[PASE DE TEMPORADA] Precaución, amigo jugador

Decía Perlita de Huelva en aquella canción dedicada a los conductores que la senda es peligrosa. Lo que ahora tenemos entre manos virtuales no es una carretera al uso, pero circulamos por ella a una velocidad impresionante. En una década hemos pasado de estar limitados por el formato físico a descargar un juego completo legalmente en pocas horas. El valor de comprar algo y el pensárselo dos veces por no gastar se reduce cuando la adquisición está a dos botones y un código de seguridad de la tarjeta de crédito. Sobre el papel, todo debería ser mucho más cómodo y fácil que antaño, pero no lo es.

Robo de cuentas en Playstation Network

El pasado viernes un ataque DDOS desconectaba temporalmente varios servicios de los que dependemos para nuestro consumo de ocio. Caían Netflix, Twitter y Playstation Network, entre otros, y lo hacían dejándonos sin series, guerras virtuales entre cuñados y juegos. Los servicios afectados se levantaban a las pocas horas y todo volvía a la normalidad. Así fue hasta el domingo por la mañana cuando en mi bandeja de entrada recibía un aviso de Playstation indicándome que mi ID de sesión de Playstation Network había sido cambiada.

Ni yo había solicitado aquel cambio ni nadie (que yo sepa) quería vengarse por hechos del pasado. Me quedaba sin cuenta de temporalmente y lo hacía viendo que otros usuarios de la red de SONY sufrían el mismo problema. Aunque no se tiene conocimiento claro del asunto (la transparencia siempre brilla por su ausencia en estos acontecimientos), todo parece señalar que el golpe DDOS contra Playstation Network ha tenido este daño colateral en forma de cuentas inaccesibles con nombres de identificación cambiados.

Esto demuestra dos cosas. La primera, que a pesar de las protecciones asumidas desde el impopular asalto del 2011, las medidas no son suficientes; la segunda, que seguimos vendidos ante la tecnología. Yo tuve suerte. Ni he sufrido cargos en mi cuenta ni se me ha robado saldo en el monedero de PSN (básicamente porque no tenía). Pero no siempre el azar nos permite decir esto. Un buen amigo me contaba hace unos días el saqueo de legendarios que sufrió el personaje de World of Warcraft de su hermano tras un asalto virtual.

En mi caso, es destacable la eficiencia del servicio técnico de Playstation en España, que en 24 horas tenía muy cuenta operativa tras las pertinentes comprobaciones de seguridad. La atención al cliente, siempre tan denostada por los usuarios, funcionó correctamente. Bastó con enviar un mensaje a través del formulario de contacto de la web oficial de Playstation detallando el problema. Al día siguiente recibí un correo con un enlace para gestionar desde el chat mi incidencia y resolverla en minutos.

Para demostrar que era el propietario real de la cuenta y evitar estafas mayores perpetradas por usuarios con pocos escrúpulos, me solicitaron una fotografía del DNI que pude adjuntar desde el sistema de chat. Fue Ana, nombre de la agente del servicio de atención al cliente, quien durante todo el proceso me facilitó el camino, y lo hizo hasta con una adversidad: el correo con el que en su día registré la cuenta de Playstation Network ya no estaba operativo y accesible. Demostrada mi autenticidad, recuperé la cuenta.

Es esta capacidad de reacción la que, llegados a este punto para nada deseable, debe valorarse de manera positiva y cumplir con las expectativas. Porque echarse flores cuando tu consola es líder de la generación es muy fácil, pero saber lidiar con una crisis con éxito es tan agotador como necesario, más en esta senda peligrosa por la que caminamos en los tiempos actuales.