Humble Games y Black Mermaid presentan Moonscars, un metroidvania que recuerda mucho a Blasphemous, pero también elementos de Symphony of the Night. Sin embargo, intenta incluir muchas mecánicas y lo puede perjudicar.
Tiene algo
De primera impresión, Moonscars es un juego que recuerda, visualmente, a Blasphemous. Claro que las diferencias radican en cierto aspecto como de pintura en movimiento, por lo que los píxeles no son tan marcados, sino como brochazos en los personajes y escenarios.
Las mecánicas son conocidas para los seguidores del género. Un 2D no lineal, donde dependiendo de nuestras habilidades será posible descubrir lugares secretos o continuar en la historia principal. En este sentido, un metroidvania en toda regla.
Me gustó mucho la velocidad, a diferencia de otros títulos, donde se busca que el personaje sea pesado, aquí quieren que la acción sea rápida y se agradece. Se puede hacer dash, bloquear y moverse por el lugar sin descanso.
Muchas mezclas
Lo que no me terminó de enganchar con Moonscars es su mezcla de muchas mecánicas. Tenemos unos espejos que sirven de viaje rápido, pero al activarlos se genera una copia con la que debemos luchar para continuar nuestro camino.
Además tiene elementos roguelike, donde a medida que derrotamos enemigos, podemos seleccionar mejoras de combate que se aplican al instante y son aleatorias. A esto se suma un árbol de habilidades con bastantes opciones, además de generar copias que pueden ser usadas más adelante. Pero también se debe estar atento a la luna y tener los insumos necesarios para cambiarla de fase.
No se si es por cuestiones de la demo quisieron presentar muchas mecánicas al tiempo y a lo mejor estas se distribuyen y se sienten de forma más natural dentro de la curva de aprendizaje.
A mi parecer Moonscars vaya a ser uno de los juegos del año, pero tiene elementos que lo pueden hacer destacar o por lo menos entretener a los seguidores de este género.