Homefront The Revolution busca su redención en Xbox One X

Homefront The Revolution se estrenó el 17 de mayo de 2016 después de un accidentado desarrollo. Empezó a manos de Crytek y su potente motor CryEngine. Los alemanes estaban pasando por su peor momento, y unido a la disolución de THQ acabo abandonando el proyecto que recayó en manos de la debutante Dambuster bajo el paraguas de Deep Silver.

Homefront The Revolution busca su redención en Xbox One X en un estreno con turbulencias

La primera entrega estaba llena de buenas ideas, además consiguió aportar un granito de arena en su faceta multijugador. Con The revolution ya en manos de los ingleses, se centraron en dar todo el peso a la campaña del título y el modo online acabó siendo una faceta secundaria. Tras una ambiciosa presentación del título que levantó grandes expectativas, poco a poco y tras los numerosos problemas de desarrollo, todo se diluyó como un azucarillo que acabó desembocando en un café amargo para el paladar debido a sus problemas de rendimiento. Homefront The revolution tiene ideas muy buenas, pero los citados problemas a todos los niveles en su desarrollo, así como su fallida ejecución con una IA nefasta y un baile de frames muy inestable, terminó por condenar al juego y hundirlo en el pozo de la mediocridad.

La versión para Xbox One y PS4 se estrenó como hemos dicho, con numerosos problemas de factura técnica y aunque presentaba un buen acabado visual, su condición de mundo abierto con un sistema de paso del tiempo completo, clima dinámico y hasta una innovadora simulación del viento que dotaba al título de unos efectos atmosféricos creíbles, acabó por dinamitar la tasa de imágenes por segundo hasta dañar definitivamente la experiencia, sobre todo en los momentos de tiroteos y carga de acción en pantalla. Dambuster incluso le dio importancia a la evaporación de los charcos de agua que se formaban en las calles de la ciudad abierta, además de un efecto de niebla volumétrica que recorría la ciudad y añadía profundidad al aire, la enfermedad por el detalle desembocó en una metástasis que acabó dañando todo el sistema.

¿Consigue redimirse con la versión Enhanced de Xbox One X?

Tras recibir un parche en PS4 Pro llegó el turno para mejorar también vía actualización, la versión de la recién lanzada Xbox One X, y desde Koch Media nos han hecho llegar un código con la versión Enhanced para la nueva consola de Microsoft, el resultado trae consigo unas luces y sombras que pasamos a desgranar a continuación. Es verdad que el juego luce de manera excelente en Xbox One X con un televisor 4K, donde lo hemos probado. El título consigue aumentar considerablemente su resolución hasta la nada despreciable cifra de 3200 x 1800p, lo que significa un aumento 4 veces mayor de la resolución original de Xbox One S.

El HUD y la interfaz de usuario que se muestra en pantalla está renderizada a resolución 4k y además, el juego esconde una recreativa virtual donde podemos jugar de forma íntegra al excelente TimeSplitters 2 desarrollado por Free Radical originalmente para PS2, esta vez a 4k nativos. Las mejoras no acaban ahí, pues sorprendentemente en un artículo de la web Digital Foundry basado en el rendimiento de la función HDR de juegos mejorados para Xbox One X, Homefront The Revolution ocupa el tercer lugar en el rankin de juegos que mejor resultado ofrecen en cuanto a high dinamic range en Xbox One X, solo por detrás de Assassins Creed Origins y Forza Motorsport 7, primero y segundo respectivamente en el rankin en dicho apartado según la web inglesa.

Cuando hablamos de la versión Enhanced de Homefront The Revolution, podemos confirmar que estamos ante un claro ejemplo de luces y sombras. Por un lado podemos confirmar que el juego se ve francamente bien y ya hemos hablado de las virtudes de esta versión y las mejoras que son apreciables a primera vista, pero, ¿realmente se han solucionado todos los problemas que lastraron su estreno? aquí, honestamente puedo confirmar que la tasa de imágenes se ha visto mejorada, recordemos que originalmente el título no conseguía mantenerse de manera estable a 30 FPS, incluso en los momentos de estrés la situación empeoraba hasta el punto de bailar entre los 20-25 FPS.

Esta situación provocaba muchas molestias a la hora de disparar a los enemigos y la sensación de imprecisión debido a ello era muy frustrante. Me da la sensación que a pesar de las mejoras de rendimiento de esta versión, aunque en menor medida, los disparos siguen sintiéndose imprecisos y toscos. Por otra, parte la IA enemiga no ha sufrido ninguna mejoría, por lo tanto uno de los principales errores de ejecución del juego sigue presente y creo que es una tara importante, una verdadera lástima para un juego que a pesar del trabajo realizado por el estudio no ha conseguido solucionar un tema que a mi parecer tiene una importancia capital y lastra el resultado de todo esfuerzo en un apartado que debería haberse tratado de manera innegociable.

No suelo recomendar un título por su duración o precio, pero si nunca lo has probado, ahora mismo puedes encontrarlo en la tienda digital de Xbox One por menos de 10 Euros. Si tienes una Xbox One X y un televisor 4K con HDR es una buena excusa para probar las capacidades de la consola a nivel visual. La campaña tiene una duración aproximada de 20 horas y como he dicho, Homefront The Revolution ofrece algunas ideas bastante originales. Su diseño de mundo abierto al estilo Far cry con una vertiente bastante orientada al sigilo y con una ambientación urbana, tiroteos, misiones secundarias, conducción y una historia basada en una sincronía narrativa donde formas parte de un grupo revolucionario que se alza contra la ocupación y victoria de Corea del norte en suelo americano tras una guerra devastadora que ha convertido la ciudad de Filadelfia en Beirut, convierte a Homefront The Revolution en un juego de 6 y medio con un apartado visual de notable alto. No estamos ante un análisis al uso, sino más bien ante una cata de vino que ya probamos el año pasado, con la misma etiqueta, pero de distinta cosecha. Entonces sabía a rancio porqué lo bebimos a morro de madrugada y ebrios, pero oye, ahora estamos sentados en una mesa y un buen mantel de seda satén, con un buen queso y unas copas de cristal de Bohemia y la verdad, el vino sabe mejor.