Dragonborn, el nuevo DLC o expansión de Skyrim ha aterrizado la semana pasada en PC y hoy mismo (para algunos afortunados) en PS3 para traernos de vuelta el mundo de Morrowind, ese del que muchos nos enamoramos hace ya un montón de años, pero, ¿merece el desembolso de dinero extra la pena?
El principal atractivo de Dragonborn es, sin duda alguna, la posibilidad de volver a la isla de Solstheim. Los viejos jugadores de The Elder Scrolls agradecerán encontrarse con estos viejos parajes y los nuevos podrán descubrir una nueva porción de territorio, con sus ciudades, mazmorras y resto de atractivos que podemos encontrar en cualquier lugar de Skyrim. Para llegar a este lugar deberemos desplazarnos en barco. El viaje se desbloqueará en cuanto iniciemos la misión que sirve de introducción a este nuevo descargable, algo que nos resultará tremendamente fácil (en cuanto visitemos una ciudad o incluso estando atentos a los PNJ que veamos por los caminos.
El otro plato fuerte que ha llenado de expectación a los jugadores es la posibilidad de poder manejar a los dragones como si de un caballo se tratara, usándolos como nuestra particular montura voladora. Quizás se hubiera agradecido algo más de interactividad en este sentido, como la posibilidad de entablar batalla a lomos de nuestro dragón, pero, por el momento, Bethesda no lo ha incluido.
En cuanto a la campaña principal del juego (que a un servidor le ha durado alrededor de las 6-7 horas sin pararse demasiado) las misiones resultan interesantes e inmersivas, sobre todo a causa de descubrir los misterios que rodean a ese otro Sangre de Dragón que quiere ahora volver a la vida y sembrar el terror en el mundo. Pese a todo, ya se nota algo de monotonía a la hora de plantear las misiones, aunque una de las mazmorras a las que nos conducirán estas aventuras me ha resultado particularmente bella y se ha convertido directamente en mi favorita.
Además de esta campaña principal, como siempre, sin comerlo ni beberlo nos encontraremos con un buen puñado de misiones secundarias que dan aún más empaque a la expansión y que nos mantendrán ocupados durante unas cuantas horas.
Pero Dragonborn tiene algo más que misiones y nuevo territorio, el DLC también cuenta con nuevos objetos, armas, armaduras, hechizos y gritos de poder entre los que destaca uno que nos permitirá adquirir la fuerza o la resistencia de un auténtico dragón.
Por lo tanto, Dragonborn resulta un buen añadido para Skyrim, que nos proporcionará poder volar en dragones, una nueva campaña, la mejor mazmorra (a mi entender) de todo el juego, un montón de misiones secundarias, hechizos, poderes, objetos… todo lo necesario para volver a perdernos en este maravilloso mundo del cual muchos de nosotros no querríamos escapara jamás. [85]
Estoy contigo en que no querría escapar jamás del mundo de Skyrim. Sin embargo en mis últimas partidas tengo una sensación de déjà vu que me empieza a preocupar, últimamente no juego con tanta pasión y ansia exploradora e incluso llego a sentir monotonía. Claro que…pensándolo bien la culpa es mía, al fin y al cabo llevo 200 horas y me he pasado las dos expansiones, ¿qué más se le puede pedir a esta joya?
En cuanto a Dragonborn, me resulta muy superior a Dawnguard, por fin los jugadores de PS3 pueden disfrutarlo, la verdad es que han sido un poco maltratados.