Domina las alturas con Gravity Rush

Hace algo menos de un mes que se puso a la venta Gravity Rush en Europa para Vita. Ha sido desarrollado por Japan Studio, pertenenciente a Sony y conocidos por juegos como Ape Escape, Patapon o Loco Roco. Ha tardado algo más de cuatros meses en llegar por aquí desde que se pusiera a la venta en tierras niponas, pero sin duda, la espera ha merecido la pena.

El argumento del juego gira en torno a Kat, una chica con amnesia que intenta recuperar la memoria mientras ayuda a la gente de una ciudad llamada Hekseville, para protegerlos de unos extraños seres llamados Nevi que les están atacando. Para ello cuenta con la ayuda de un gato al que decide llamar Dusty que le permite controlar la gravedad.

La historia del juego está dividida en capítulos y se narra mediante viñetas de comic, dibujadas en varias capas, que dan un efecto bastante interesante al girar la consola, diálogos de texto traducidos perfectamente al castellano y algunas secuencias realizadas con el motor de la consola o pre-renderizados, pero perfectamente integrados con el juego. Para completar la presentación, de vez en cuando aparecen algunas partes dobladas en un idioma inventado que suena parecido al francés.

Se trata de un juego de aventuras en tercera persona, aunque podemos ponerlo en primera persona para desplazarnos si así lo deseamos, pero en mi opinión, sólo es anecdótico y la mayor parte de la gente no usará esta opción. Tendremos la posibilidad de desplazarnos a nuestro antojo por una enorme ciudad, por lo que puede parecer a simple vista que se trata de un sandbox, pero nada más lejos de la realidad. El juego sigue una estructura de capítulos y misiones de desafío. En todo momento se muestra en el mapa del juego dónde está el comienzo del siguiente capítulo, (cuando terminemos el anterior) dónde hay gente con la que podemos hablar y los lugares donde activar las misiones de desafío. Se puede seleccionar cualquiera de ellos para que te indiquen la dirección en la que se encuentra y la distancia. Por supuesto, se puede explorar la ciudad, pero salvo cristales para recolectar y alguna cosilla más, el juego invita en todo momento a seguir con la historia.

Al principio sólo está disponible un barrio de la ciudad, que por sí sólo ya es bastante grande, aunque tras conseguir nuevos poderes y mejorar los que ya tenemos, se agradece que se vayan abriendo nuevos barrios para explorar a medida que se progresa en la historia. A mi, personalmente, me parece un acierto que no hayan tirado por el modelo sandbox y hayan centrado la progresión en la historia, que resulta muy variada de principio a fin, tanto argumentalmente como por las mecánicas de juego, que si bien no son demasiadas, sí que le aplican muchos pequeños cambios a lo largo de la aventura para que nunca resulte monótono. Casi cada capítulo trae alguna sorpresa agradable.

Aunque se puede correr por el escenario, el punto fuerte del juego es el control de la gravedad, por lo que la mayor parte del tiempo estaremos flotando en el aire. Con un botón podremos desactivar la gravedad y mediante el uso del stick derecho y el giroscopio indicaremos hacia donde queremos que se aplique la gravedad una vez la volvamos a activar, permitiéndonos así, entre otras cosas, realizar los desplazamientos por el escenario a gran velocidad. El tiempo que podemos controlar la gravedad es limitado y se controla mediante una barra. Cuando se consume entera, la gravedad vuelva a la normalidad y, pasados unos segundos, dicha barra volverá a llenarse sola. Una vez se avanza en el juego, ese consumo es casi anecdótico, pero en mi opinión, ayuda a la inmersión al comienzo del juego al realzar el efecto de descubrimiento de los poderes por parte de la protagonista.

El sistema de combate del juego es quizá demasiado simple. Se pueden esquivar los enemigos tocando la pantalla y darles patadas, pero estos elementos, salvo en contadas ocasiones, no resultan excesivamente útiles tras los primeros enemigos. Al final la mayoría de los combates se reducen a ponerse en el aire, apuntar hacia un enemigo y soltar una patada de gravedad, que consiste en salir disparado hacia nuestro objetivo con el pie por delante. El probablemente el apartado más flojo del juego. Está bien que no hayan querido añadir más complejidad, pero algunos combates, sobre todo si hay muchos enemigos, acaban por hacerse un poco monótonos.

Para completar el surtido de poderes, se cuenta con un campo estático que permite coger y lanzar objetos, un deslizamiento de gravedad, que se activa pulsando los dos extremos inferiores de la pantalla y permiten movernos por el escenario derrapando mediante el uso del giroscopio, y varios ataques especiales que hay que encontrar en el escenario para adquirirlos por primera vez.

Las habilidades se pueden ir mejorando mediante el uso de unos cristales púrpura que se pueden conseguir de varias formas. Una de ellas es recogiéndolos por el escenario. La otra es completando las misiones de desafío. Al aproximarnos a una e interactuar con ella, podremos intentar superarla y, en caso de hacerlo, se nos dará una calificación de oro, plata o bronce si hemos alcanzado la puntuación especificada en cada caso y una recompensa en cristales. También podremos consultar nuestra mejor puntuación y compararla en un ranking online.

Hay varios tipos de desafíos distintos, como por ejemplo la Contrarreloj, que consiste en eliminar al máximo número de enemigos antes de que se acabe el tiempo, o la Carrera Libre, en hay que completar un recorrido en el mínimo tiempo posible utilizando todas nuestras habilidades de gravedad, aunque no son los únicos. Hay otros más raros, como la Prueba de Taxi en la que hay que coger a los viandantes con el campo estático y llevarlos hasta las escaleras de entrada de una estación de tren. Hay varias pruebas distintas en cada uno de los barrios en los que se divide la ciudad.

Junto con los cristales repartidos por el escenario, la exploración de la ciudad sirve para buscar teletransportes para movernos más rápidamente y a dos personajes que se encuentran escondidos en varios puntos de la misma y cuentan una historia bastante interesante de lo que les ocurrió. Cada vez que encontremos a uno, nos contarán un poquito más de su pasado y de porqué están donde están. Se trata de una pequeña historia, independiente de la principal, bastante curiosa y que merece la pena ver completa.

Gravity Rush usa un estilo Cel-Shading para los personajes y escenarios con estética steampunk que le sienta de maravilla al juego. Antes de comenzar a jugar tenía miedo de encontrarme con bajadas de los fotogramas por segundo, a tener una ciudad entera, poder mantenerse en el aire y ver toda la ciudad entera en la lejanía. Por suerte, el juego va fluido en todo momento, gracias a un buen uso del LOD (level of detail) en el que sólo se ve la silueta de las partes más lejanas de la ciudad y hasta que no nos acercamos a ellas no las vemos con detalle. Algo que en otros juegos puede quedar mal, en éste encaja de maravilla debido a su estilo gráfico. Solamente he sufrido un par de ralentizaciones a lo largo de toda la aventura y no han sido debido a los gráficos, sino a un tiempo de carga.

Los efectos de sonido son correctos y está doblado con un idioma ficticio y sólo algunas partes, no todos los diálogos, como ya he comentado anteriormente. Donde de verdad destaca al hablar del apartado sonoro es en la música. Acompaña perfectamente a la acción y cada barrio tiene su propia música característica. Me ha gustado mucho la banda sonora.

Uno de los mayores problemas de Vita es que sólo puede configurarse una cuenta de usuario, por lo que en la mayoría de los juegos, sólo puede hacer una partida empezada. Aunque Gravity Rush dispone de un autoguardado, a partir del tercer capítulo permite guardar manualmente, lo que permite tener varias partidas empezadas. Eso sí, en caso de usar esta opción, lo mejor es no depender del guardado automático para no pisar los datos entre partidas. Es una opción que se agradece si hay más de una persona en casa que usa la portatil o, simplemente, si queremos volver a empezar el juego sin perder la partida anterior o mantener la partida guardada en varios puntos distintos de la historia.

El modo historia, si se van completando todos los desafíos al menos en bronce, dura unas 12 horas aproximadamente, que me parece más que aceptable. Hay bastante gente que se queja de que es demasiado corto. En mi opinión, la duración es más que suficiente, pero el problema está en que la historia, aunque sencilla, es tan entretenida que te deja con ganas de más. Tras los créditos del final se puede seguir jugando para intentar sacar el oro en todos los desafíos y conseguir los trofeos que nos falten. La gente dice que en unas 20 horas se puede sacar el trofeo de Platino perfectamente, aunque yo no he llegado tan lejos de momento, simplemente he terminado la historia y he jugado un poco más después.

El juego cuenta con tres contenidos descargables, a 3,99€ cada uno. En cada contenido se incluye un nuevo traje para Kat, dos misiones de desafío y dos misiones de historia, que no son necesarios para enterarse de todo el argumento del juego, pero son un buen complemento. En el momento de escribir estas líneas, sólo hay dos DLCs disponibles, y uno de esos dos sólo para los que reservaron el juego (aunque se pondrá a la venta en el futuro). Aún no se cómo será el que falta, pero en mi opinión, la adquisición de los otros dos es bastante recomendable para aquellos a los que les haya gustado el juego.

Gravity Rush es una aventura muy amena y diferente a lo que estamos acostumbrados. Es uno de los títulos más potentes del catálogo de Vita y quizá por ello, su retraso en el mercado occidental le ha venido muy bien a la consola, puesto que anda bastante escasa de títulos. [90]