Dust es acción indie muy entretenida

Dust: An Elysian Tail forma parte de la campaña Summer Live Arcade del Bazar de Xbox 360. Para definirlo hay que mencionar los géneros Plataformas y RPG, de los que coge más o menos elementos, pero, ante todo, destaca la acción endiablada que encierra cada partida. Tan trepidante es el ritmo que los escasos momentos de reposo y, sobre todo, los puntos de salvado, se recibirán con los brazos abiertos.

El estilo de juego de Dust presenta ingredientes extraídos de franquicias como Zelda, Probotector o Devil May Cry, creando una fórmula tan simple como directa, que podría perfectamente encajar en una máquina recreativa de los años noventa.

Cuando comiences a jugar a Dust te dará la sensación de que es un juego muy sencillo. Esto es cierto… al menos por un rato. La curva de dificultad está muy bien ajustada y es fácil controlar a Dust pero tendremos problemas en salir indemnes de todos los combates y de conseguir combos por encima de los 1000 impactos. Y cuando avances unas horas en la aventura te empezarás a dar cuenta del gran valor que tienen tanto los alimentos como los puntos de salvado.

Puedo llegar a entender que un juego como Dust no incluya un editor de personajes con el que crearte a tu propio protagonista. Pero lo que no puedo aceptar es que al equipar nuevos items, como armaduras o modificadores, no se altere la apariencia física del protagonista, algo que no es nada gratificante por el jugador.

Un punto que no queda demasiado claro es la asignación de experiencia por misiones. Por lo que parece, los puntos de experiencia se consiguen al aceptar una misión, no al completarla. Un poco extraño, ¿No? El situarte y navegar en el mapa 2D al principio es algo confuso, pero al final te acostumbras y asumes que difícilmente se podría haber creado una solución más intuitiva teniendo en cuenta que Dust es un juego en 2 dimensiones.

Gráficamente lo que más llama la atención es su estilo, que combina acertadamente dibujos pintados a mano con gráficos en 3D para elementos puntuales. Las animaciones están bien y hay efectos llamativos, como las texturas deformadas por el calor o las modificaciones en la nieve producidas por el caminar del protagonista. Hay algún detalle muy puntual que no me acaba de convencer, como los colores del traje del protagonista, pero a nivel general queda resultón. Destacar las cinemáticas, pocas pero de nivel, que podrían servir perfectamente como punto de partida para crear una serie de animación. Eso sí, los acabados distan de joyas gráficas como Trine 2 o Rayman Origins.

Algunos han querido ver en este Dust: An Elysian Tail una Obra Maestra. Los ingredientes románticos están ahí: un juego indie hecho – si no tenemos en cuenta la eficaz banda sonora, creada por HyperDuck Studios, – por una sola persona, Dean Dodrill, gráficos pintados a mano… En mi opinión Dust es un juego de acción entretenido, pero al que le faltan alicientes jugables para enganchar al jugador.

Sí, es muy bonito. Y sí, la acción está bien, muy bien en ocasiones, pero es repetitivo y se muestra, en mi opinión, incapaz de extenderse con suficiente desparpajo durante las cerca de 10 horas que dura. Los amantes de la acción retro lo disfrutarán mucho más que los que estén buscando algo fresco o diferente. Por cierto, consejo gratis: no tengas prisa en enfrentarte al enemigo final antes de levelar a Dust. Verás que las cosas pueden ser mucho más fáciles si inviertes tiempo suficiente en subir los niveles del protagonista. [70]

  1. Pingback: Dust: An Elysian Tail llega a Steam

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