Un año más, los premios al Mejor Juego del Año, también llamado GOTY 2022, destacan por presentarnos varios candidatos en una lista rebosante tanto de variedad como de calidad. Y en mi caso, no podía perder la ocasión de reivindicar a una de las sorpresas del año: Signalis.
Un survival horror de aquellos
Rose-Engine sabía perfectamente cuál era su público objetivo y no era otro sino el que tanto disfrutó durante los 90 de esa particular visión del survival horror basada en exploración, gestión de recursos, un gran diseño de niveles y el backtracking, eso que tanto nos gusta porque nos propone regresar a explorar nuevamente ciertos lugares cada vez que encontramos una llave u objeto clave.
No es preciso explicar mucho más, ya que solo hay que recordar cómo eran los primeros Resident Evil o Silent Hill, para saber perfectamente cómo es Signalis. Porque jugarlo es como viajar al pasado y disfrutar de cualquiera de esos títulos que conquistaron a los amantes del género durante la quinta generación de consolas.
Por si fuese poco, el Signalis no solo presume de interpretar a la perfección la fórmula; también destaca por una elaborada historia de ciencia ficción, una atmósfera fascinante y mecánicas tan interesantes como el uso de la radio, las luces y el sonido a la hora de resolver puzles o hacer frente a los enemigos. Llegó sin hacer ruido y sus notas de más de 80 en Metacritic no son fruto de la casualidad.
Es muy probable que Signalis no sea el juego del año, ya que en este sucede lo mismo que en otros premios como el popular Balón de Oro en fútbol; lo normal es que lo gane Leo Messi a poco que esté bien, pero ¿acaso no es compatible con reivindicar a otros cracks como Kevin De Bruyne, Neymar o Thibaut Courtois? No importa si se lleva el galardón a casa o no: si te gusta el terror y la ciencia ficción, te conquistará.