadas; habitantes detrás de las puertas, desconfiados, asustados ante la noche eterna que se cierne sobre Yharnam; altares diabólicos donde los aldeanos se reúnen, pidiendo ayuda mientras nos atacan… Bloodborne nos hace sentir el peso de la ciudad a través de nuestros auriculares, dando más importancia a los efectos de sonido que a una banda sonora casi inexistente. Nosotros lo pudimos probar con unos auriculares y la experiencia es altamente recomendable por cómo te sabe meter en el ambiente.

Pero no sería lo mismo si el sonido no fuera acompañado por unos escenarios que lo magnificaran. Yharnam está recreada con todo lujo de detalles pero From Software nunca ha sido muy dada a alcanzar la excelencia gráfica. Si alguien se esperaba el nuevo exponente de la presente generación, que vuelva por donde ha venido. Es verdad que hay ciertos aspectos que lucen bastante bien pero seguimos encontrándonos con alguna caída de frames que otra, y algunas texturas que desentonan con el conjunto. Eso no es óbice para reconocerle un diseño exquisito de los enemigos y personajes con los que nos encontramos en la hora que pudimos jugar.

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En definitiva, From Software no ha escatimado esfuerzos en intentar separarse de una saga de reconocido éxito. Aunque a primera vista parece que encierre demasiadas similitudes con los Souls, Bloodborne es diferente: desde una ambientación que cambia de tercio pero que sabe mantener la magia y el misterio que imbuye a todas sus obras, hasta un sistema de combate donde se ha decidido adoptar un par de mecánicas nuevas que suponen un soplo de aire fresco, sin abandonar las señas que han hecho grande al estudio de desarrollo.

Bloodborne no será el videojuego que nos venda la nueva generación por su aspecto o por ofrecernos algo nuevo, pero seguramente lo que han montado los japoneses nos tendrá enganchados un buen número de horas. Ahora, tumbaos en la cama y preparaos para convertiros en cazador. ¡Recibid la sangre maldita de Yharnam! ¡Recibid la muerte y la salvación!

    • Y normal. No hay nada que llame de la next-gen todavía. A ver si sale algo potente. A Bloodborne se le echa en falta un poco más de riesgo y separación de la formula Souls.

  1. Que bueno el texto, casi parece un análisis. Ganas de jugarlo, no soy muy fan de la saga Souls pero como dices, tuve acceso a al beta y lo poco que jugué ya se ve algo diferente.

  2. Este juego da ganas de comprarse una ps4. La anvientacion me recuerda mucho a la saga Batman. Este sistema de lucha sin posibilidad de usar un escudo o una voltereta que nos de unas decimas de invulnerabilidad a mi entender crea una jugabilidad «dinamica» donde quedarse quieto significa muerte. Y junto a la experiencia constatada de FROMSOFTWARE crean un juego digno para empezar la andadura en ps4.

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