Opinión: cuando el Kickstarter perdió su esencia

No creo que haga falta hacer una cuestión como la que voy a plantear, pero me veo en la necesidad de hacerla: ¿Qué es un Kickstarter? Pensadlo por un momento, plasmad esa definición y darle consistencia, dejad que tome forma. ¿Ya está? Bien, pues comencemos.

La belleza de lo innovador

La misión de Kickstarter es ayudar a dar vida a proyectos creativos” reza bien grande la definición con la que la propia página se presenta ante nosotros. Un hermoso fondo animado de gente siendo, precisamente, creativa, ayuda a dar forma al ese lema que se ha repetido hasta la saciedad.

Y no por menos, desde luego. Auténticas obras maestras de los videojuegos han nacido de este sistema de crowdfunding, uno de los más conocidos del planeta. Cuna de Shovel Knight, Night into the Woods, Elite Dangerous, Faster Than Light, Hollow Knight y The Banner Saga. Nombres que resuenan lejanos hasta que vemos la fecha. Y sin embargo, la idea original ha tomado nuevos matices que, cada vez, suenan menos a lo que originalmente era.

El carro de la autofinanciación, por Koji Igarashi

Basta con pensar en el malogrado Mighty Nº9. No puedo asegurar que fuera el primero, pero desde luego es de los que comenzaron. ¿La historia? Digamos que el bueno de Keiji Inafune dejó Capcom hacía unos 3 años debido a sus diferencias con la directiva. Realmente lo que dijo fue “Personalmente, cuando miro alrededor a todos los diferentes juegos que hay en el TGS [Tokyo Game Show], dije ‘Tio, Japón está acabada. Estamos acabados. Nuestra industria del videojuego está acabada”. Esto lo dijo en la edición de 2009 de la Tokyo Game Show, lo que no le hizo mucha gracia a los allí presentes.

Cansado de todo esto, se marchó de la empresa y fundó la suya propia, con la que comenzó su Kickstarter para Mighty Nº9. La historia ya la conocemos, pero lo que quizás no sepáis es que, mientras Mighty nº9 no había salido (tardó tres años desde su financiación), Comcept, la empresa que Inafune fundó, lanzó un segundo Kickstarter en 2015 llamado Red Ash: The Indelible Legend. El juego no alcanzó lo esperado, pero ya podemos ver como el espíritu de la plataforma comienza a… volverse cada vez más nebuloso.

Otros autores japoneses han usado Kickstarter, como es el caso de Koji Igarashi (en lo que el describió en la propia página como Igavania), o Yuu Suzuki, la leyenda viva de SEGA y ex de la misma para el lanzamiento del tan esperado Shenmue III. Los occidentales no nos quedamos cortos, para que vamos a engañarnos. Figuras como Ron Gilbert, papá de las aventuras gráficas clásicas, Julian Gollop, el hombre detrás de X-COM e incluso Tim Follin, que dio vida a la banda sonora de juegos como Ecco The Dolphin han llegado a usar este medio.

Y no tiene nada de malo porque entran dentro de los estándares de la frase “La misión de Kickstarter es ayudar a dar vida a proyectos creativos”, pero tomando quizás algunas libertades. Como mínimo es sorprendente que gente como esta utilice un medio destinado en sus orígenes al nacimiento de productos alternativos, de gente ajena que buscaba su hueco dentro del mercado.

Los colosos del Kickstarter

Pero hemos llegado a un punto donde este concepto es ya un chiste. El ejemplo que quizás haga que más gente rechine sus dientes y dilate las pupilas es la mención de Star Citizen. Y de paso, también de Squadron 42. El videojuego más ambicioso de la historia, la eterna beta que lleva ya más de 220 millones de dólares. Estamos hablando de un proyecto que ha recaudado más que Titanic, la tercera película más taquillera de todos los tiempos. Actualmente, por el “módico” precio de 90€ puedes disfrutar de la experiencia “completa” que, hace ya más de 7 años, se nos prometió.

Y el otro, el caso que ahora mismo copa noticias y corre boca oreja, divididos entre apasionados ansiosos por lo que nos ofrecen y escépticos que se preguntan cuanto de timo hay en esto, es The Wonderful 101 y su campaña de financiación.

La destrucción del concepto

Este juego ha destruido totalmente la frase que hemos remarcado ya un par de veces, pero que no está de mal repetir de “La misión de Kickstarter es ayudar a dar vida a proyectos creativos” y la ha pervertido en nada más que un sistema de precompra, publicidad y mofa hacia el usuario.

El juego ya está hecho, de ahí que las fechas de entrega desde que se acabó su crowdfunding sean de meramente un mes, cuando proyectos como Bloodstained tardaron cinco años hasta su lanzamiento. Esa es la primera puñalada al sistema de Kickstarter, donde vemos que el juego no necesita su ayuda para dar vida al proyecto: ya está vivo y existe.

Por lo tanto, están usando la plataforma como forma de sondear las posibles ventas del título. PlatinumGames no es precisamente una empresa insolvente, por lo que utilizar un medio más tradicional no creo que fuera imposible, por mucho que digan que nadie mostro interés. Esto ya es una opinión mía, pero dudo que esa afirmación sea más que una verdad a medias. Es cierto que The Wonderful 101 no fue un éxito comercial, pero la experiencia de juegos como Astral Chain y Bayonetta debería ser un símbolo de confianza.

Consejo: esto te sale gratis diciéndole hola o estando en un tweet donde se le mencione. Eso me funcionó a mi

Kickstarter: publicidad y redes sociales

Además, usar la página tiene otra finalidad: publicitarse. Es evidente que el uso de la plataforma es una llamada de atención hacia la desarrolladora intentando ponerse en una situación de “victima” de las publishers que no tienen fe en la viabilidad del proyecto. Una buena estrategia de marketing, para que vamos a engañarnos, pero que pervierte el espíritu de la plataforma y del sistema de crowdfunding.

Y por eso, es una mofa al usuario. Porque se está vendiendo el concepto de que The Wonderful 101 es una obra que, siendo un buen juego, es superior a lo que es. La combinación de estos sucesos lleva al usuario a darle un valor al juego, tratando de elevarlo a la categoría de culto. De juego incomprendido en una consola que no llegó a cumplir y que, en Kickstarter, tiene la oportunidad de resurgir.

Innovación y un toque de locura, lo que el crowdfunding debería proteger

Ya no hay vuelta atrás

Desde mi punto de vista, apoyar un crowdfunding ha perdido todo el romanticismo que tenía. Ya ni siquiera ser Baker de los que ponen mucha pasta te garantiza que el producto final este a la altura de las expectativas. Retrasos en las entregas, dinero que desaparece, grandes nombres que se tachan de mentes incomprendidas para hacer que sus fans, esa masa de gente ávida de lo que esos señores ilustres tienen para ellos, se vuelquen en masa. Shenmue, por desgracia, ya demostró lo mal que se puede llevar una campaña así, y no es la única.

Y con todo esto no busco atacar a The Wonderful 101, que repito, es un buen juego. Ni tan siquiera busco hacer mella en PlatinumGames, que es una gran desarrolladora y ha sacado algunos de los mejores títulos de su género. Pero si quiero dar un toque de atención, una carta de preocupación. Desprestigiar un medio como el crowdfunding, nacido para que las mentes creativas del mundo puedan traer productos sorprendentes es lo que de verdad deberíamos estar apoyando. Pero la gran mayoría del dinero se lo comen ports de juegos, promesas de viejas leyendas y, lo de Platinum, es ya la gota que ha colmado este sistema.

No veo otra solución. El usuario ha hablado y yo no soy más que un charlatán insatisfecho con un teclado en la mano y acceso a internet. Pero no puedo quedarme callado, porque esta campaña ha sido la última bala que mató a Kickstarter.

  1. Me pareció buena noticia lo de Platinum e. Kikstarter hasta que vi lo que dices. Una vergüenza.
    Al menos tenemos el gran ejemplo de Hollow Knight donde los desarrolladores van a regalar el segundo juego a aquellos que les permitieron hacer el primero en muestra de agradecimiento.

  2. Entiendo el reclamo de Julio respecto al tema, pero si la campaña de platinum fuera contra las reglas, la misma plataforma no debería permitirla.

    De igual manera, como pasó con el el segundo juego de comcept, si los usuarios o posibles backers no sienten la confianza, entonces no apoyan la campaña para que esta se hunda.

    No me parece que hayan matado la plataforma, platinum hizo el intento y la gente apoyó

    • No, no matan la plataforma, si no el concepto que dio vida la plataforma. El romanticismo de colaborar en un proyecto personal e independiente, no de una empresa como PlatinumGames. Siento que no haya quedado claro 🙁

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