Fire Emblem Fates, brillante estrategia portátil

Hoy vengo a confesar que no soy muy fan de la saga Fire Emblem. Lo máximo que me he enfrentado al género de estrategia, aparte de las palizas a CIV V fue el vicio que desarrolle en su tiempo a Advance Wars (Intelligent Systems, 2001), un título que me llevó a estar más horas de las debidas delante de un emulador de GBA por aquellos años.

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La guerra es el infierno; pero en consolas, es una delicia

No soy de esas personas que se desesperan por tener un inventario inmaculado, con todas las armas, equipamiento o stats adecuadas para cada mision. Tampoco soy fan de Ike, Marth o Robin en Smash (si acaso de Lucina), ni me he enterado mucho de cómo se han desarrollado las historias de estos juegos hasta este 2016. Nunca me he desvivido por hacer las decisiones correctas o por tener la mejor gradación en los combates. Lo que sí puedo reconocer es que las 45 horas de juego que he invertido en Fire Emblem Fates: Conquista han sido suficientes como para ponerme a escribir este análisis. Bueno, análisis. Ya sabes como hago yo las cosas. Metiéndonos en harina con el juego en cuestión, Fire Emblem Fates nos cuenta la misma historia pero desde puntos de vista diferentes: ambientado en una guerra entre los reinos de Nohr y Hoshido, cada uno con un marcado estilo. Nohr de estilo medieval, mientras que Hoshido, por su parte, tiene un estilo asiático

Fire Emblem Fates, una historia cono muchos puntos de vista

Nuestro personaje, que podemos personalizar hasta cierto punto, es un príncipe de Hoshido criado por la familia real de Nohr, que deberá decantarse por un bando o por otro. Dependiendo de la versión del cartucho que tengamos (Conquista nos hará vivir la guerra desde el lado de Nohr y Estirpe del lado de Hoshido), con la posibilidad de descargarnos el otro título vía Nintendo eShop. De momento, vamos a ver lo que nos ofrece Conquista, el título que un servidor ha decidido comprar porque, reconozcámoslo, Camilla es la mejor waifu de todo el juego (y chitón).

En Conquista, nos centraremos en un argumento en el que los ardiles detrás del trono del Rey Garon serán quienes guíen nuestros pasos. También el descubrir quién es nuestro personaje, qué consecuencias puede traer esta guerra y que significa el hecho de que podamos transformarnos en Dragón. Empezaremos con misiones sencillas, como pacificar una revolución o dar ejemplo a una tribu disidente. Posteriormente avanzaremos en la trama que hará que nos cuestionemos nuestra lealtad al Rey, las alianzas que mantenemos y los compañeros de batalla que tendremos a lo largo de la historia. Al progresar en el argumento, estos nos ayudarán a abrirnos paso en el territorio de Hoshido. La motivación es acabar con una guerra en las que las víctimas se cuentan por cientos y las perdidas en uno y otro bando son igual de desgarradoras.

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Fire Emblem Fates, tres juegos en liza

También hay una tercera parte, Revelaciones, que cuenta una nueva vía en la que nuestro personaje decide buscar una solución al conflicto con la ayuda de uno y otro bando. El aliciente de que estas descargas cuesten la mitad que el título que tengamos pica a que nos bajemos la otra parte, solo para experimentar el otro lado de la trama tras la guerra. El juego consta de unas 27 misiones, con un epílogo en el que tendremos que enfrentarnos a uno de los rivales más peligrosos de todo el juego. Hasta ese momento final, tendremos que familiarizarnos con el control del juego, las distintas unidades que lo pueblan, los tipos de armas que usaremos y la efectividad del terreno bajo nuestros pies.

Comandaremos un máximo de 10 unidades en escenarios donde los enemigos se multiplican como esporas, impidiéndonos realizar nuestro cometido (que siempre suele ser acabar con el jefe de los malos, defender una posición o escapar antes de un cierto número de turnos). Fire Emblem es una franquicia centrada en enseñarnos lo peor de la guerra y plasmarlo en una dificultad que haría temblar a los acólitos del Git Gud: nuestras unidades pueden caer en combate en un abrir y cerrar de ojos, y esto puede marcar la diferencia en el futuro de nuestra partida; aunque Fates quiere acercar a nuevos a la saga con tres dificultades diferentes: Normal (para principiantes), Difícil (para expertos en la materia) y Extremo (para suicidas).

Fire Emblem Fates, dificultad y modos para todos los públicos

Estos tres niveles determinan la fuerza de nuestros enemigos, así como sus habilidades y stats a lo largo de la partida. En estas tres dificultades, se implementan otros tres modos de juego: Fénix (solo aplicable con el modo de dificultad Normal), Novato y Clásico, que determinan el que pasará con nuestras unidades en un combate (si reviven al final de cada turno enemigos, si vuelven con el paso del tiempo o si mueren de manera definitiva). Además, hay que tener en cuenta un aspecto clave entre las tres entregas: Estirpe, la versión que se centra en la historia de Hoshido, cuenta con la posibilidad de subir de nivel a nuestras tropas mediante combates aleatorios. Conquista, por su parte, no tiene este sistema. Esto hará que los novicios con esta edición puedan desesperarse un poco, pero no os preocupéis: el juego no busca destruirte, sino que busquéis el método más eficiente para divertiros. Busca la estrategia a la hora de enfrentaros a las misiones y saldrás victorioso.

Y también multijugador

Además, fuera de las peleas, encontramos el sistema Mi Castillo, una especie de HUB en el que podremos personalizar una base de operaciones que podremos malear a nuestro antojo. En este Castillo, construiremos edificios (dependiendo de la edición que tengamos) que nos servirán para ampliar nuestra armería, conseguir recursos para mejorar nuestro armamento y defenderlo cuando nos veamos atacados en el caso de las invasiones que suceden en el modo Multijugador. Con el tiempo, mejoraremos nuestras instalaciones y hasta crearemos otras que nos permitan, si tenemos la unidad, capturar a enemigos y reclutarlos a nuestro bando, coliseos en los que nuestras unidades pelearan por conseguir más recursos o unas termas en las que podremos relajarnos después de un largo día en el campo de batalla.

Fire Emblem Fates, una saga muy profunda

Fire Emblem Fates también incluye la opción de mejorar las relaciones entre nuestros personajes (como ya se había visto en Awakening (Intelligent Systems, 2012), anterior título) y con el que podremos, llegados hasta cierto punto de unión entre parejas, tener hijos que nos ayuden en el campo de batalla. No incorpora, al menos en Europa, el tan criticado sistema de hacerle arrumacos a tu visitante al estilo Pokemon Amie visto en la franquicia de Nintendo. Este sistema podría verse un poco ensombrecido al solo ser unos cuantos segundos de diálogo repetitivo. Compensa, eso sí, con una nueva unidad que puede aprovechar habilidades de sus padres y llegar más lejos en el campo de batalla. ¡Ah, si, y podemos usar Amiibos también! Aquellos que tengáis a Robin, Ike, Marth, Roy o Lucina, podéis añadirlos a vuestra plantilla tras intercambiar palabras o espadazos.

Conclusión

Con todo lo dicho, la sentencia creo que está bastante clara. Fire Emblem Fates: Conquista, si bien siendo mi primer Fire Emblem hasta la fecha y ser poco ducho en la materia, es un título que se disfruta con muy poco conocimiento de la causa y que da mucho de si. 45 horas de juego y subiendo son las culpables de que me tengáis de vuelta por AKB, así que os recomiendo que vayáis a por él, ya sea con Nohr o Hoshido. Si os va la estrategia y los combates por turnos, es una apuesta segura.
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