El día que fui a ver Venom no le presté mucha atención al adelanto, en forma de escena postcréditos, de Spider-man: Un nuevo universo. Llegó el día de su estreno y solo leí y escuché elogios para la nueva cinta de Sony. Por fin tuve la oportunidad de verla y no solo me uno a los demás en cuanto a lo buena que es la película, sino que me llevo una gran enseñanza.
Explorando nuevos formatos
Cuando parecía que Sony daba su brazo a torcer y entregaba el control total a Marvel Studios sobre la licencia de Spider-man, han salido con tres entregas muy interesantes, dos de ellas a través de fórmulas muy diferentes, el videojuego y la animación. Durante el 2018 llegó Spider-man de Insomniac Games, un título que nos permitió experimentar todo lo bueno y malo en la vida de Peter Parker.
Pero también tuvimos Spider-man: Un nuevo universo a cargo de Sony Pictures Animation. Una cinta bastante arriesgada, desde su presentación, pasando por su narrativa y también personajes, ya que su historia se centra en un nuevo hombre araña, Miles Morales. Al final tenemos dos de las mejores historias de este personaje en años, demostrando que ese tipo de experimentos valen mucho la pena.
Presentando el multiverso
Pienso que Spider-man: Un nuevo universo no lleva solo ese nombre por contar la historia de Miles Morales y su camino en convertirse en el trepamuros, sino también la forma como es presentada la cinta. El uso de la animación es magistral, dando la sensación constante de estar viendo un cómic. El estilo visual es muy interesante y tiene elementos muy marcados de una caricatura, como son los globos de texto y demás.
A este nuevo mundo llegan personajes que forman parte del spiderverse, como son Spider-man Noir, Spider Gwen o Spider-Ham. Todos con su propia personalidad e incluso estilo animado. Personalmente me quedo con el Noir, con su actitud oscura y su humor de otra época. Todos ellos aportan algo a la historia y la hacen muy interesante.
Cambiando un poco la historia
El hombre araña ha tenido tantos cómics y películas, que su historia, personajes y enemigos ya son bastante conocidos, así que de entrada esperé encontrarme con esas situaciones a las que estoy acostumbrado, sin embargo, Sony Pictures Animation se toma la libertad de hacer algunos giros bastante interesantes, demostrando que mientras la base se mantenga, se pueden hacer cambios y hacer mucho más frescas las historias.
De esta manera vemos a un Wilson Fisk con los ideales y metas que nos presentó en la serie de Netflix, Daredevil, un Peter Parker obeso y deprimido, una tía May, que nos es muy joven, pero sí con una actitud ruda y muchos otros personajes de los cuales no quiero hablar, para no hacer spoiler. A lo que quiero llegar es que si, muchas veces se critica cuando los estudios de cine se toman muchas libertades para contar una historia, haciendo que el personaje pierda su esencia, a ellos les digo, hagan las cosas de la misma manera que la hicieron en Spider-man: Un nuevo universo.
La animación como nuevo camino
Las películas de animación muchas veces sufren la misma descalificación que los videojuegos. Son para niños, no aportan nada, fomentan la violencia y generan falsas expectativas. Nada más alejado de la realidad. Este tipo de películas, en los últimos años, han tomado un rumbo que generan diversión a los chicos, pero que muchas veces ponen a pensar a los más grandes y el solo hecho de ser personajes animados, no significa que son exclusivamente de niños.
A través de Spider-man: Un nuevo universo no solo queda patente esto, sino que para Sony es la demostración que aún puede sacarle provecho a la licencia y que tal vez, en el futuro cercano, la misma Marvel Studios tome la decisión de presentar más historias en ese formato, cosa que no es nada difícil, teniendo a Pixar y Walt Disney Animation Studios bajo el mismo techo.
Aprender a afrontar los retos
Pero aun me falta hablar de algo, que para mi es lo más importante y lo que más me llevo de Spider-man: Un nuevo universo. Debajo de toda esa animación, personajes e historias, hay un mensaje muy útil para nuestras vidas, sin importar si somos niños o adultos. Miles, como todos nosotros, afronta situaciones que no son fáciles, con sus padres, en la escuela y al final, debe decidir si toma o no el manto como el nuevo hombre araña.
Su actitud demuestra que no está listo y la falta de confianza lleva a que los demás personajes no lo consideren digno de realizar la tarea que tiene asignada. Al final, el se da cuenta que si tiene lo que se necesita para afrontar la situación, solo que debe ser a su manera. Para sorpresa de todos, en especial para el mismo, se da cuenta que es apto para el reto y al final salva el día.
¿Cuantas veces la vida nos presenta oportunidades que nosotros mismos dejamos pasar por nuestros miedos e inseguridades?, ¿Cuántas veces preferimos la zona de confort, en vez de explorar, conocer nuevas personas y tener nuevos aprendizajes?. Muchas veces con miedo aceptamos los retos y al final nos damos cuenta que si podíamos con ellos. Que en el camino hay tropiezos y errores, claro que sí, pero eso hace parte de la vida.
Al final de la película viene una frase que dice algo como “todos podemos portar la máscara de spider-man” y es verdad, porque esa máscara llega en forma de retos y oportunidades, que si presentan frente a nosotros es porque podemos afrontarlos, es especial con el apoyo de los amigos y la familia, pero sobretodo creyendo en nosotros mismos.
Una película que no se puede dejar de ver
Cada cual tendrá su opinión y elementos que más le llamen la atención de esta producción, pero en general, hablamos de una cinta redonda en cuanto a historia, personajes y animación. Los diferentes cambios de muchos personajes aportan demasiado y el poder centrarnos en la historia de Miles Morales hace que no sea lo mismo de siempre.
Si, hay referencias a las otras películas o cómics del personaje, pero nada que obligue a ser un experto en el tema y de hecho al final todas estas situaciones encajan de maravilla, dejándonos muchas conclusiones, una de las cuales les hablé unos párrafos atrás y otra que deja claro, para Sony especialmente, que todavía tiene tela de donde cortar y que la historia de este personaje aún puede dar más de sí. Pero sobre todo, que esta es una película que vale muchísimo la pena ver.