Sí, es muy raro que yo diga esto nada más empezar pero… no todos los remakes son buenos. Hay ciertas joyas que merecen ser revividas una y otra y otra vez, pero las cosas son como son: hay juegos que merecen ser rehechos y relanzados para el público y otros que… bueno, es mejor dejarlos como estaban. Antes de colaros una parrafada, vamos a hacer un poco de historia, ¿vale?
Hace mucho tiempo, cuando los videojuegos venian en misteriosas cajas luminícas llamadas «recreativas», Konami se decidido a desarrollar un videojuego en el que el jugador controlara a un batracio que cruzará una carretera atestada de tráfico como la M40 un dia de verano para llegar a su casa al otro lado de un lago.
Así nació Frogger, un videojuego que ha calado hondo en la civilización contemporánea, apareciendo multiples sátiras, parodias y homenajes de esta recreativa, como por ejemplo en un episodio de Seinfield. Y SÍ, el anuncio de cierta empresa cárnica española hacia referencia al Frogger.
Acostumbraros…
Avancemos en nuestro DeLorean hasta 2012, año en el que Frogger cumple 30 añitos ya. Que mejor que darle una buena fiesta de cumpleaños que sacarlo para el mercado de jugadores actuales y que, tanto jovenes como viejos amantes de los videojuegos, se reconcilien con nuestra rana favorita, obviando a Gustavo y a ciertas tortugas con formación de ninja. En sí, lo que nos trae esta re-re-re-re-re-reedición de Frogger son gráficos remozados, un par de modos de juego nuevos y la posibilidad de jugar con hasta 4 jugadores, para socializarnos un poco, vaya. ¿Todo esto sirve para ponernos los dientes largos y dejarnos 800 MP/ 10 euros por él? Averigüémoslo pulsando el Play.
Hyper Arcade Supah-Kawaii Desu Edition HD Deluxe...
Para empezar, tenemos los modos para un jugador: Frogger Clásico, que es el Frogger de toda la vida; Locura Frogger, en el que nos encontraremos distintas modificaciones a nivel jugable; Desafíos, donde tendremos que superar distintos escenarios en un tiempo determinado; Pintura, donde saltaremos en una serie de baldosas en el suelo por tiempo también y Ranas Mellizas, donde se nos presenta el Frogger clásico pero con un añadido especial: tendremos que llevar dos ranas al mismo tiempo, lo que hará que nos comamos la cabeza muchas veces por decidir dónde dar el brinco y dónde no. La cosa cambia en la faceta Multijugador, por si eres uno de esos gamer sociales: Toma de azulejos, donde tendremos que pintar baldosines de nuestro color mientras evitamos que los demás «amigos» nos los pisen y no nos atropelle el tráfico; Batalla de Eliminación, un Deathmatch donde podremos eliminar a la competencia con Power-Ups, contando el número de eliminaciones y Rescate de la Dama Rana, una de las más gratas sorpresas de este juego y donde en un tiempo determinado habrá que acumular la mayor puntuación, recogiendo a las «atractivas» ranas que campan por el mapa y compitiendo para ello con tus colegas.
En cuanto a los gráficos, Konami ha realizado un trabajo justito: no ha decidido irse con florituras y ha optado por unos cuantos estilos: el estilo «retro» de los 80, con sus lados de cabinet y todo; el estilo «nuevo», con graficos en 3D y más apetecibles al ojo del jugador moderno; un estilo futurista que recordará a TRON y 3 más que honran a pilares fundamentales de la compañia nipona: DDR y Karaoke Revolution, Contra y Castlevania. Para acceder a estos dos últimos hay que realizar, respectivamente, el Código Konami en la pantalla de selección de escenario de cualquier modo y pasarse todos los Desafios del ya citado modo Desafío. Estos dos últimos son los más atractivos para los vejetes del sector, puesto que tienen un sabor añejo a esos juegos de la NES. En la parcela del sonido, no encontramos nada del otro barrio: 10 canciones normalitas, efectos de sonido justitos y… nada más que podamos destacar. No esperéis una version orquestada del tema principal del Frogger ni nada por el estilo; es uno de los puntos en los que más flojea Frogger.
Arriba, Arriba, Abajo, Abajo, Izquierda, Derecha, Izquierda, Derecha...
En conclusión, Frogger Hyper Arcade Edition es como el típico regalo de cumpleaños que te hacen a 10 minutos de empezar la fiesta: un regalo que aceptarías, si, pero que usarías muy poco; en contadas ocasiones, si me permites el consejo. Te va a gustar jugarlo, sí, y puede que sientas un ligero aroma de nostalgia mientras esquivas coches y demás peligros en tu camino hacia casa, pero vas a jugarlo de pasada, para hacer el paripé y por descansar de juegos a lo COD. Otro de los fallos de este juego es su elevado precio: 10 euros parece un atraco a mano armada por un juego con una rejugabilidad casi nula; los Desafíos están bien, pero no es suficiente. [60]