Minabo - C'est la vie

Es complicado, dada la mentalidad de cualquier hispanohablante que conozca el contexto, hablar de lo último del estudio villenero Devilish Games sin asociarlo al juego de palabras bastante bien traído que es el título. Esto ha conseguido una cantidad de publicidad gratuíta para el título que lo han puesto en el foco durante meses, pero… ¿qué es Minabo?

Minabo - A Walk Trough Life

Salíó de un agujero

Como todo ser vivo, de alguna parte tienen que salir los nabos, y como buen tuberculo, este nace de la tierra rodeado de su familia más cercana. Vislumbrará el cielo y la naturaleza, colores pastel hermosos que le harán sonreir por primera vez en su corta vida. A partir de ahí, este vegetal lleno de curiosidad abandonará el lugar del que salió por primera vez y se dedicará a vivir, dejando atrás las estaciones que marcan el paso del tiempo.

Vivir es, además, conocer más nabos, es jugar con ellos, hacer amigos y enamorarse, quizá incluso tener descendencia y vivir una vida larga y feliz. Aunque también es posible que nuestras intentonas de socializar solo nos conduzcan a una vida desdichada, con nabos que deseen que nos pase todo lo malo de este mundo, dejando a nuestros amigos atrás, padeciendo las muertes que aquellos a los que amamos e incluso viendo nuestras vidas truncadas prematuramente por la crueldad de Topota Madre.

Nacimiento

El camino de Minabo

Y es que Minabo: A walk through life representa la vida de todo ser humano y el camino que recorremos junto a nuestros semejantes. Es una simplificación de las relaciones sociales en tres puntos muy concretos —contacto físico, intimidad interpersonal y pertenencia a un grupo— metrificadas y diseñadas para responder al simple click de nuestro mando o ratón. Mantener estos indicadores en una posición elevada es importante no solo para nuestro nabo, sino también para los que nos rodean.

Cada personaje que nazca de nuestro huerto y que controlemos a lo largo de su vida se encontrará con la necesidad de relacionarse y sentirse realizado en ciertas áreas de su vida social. Cumplir con nuestras necesidades implicará acertar en el trato con otros tuberculos con los que nos encontremos, pues si nosotros llenamos la barra de intimidad, por ejemplo, esta también se llena en el nabo con el que nos relacionemos. La base de Minabo es precisamente esta: ser felices y hacer felices. Si las interacciones funcionan las barras de ambos subirán; si fracasan, descenderan.

Acertar en una interacción nos llevará a intimar más en profundidad con otros nabos, lo que nos llevará en ciertos momentos a ser amigos, mejores amigos o incluso entablar una relación romántica, que podría derivar en el nacimiento de nuevos nabos descendientes de nuestro avatar. Por el contrario, fracasar en las relaciones hará que aquellos con los que hayamos fallado al relacionarnos puedan cogernos manía e incluso jurarse como nuestros enemigos. Esto implica además que estos seres generen un aura de odio a su alrededor que afecte negativamente al resto de relaciones que entablemos en su «área de influencia», dificultandonos la vida.

Primer mejor amigo

Un nabo cumplido es un nabo feliz

Acertar es más fácil que fallar, o al menos esa es la impresión que me ha dado. Con estar atento a las probabilidades de éxito de cada métrica y a las necesidades de cada personaje —valorando entonces si jugartela con una acción o no— el juego avanza muy sencillo. Las peculiaridades de Minabo, sin embargo, vienen a colación del que podríamos llamar el «modo principal» del juego: las misiones.

Empiezan muy sencillas, con requisitos como «tener tres amigos», «enamorarse una vez» o «vivir hasta los sesenta», por ejemplo, constituyendo una de las misiones. Más adelante, sin embargo, tenemos burradas como «ten seis romances», «no tengas ninguna pareja» y «ten seis enemigos». Aquí entramos ya en el territorio de la gestión de nabos, pues para que un personaje llegue al punto de romance hay que invertir tiempo en él, pero además deberemos realizar la misma tarea en el resto de nabos de nuestro entorno, tratando de no descuidar al resto y gestionando las posibilidades de ganar o perder en nuestras estadísticas.

Cuantos más nabos hay en pantalla, más dificil es saber como actuar y con quién debes actuar a continuación. Cada personaje tiene su propio ritmo, su propia forma de moverse por la vida, de avanzar, y nosotros deberemos para u acelerar para intentar mantener a todos los tuberculos cerca de nosotros, pues esto es clave también para ser felices y para completar las misiones. Tener que relacionarte con tantos seres al final mella en cómo lo haces y no es raro que, en algún momento, pierdas de vista a algún nabo para siempre. Como la vida misma, vamos.

Vida y muerte

Curiosamente, mi primer retoño nació en el momento en el que moría un nabo conocido

En resumen

En Minabo al final lo que se impone es jugar como tu quieras. Las misiones son la chicha, pero puedes jugar a tu aire nada más hayas completado las cinco primeras y simplemente ver a dónde puedes llegar y qué puedes lograr en la vida de un joven nabo con sueños y esperanzas. Sin embargo, pese a lo curioso e interesante de la propuesta, la repititividad del título puede resultar algo cansina para el jugador. Cada partida se juega de la misma manera, y los cambios entre cada una no son suficientes para justificar estar horas y horas frente a la pantalla. Con las misiones y demás sí, pues te da esos objetivos para intentar paliar este defecto, pero ni con esas termina de solucionarlo.

Por todo esto, para mi Minabo termina siendo un producto interesante, un título que demuestra la curiosidad del estudio, que sin ser el más ambicioso que han hecho —ese honor pertenecería a Onirike—, si que alcanza un nuevo nivel para este estudio indie veterano que, sin embargo, sigue sin encontrar un título que realmente destaque como una joya. Minabo está bien, es muy bonito, se deja jugar, tiene un trasfondo en su diseño sobre las relaciones sociales que ha sido adaptado y simplificado hasta resultar interesante y además resulta divertido durante un par de horas. El problema nace en que, tras esas horas, el juego no tiene más detrás que la mirriada de memes que se generaron por el nombre, y eso me apena porque, con toda la atención recibida, ojalá hubiera llegado el juego a más. Espero que el próximo título, ahora que el estudio está en los focos gracias a este juego, marque un nuevo hito dentro de Devilish. [73]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

quince − 3 =