No me gustan los juegos de Milkstone Studios. Obviamente no he jugado a todos porque es un estudio con bastantes trabajos a cuestas y no he tenido oportunidad de jugar a Ziggurat, la que me parece su obra más atractiva hasta la fecha. A pesar de que no caso con el estilo de los trabajos de estos chicos voy totalmente loco con el último: Pharaonic.
Se han dado una serie de factores para que tenga tantas ganas de ponerle las manos encima a Pharaonic. Primero estamos ante un juego con ambientación egipcia en un mundo de fantasía que, de entrada, es una cultura fantástica en la que se basan bien poquitos juegos y a pesar de que lo haga desde el ángulo de la fantasía ya es un claro punto a su favor. Otra que estamos ante un juego que recuerda mucho a Apotheon pero con un estilo totalmente distinto al ser en lo que llamamos 2.5D.
Pero muy mal lo tendría Pharaonic si su mejor virtud fuera parecerse a otros juegos. No, lo que hace de este un lanzamiento a seguir de cerca o incluso al que empezar a jugar ya en su fase actual de desarrollo en su recién estrenado Acceso Anticipado en Steam es lo que promete ofrecer una vez acabado. Dificultad, un combate pulido y divertido, cientos de piezas de equipo para personalizar a nuestro personaje, docenas de armas, jefes memorables y un buen número de escenarios, todas promesas que de cumplirse a medias ya darían para un buen juego y de cumplirse por completo darían el juego de Milkstone Studios que no dudaré en comprar ni un solo segundo.