Silent Hope: buscando nuestra voz

Un malvado rey ha robado al mundo aquello que nos hace humanos: las palabras. Sin poder comunicarse, siete héroes acuden al auxilio de la princesa de este reino caído, la única capaz de comunicarse gracias a sus sentimientos resonando dentro de ellos, con la misión de recuperar lo que la humanidad ha perdido. Esto es Silent Hope.

Silent Hope

Un mundo sin palabras

Con un inicio de trama tan prometedor —y una intro animada al más puro estilo anime— es complicado que no pique la curiosidad ante la nueva apuesta por el rol de Marvelous Games. A mi sin duda me pasó hace un año con aquel trailer mostrado en el Nintendo Direct de junio, donde, por mi predilección por este tipo de juegos me dije: «cómpralo de salida»… Y lo hice, aunque no lo he jugado hasta ahora. Temas de backlog, pero si estoy aquí escribiendo estas líneas es porque me parece interesante hablar de él.

La trama ya está dicha y no avanzaré nada más de ella porque sería destriparla. A lo largo de las mazmorras, que representan el reino en el pasado atrapado en el abismo creado por El rey en su huida tras robar las palabras, iremos conociendo más sobre lo que pasó con el reino y qué desencadeno todo. La mayoría de veces lo hará La princesa, único personaje capaz de comunicarse, pero también encontraremos retazos de los pensamientos de El Rey que explican por qué hizo lo que hizo. No es un storytelling muy complejo, pero funciona bien para el juego.

Hub central

Una guía caprichosa

Y es que La princesa que nos ha convocado no se calla, eso os lo garantizo. En la mazmorra no la oiremos apenas, pero cuando estemos en el campamento… menos mal que la actriz de voz, Dani Chambers —Timerra en Fire Emblem Engage—, hace un muy buen papel, porque sin ella terminaría haciéndose muy pesado escuchar todo el rato lo mismo cada vez que tengamos que volver a la base. El resto del reparto también funciona excelentemente, aunque sin duda a la que no olvidaremos es a La princesa que nos espera cada vez que fracasemos o completemos la mazmorra.

El campamento, por cierto, funciona como hub donde conseguir materiales a través de lo que saquemos de la mazmorra, armas o comida para volver a la misma. Cada uno de nuestros héroes —menos el aventurero, que funciona como comodín si tenemos seleccionado a algún otro— tiene su lugar en el campamento. Unos son granjeros —uno para animales, otra para cultivos—; otros son artesanos —herrera, carpintera y alquimista—, y la restante es la cocinera. Con ellos podremos mejorar nuestro equipamiento y prepararnos para lanzarnos de nuevo a las profundidades.

Héroes

Siete héroes, siete estilos

He mencionado que en Silent Hope existen siete héroes, y esto es sin duda lo que da variedad al juego. Cada héroe —aventurero, guerrera, pícara, mago, guardabosques, luchadora y arquero— tiene su propio set de movimientos y habilidades: mago y arquero poseen mucho rango, mientras que la guerrera, por ejemplo, tiene más que la sirvienta, pero ataca mucho más lenta. Otros, como la guardabosques, se especializa en causar estados alterados mientras que el aventurero es un comodín para cualquier situación y la guerrera funciona a puñetazo limpio con velocidad y el menor rango de todos los personajes.

Al final la gracia del juego es utilizar a todos los personajes para mejorarlos equitativamente y, al final, decidirte por aquel cuyo estilo se adapte mejor a ti. Cada héroe, por cierto, tiene tres formas: la pícara, por ejemplo, puede ser embaucadora más adelante, donde gana en todos los atributos, mientras que después puede pasar a ninja y mejorar ataque y crítico en detrimento de la vida y defensa. Cada clase del personaje, además, permite acceder a tres habilidades distintas —sin necesidad de estar seleccionada, pues la ninja puede usar habilidades de las otras dos formas— que dan variedad al estilo de juego, creando un gameplay lo suficientemente rico para que nos enganchemos.

Al límite en el abismo

Explorando el abismo

Sin embargo, el mayor pero que le veo a Silent Hope es, por desgracia, la propia mazmorra. No digo que sea aburrida, pero le falta la variedad que posee el resto de los apartados. Las plantas de cada mazmorra terminan repitiéndose constantemente, generadas a partir de varias piezas que se unen siguiendo un algoritmo, y no hay demasiadas para elegir. Lo mismo ocurre con los enemigos, que son variaciones de los mismos todo el rato. Si cogemos por ejemplo la primera y segunda zona, los enemigos son los mismos, añadiendo uno o dos, pero con otra paleta de colores. Y el problema es que no son una o dos zonas…

Es lo que más me ha chirriado del juego y lo que puede echar a más de uno para atrás. Si el combate no fuera divertido —y si no dedicas un poco de tiempo a entender las armas y habilidades puede llegar a serlo—, estoy convencido de que el juego se hundiría en la suma de sus partes, porque el núcleo, la mazmorra, es lo que menos brilla. Por suerte, este no es el caso y, de verdad, una vez que pillas el truco a cómo moverte por la mazmorra y sabes sacarle el máximo provecho de tu personaje, vas muy rápido y la mazmorra deja de chirriarte tanto.

Peleando

En resumen

Silent Hope es una apuesta interesante por parte de Marvelous Games. No es un juego que revolucione nada, pero sabe picar de las diferentes mecánicas que aúna para crear un conjunto divertido y a mi me ha ganado con eso. Musicalmente es muy bello, con una intro animada —muy Tales of esto— que pone muy a tope para enfrentarse a la mazmorra; visualmente es bonito, aunque nada que destaque especialmente en el estilo chibi SD clásico de Story of Seasons —de donde, por cierto, salen ciertos modelados—; y aunque la mazmorra no sea lo interesante que podría llegar a ser, el juego lo suple con una mecánica de combate divertida, un nivel de personalización del gameplay simple pero con las capas suficientes de profundidad para hacerlo interesante, y con el carisma que los diferentes personajes añaden a cada estilo de juego. [76].

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