Explora, recolecta y construye con Terraria

Soy una de esas (raras) personas que, tras probar Minecraft, no sucumbió a él. Me pareció una propuesta novedosa, fresca y curiosa, pero no me enganchó del todo. Por eso, cuando me propusieron jugar a Terraria y tras informarme sobre qué iba, me mostré un poco escéptica. Si el principal exponente del género crafting no me había enganchado, ¿por qué iba a hacerlo este juego?

La premisa de la que parte Terraria es bien sencilla: escogemos de qué tamaño queremos el mundo, el juego genera uno de forma aleatoria, personalizamos el aspecto de nuestro personaje y… A explorar. Al contrario que en Minecraft, el universo de Terraria es en 2D, por lo que el territorio se extiende a nuestra izquierda o nuestra derecha con una simpática estética píxel que a mí, personalmente, me gustó mucho. Sumadle a eso unas melodías con aire retro, sencillas, pero muy pegadizas, y la parte artística acabó por encandilarme.

Lo primero que hemos de hacer, por supuesto, es buscar lo básico para sobrevivir. Talando unos cuantos árboles podemos hacer nuestra primera (y primitiva) casa en la que nos cobijaremos por la noche para evitar a los enemigos que tienen la mala costumbre de venir a molestar. Una vez amanezca de nuevo, toca salir a explorar, y es que, aunque el universo de Terraria no tenga 3 dimensiones, las posibilidades son enormes.

Podemos optar por liarnos a correr hacia uno de los lados del escenario, a ver qué encontramos. Nos toparemos con ciénagas, desiertos, bosques corruptos, lagos… Todo ello, por supuesto, salpicado de enemigos más o menos fuertes. Pronto la izquierda y derecha se nos quedarán cortas y empezaremos a picar para ir hacia abajo, descubriendo pasadizos y grutas. Por supuesto, como buen juego de crafting que se precie, la recolección y creación son imprescindibles. Conforme más nos alejemos de la zona de inicio, más preparados tendremos que ir y más requisitos habrá para avanzar. Así, encontraremos que llega un momento en el que no podemos seguir cavando, porque hay un mineral que no podemos picar. ¿Qué toca? Darse una vuelta por las profundidades y recolectar material para hacernos un taladro y poder seguir avanzando.

Pero la cosa no va únicamente de explorar y recoger. Como en casi todo juego, Terraria esconde varios bosses que encontraremos bajo condiciones especiales. Algunos solo salen por la noche si los invocamos con un amuleto que previamente hemos construído, otros aparecerán si, por ejemplo, rompemos un determinado número de cosas… Lo que hemos de tener claro es que si vamos a enfrentarnos a ellos sin ningún tipo de estrategia y con lo puesto, acabaremos muertos en pocos segundos. Las recompensas que obtenemos al derrotarlos son, por lo general, objetos especiales que nos permitirán construir armas, armaduras, herramientas más potentes y también algunos objetos especiales que no son imprescindibles pero que molan muchísimo, como unas alas, unas botas para correr más rápido, o materiales para poder hacernos un disfraz de Link o un sable láser. Ahí es nada. Estos materiales más limitados también los encontramos en diferentes eventos que salen bajo condiciones especiales: podrán caer meteoritos, igual un día nos levantamos y vemos que está todo cubierto de árboles rosas y morados y hay unicornios saltando de un lado a otro, o de repente, una noche, empiezan a llegar oleadas de hombres lobo a nuestra casa.

El juego puede llevarnos a niveles muy frikis, hasta el punto de poder construirnos sistemas automáticos para abrir y cerrar puertas, trampas, laboratorios para crear materiales en nuestra propia casa… Acabaremos ideando multitud de trucos para obtener lo que necesitemos de forma más sencilla, aunque muchas veces la solución será bastante chapucera (y por tanto, más divertida). Una vez estemos más preparados, podemos atrevernos a descender al mismo centro de Terraria, explorar el cielo (como buenamente podamos, haciendo puentes de bloques) en busca de islas secretas flotantes o buscar alguna mazmorra escondida en los extremos del mapa…

A pesar de mi escepticismo inicial, Terraria terminó por encandilarme. Constantes visitas a su wiki para buscar los bosses con los que puedes enfrentarte, exploraciones que acababan muchas veces en muerte, jefes que te mataban cuando no les quedaba nada de vida y te obligaban a revisar tu estrategia y tu equipo, ideas bastante locas para explorar los lugares más inaccesibles… El juego pone muchísimo contenido a tu disposición, muchos secretos y muchas cosas por hacer. Puedes limitarte a construir una casa y dejar el juego a los pocos días, o puedes optar a intentar descubrir todos los secretos, eliminar a todos los jefes y explorar todas las zonas. Y es que, lo bueno de Terraria es que cuanto más vayamos avanzando, más contenido y sorpresas se ponen a nuestra disposición.

Por supuesto, el juego cuenta con multijugador, y de hecho disfrutaremos más la experiencia si la compartimos con un amigo. Si, como yo, eres de los que no se enganchó nunca a la mecánica de crafting, puede que cambie tu manera de ver las cosas. Si, por otro lado, eres un enamorado del género, tiene bastantes papeletas para encandilarte. En cualquier caso, Terraria es un juego que merece la pena probar y que puede dar muchísimas horas de diversión. No esperes ninguna historia, ni puzzles, ni mecánicas plataformeras. Solo explora, construye y diviértete. [80]

  1. Aconsejo el jugador cuando ya hemos jugado una partida en solitario, se hace mucho más sencillo y si el compañero está muy avanzado nos dará todos los componentes, armaduras, etc… sin que tengamos nosotros que trabajarlas.

    Es un gran juego y suele valer 4 duros en las ofertas de Steam.

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