Shadow of The Tomb Raider: Lara resurge entre las sombras

Ha pasado bastante tiempo desde el lanzamiento de Tomb Raider en 2013, el título que se encargaba de reiniciar por completo la franquicia de la arqueológa, iniciando una nueva trilogía enfocada a profundizar en los orígenes de Lara Croft, cambiando incluso aspectos tanto jugables como narrativos.

Tras dos entregas desarrolladas por Crystal Dynamics, ahora es el turno de Eidos Montreal  -encargados de sagas como Thief y Deux Ex- que cogen el relevo y son los responsables de este tercer y último capítulo de la serie.

El pasado 26 de julio, tuvo lugar un gran evento de presentación de Shadow of The Tomb Raider en Madrid de la mano de Koch Media. Allí pudimos conocer más detalles por parte de Jason Dozois, Director Narrativo y Heath Smith, Director de diseño. Además de disfrutar de una larga y profunda sesión de juego con el título y sus primeras cuatro horas.

Se acerca el apocalipsis Maya

Tras los sucesos de Rise of The Tomb Raider, nuestra próxima aventura comienza en México, allí Lara, como buena arqueóloga, se encuentra inmersa en la busqueda de un nuevo artefacto, que como no, también está bajo la mirada de La Orden de la Trinidad, los antagonistas de la trilogía.

Estos primeros compases del juego se desarrollan en un poblado en plena festividad del Día de los Muertos, donde el sigilo y la acción son los grandes protagonistas. Aunque la espectacularidad tan característica sigue más que presente, dejando escenas jugables para el recuerdo, como la sacudida de un tsunami que arrasa con todo lo que se ponga por delante. No desvelaremos nada de lo que ocurre argumentalmente, pero lo que sólo podemos decir es que Shadow of The Tomb Raider, promete ser la entrega más oscura de la saga.

Tras el pequeño recorrido por México, pasamos a la que es posiblemente, la localización principal de la aventura; Perú. Una vez pisamos el territorio peruano, el juego se vuelve mucho más amplio en cuanto a posibilidades. Empezando por el asentamiento que visitamos, que está repleto de NPC’s con los que poder interactuar, ya sea con misiones secundarias o con la compra de diferentes objetos y equipamiento.

Más letal que nunca

Se vuelve a retomar esa ambientación salvaje tan atractiva que se había perdido en los anteriores títulos, con la selva y sus peligros como grandes reclamos. Para sobrevivir en este nuevo entorno, la arqueológa cuenta con nuevas técnicas que hacen del sigilo su mayor baza.

Utilizar el barro como camuflaje o esconderse en muros repletos de vegetación, son acciones que sirven para convertirse en un depredador mas de la selva, permitiendo acabar con cada uno de los enemigos de manera más que eficaz. Nos encontramos con una Lara Croft mucho más letal, curtida y experimentada en el combate, dejando atrás su antigua faceta y acercándose mucho más a la heroína que conocimos en los años noventa.

Otro punto que se mejora es la exploración y el plataformeo. Esta vez, Lara cuenta con nuevas posibilidades que le permiten llegan a zonas lejanas o indispensables anteriormente. A la hora de escalar con el piolet, podemos hacer rápel y descolgarnos con la cuerda. Esta acción es ideal para llegar a zonas con muchos metros de profundidad, o en cambio, para coger impulso con el balanceo y correr por la pared.

Todos los movimientos que hemos visto en las dos anteriores entregas se siguen conservando, desde el uso del piolet tanto en combate, como en escalada, pasando por las diferentes armas, como por ejemplo el arco.

Lo mismo ocurre con las mejoras disponibles en el campamento. El arbol de habilidades sigue manteniendo la misma estructura, con tres ramas disponibles que ir mejorando con el uso de puntos de habilidad. Además de las mejoras de armas, que se consiguen con diferentes materiales y nos permiten añadir mas potencia y estabilidad tanto al arco como al arsenal de pistolas y fusiles.

Todo el desarrollo de la aventura es variado en situaciones, las zonas acuáticas han ganado peso y Lara debe de adentrarse en tramos donde el oxigeno y los peligros de las profundidades como pirañas o anguilas no nos ponen las cosas nada fáciles. Todo un territorio hostil donde hemos vivido enfrentamientos con jaguares y un mayor enfoque al sigilo. Aprender a moverte por el escenario y utilizar el entorno es clave en esta nueva entrega.

Toda una serie de mecánicas que llegan a su punto álgido en las trepidantes tumbas. El acceso a alguna de estas tumbas conlleva a explorar el escenario para encontrarlas. El tiempo que hemos pasado en estas nos ha recordado mucho a Rise of The Tomb Raider, con un diseño muy similar, mezclando a la perfección plataformeo, puzles y exploración. Cada uno de los rompecabezas que hemos resuelto nos han dejado satisfecho, con soluciones que rozan un punto intermedio en cuanto a dificultad. 

Estamos ante una secuela mucho más conservadora, Shadow of The Tomb Raider se encarga más de refinar cada una de las mecánicas jugables en vez de dar un gran salto en el aspecto gráfico, siendo este similar a su antecesor.

Shadow of the Tomb Raider nos ha dejado un gran sabor de boca. Lo que hemos podido probar, se perfila como la gran conclusión a la trilogía de los orígenes de Lara. A falta de tener una conclusión final, que para ello habrá que esperar al 14 de septiembre, el título promete estar a la altura del personaje.

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