Poco a poco nos vamos acercando a la fecha de salida del, para mí, juego tapado de lo que llevamos de año: Prey. Tras introducirnos a la amenaza Tifón en el último trailer del juego, esta vez nos toca conocer a Morgan Yu, protagonista de la aventura.
En palabras de los propios trabajadores de Arkane Studios y, como es costumbre en videojuegos bajo su firma, tendremos libertad de elección a la hora de afrontar la responsabilidad que, de primeras, sentimos como impuesta: salvar a la raza humana de la amenaza alienígena que pulula por Talos I, la estación espacial en la que despertamos.
La bella y la bestia
Al despertar, el protagonista no recuerda nada de sí mismo, debido a ciertas lagunas mentales que, sin saber por qué, está experimentando. Será responsabilidad del jugador, descubrir por qué se encuentra en ese estado y quién está detrás de lo que está sucediendo. Es por eso, que desde Arkane, ponen especial hincapié en la toma de decisiones basada en el tipo de armamento que utilizamos y las habilidades que aprendemos.
No, no me refiero a que podamos ser una taza que va por ahí dando saltitos (en realidad sí), sino a nuestra capacidad de definir la personalidad de Yu: desde elegir su sexo, hasta elecciones sobre el uso de poderes alienígenas que modificarán la partida (y el escenario) añadiendo más y más fuertes enemigos, en caso de abusar de ellos.
Recuperando la memoria
Las misiones secundarias en Prey, basadas en favores a NPCs, parece que tendrán un componente relevante en el final de la historia. Incluso serán reveladoras de nuestro pasado en la estación: durante el desarrollo descubriremos cómo muchos de los accesorios y armas repartidas por el escenario, son obra del propio Morgan. El 5 de mayo estará en nuestras manos saber por qué.