Este tipo de cosas no son para este país… Japón puede parecer «de juguete», pero podrían darnos lecciones en temas de urbanidad (oh! qué palabra tan carca).
¿Alguien imagina, por ejemplo, lo que sucedería aquí en caso de poner una de esas librerías japonesas en las que no hay dependientes y la gente va dejando en un recipiente el importe de lo que compra?… en 10 minutos no quedaría ni el polvo! -a pesar de ser libros!… esos extraños objetos con letras y tal XD-. Triste pero cierto, somos asina y encima con el tiempo que llevamos padeciendo «generaciones run-run» (ni X, ni Y, ni hostias)… afortunadamente ya sabemos que nunca se puede generalizar y en esto tampoco, menos mal.
Desde luego para este pais no son estas cosas, que pongan una de esas en la estación de mi ciudad a ver lo que dura entero el cristal por muchas cámaras que le pongan encima 🙂
Lo que tampoco son es japonesas, porque precisamente hace unos días me enseño una foto de esas máquinas una amiga que ha estado en Nueva York. No se sin exclusivas de allí, pero seguro que los americanos las tienen.
Un dispensador casual?… no gracias ;).
pues yo no dejaría caer una ds desde arriba la veo que te cae toda destrozada jejeje
si quieren ver magia que la pongan en mi barrio, XD.
Este tipo de cosas no son para este país… Japón puede parecer «de juguete», pero podrían darnos lecciones en temas de urbanidad (oh! qué palabra tan carca).
¿Alguien imagina, por ejemplo, lo que sucedería aquí en caso de poner una de esas librerías japonesas en las que no hay dependientes y la gente va dejando en un recipiente el importe de lo que compra?… en 10 minutos no quedaría ni el polvo! -a pesar de ser libros!… esos extraños objetos con letras y tal XD-. Triste pero cierto, somos asina y encima con el tiempo que llevamos padeciendo «generaciones run-run» (ni X, ni Y, ni hostias)… afortunadamente ya sabemos que nunca se puede generalizar y en esto tampoco, menos mal.
Desde luego para este pais no son estas cosas, que pongan una de esas en la estación de mi ciudad a ver lo que dura entero el cristal por muchas cámaras que le pongan encima 🙂
Lo que tampoco son es japonesas, porque precisamente hace unos días me enseño una foto de esas máquinas una amiga que ha estado en Nueva York. No se sin exclusivas de allí, pero seguro que los americanos las tienen.
Una pasada, la verdad.