La nostalgia nos invade con Pixel Ripped 1989

En la lengua española tenemos un término conocido como «metalenguaje», referido al uso del lenguaje para hablar del propio lenguaje. Con el nuevo videojuego de Arvore encontramos algo parecido, podría llamársele el «metajuego», o el nuevo bucle de Wismichu.

Es decir, en Pixel Ripped 1989 encontramos un videojuego de Realidad Virtual cuya trama principal se basa en jugar a videojuegos. Eso sí, con su especial toque de nostalgia, debido a esa ambientación ochentera-noventera, que a muchos nos recordará bellas épocas con nuestro cartucho del Pokémon Amarillo en el parque, fardando de nuestro pidgey shiny.

Los mundos de Dot, nuestro personaje virtual

Vuelve a la infancia, vuelve a ser un héroe

Y es que, en este juego la inmersión es total. Las manos de una niña, Nicola, y su consola nueva, la Gear Kid (¿he oído Game Gear?), hacen de elemento principal de una historia de superhéroes, como no podía ser de otra manera, ya que todo niño tiene alma de héroe.

Sin hacer demasiado spoiler, Nicola se encargará de salvar el mundo de una nueva catástrofe, a través de sus especiales habilidades como si fuera la mejor en eSports de los años 80. Y esto habrá de hacerlo no solo en su tiempo libre, en clase se las tendrá que ver contra el boss más difícil, la mirada atenta de ese profesor de matemáticas que a todos nos ha tenido manía.

En Pixel Ripped 1989 seremos un mero píxel, ganando definición según avancemos en la trama del videojuego (del videojuego de la consola de la niña). Uf, esto de hablar de videojuegos dentro de videojuegos se empieza a complicar. No diré más, como todo videojuego que se precie, merece ser jugado.

El aspecto visual es, junto a la ya mencionada inmersión, uno de los puntos más importantes de un videojuego en Realidad Virtual, y pese a que flojea, no puede dejar de ser llamativo por su propia naturaleza, esos detalles a unos tiempos en los que «todo era mejor» aunque no fuera ciertamente así. Y ante todo ese ambiente la inmersión es más que total, sobre todo si suenan temazos ochenteros que nos devuelven a esas discotecas en las que se bailaba, cuando aún se bailaba en ellas.

Puede flojear, pero todo apartado visual tiene su belleza

La duración de Pixel Ripped 1989 es la que cabe esperar a día de hoy en los juegos de Realidad Virtual, y es que si la brevedad es de alto nivel, no está para nada mal, ¿no? Unas 3-4 horas tendremos de disfrute con nuestras PlayStation VR en marcha, a no ser que seamos los nuevos speed runners en el manejo de la Gear Kid.

Pixel Ripped 1989 es, sencillamente, una genialidad a pesar de su aspecto técnico, sin embargo, lo original de la propuesta, algo absolutamente innovador, te hará soltar quizás alguna lagrimilla. Aunque, amigo mío, siempre estás a tiempo de coger tu pikachu y viajar por los mundos de Kanto, sea, o no, en el juego original. [80]

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