Los pasatiempos numéricos son una de mis debilidades cuando se trata de matar el tiempo. Sudokus, nonagramas, hitoris… y por supuesto, del que voy a hablar hoy: el shikaku. Stitch., de Lykke Studios, es el título del que hablaremos hoy, un juego con un aspecto visual muy cuidado basado en este popular puzle japones y que encandilará a los fans de los rompecabezas.
¿Qué es el shikaku?
El shikaku es un puzle lógico basado en números donde el jugador deberá cercar espacios dentro de la cuadrícula del área que indique el único número que se mantenga dentro de dicha zona. Suena sencillo, pero requiere de una visión espacial desarrollada para poder localizar los patrones que componen cada puzle, que pueden ser de tamaños más o menos grandes. En esencia, es sencillo de entender, pero puede ser difícil de masterizar y sobre todo cuando toca recular con una solución que estamos planteando.
En Stitch. tenemos una ventaja: es un videojuego, por lo que rehacer un puzle es relativamente sencillo, al igual que pasa con otras conversiones digitales de puzles numéricos como el sudoku o Picross. Esto convierte la experiencia del juego en una mucho más amena para el jugador medio, que no requerirá pensar tanto antes de juntar las casillas y nos permite jugar más con la intuición. A mí me gusta, y sobre todo cuando me quedo enganchado en algún puzle que por tamaño hace que por intuición no pueda tenerlo tan claro.
A puntadas por el tablero
Lo más interesante de Stitch. es precisamente haber cogido la formula del shikaku y haber construido con ella un juego ya no accesible per se —de eso ya se encarga el propio puzle—, sino bonito y agradable al jugador. El shikaku, generalmente, son simplemente cuadrículas sin ningún sentido real, es decir, sin representar nada de la realidad. Stitch., por el contrario, divide cada diseño en subáreas donde nosotros trabajaremos resolviendo el puzle. Y eso es bueno… y malo a la vez.
Si hay algo que puede motivar al jugador a lanzarse a resolver puzles como un loco es querer ver el diseño final terminado y vanagloriarse de ello. Los puzles van desde el tamaño pequeño —XS, que no tardaremos más de cinco minutos en resolver— al extragrande que te hará estar más de una hora —el tamaño XXXL. Cada subárea es un puzle en sí y verlo todo junto es maravilloso, con un cuidado acabado artístico tanto mientras resolvemos, con su cuidada interfaz de usuario, como al final con el propio diseño. Es muy bonito.
Pero el problema, precisamente, es que son subáreas, y si caemos en el ansia de jugar y jugar para completar el juego lo antes posible, estaremos resolviendo shikakus todo el rato… y puede cansar. Cada diseño puede ser entre veinte y ciento cincuenta puzles, y al final es todo el rato el mismo tipo de puzles con mayor o menor dificultad. Esto es algo inherente del título, de su mecánica central, y no tiene solución: dependerá de la persona que esté jugando y su tolerancia o gusto al puzle, depende del momento. Igualmente, no tiene nada de malo coger el juego y echarse un par de partidas y tardar varios días en completar un puzle no tiene nada de malo.
En resumen
Stitch. es, sin lugar a duda, un juego que los amantes de los rompecabezas numéricos encontrarán sumamente satisfactorio. Incluso los fans de los pasatiempos o un jugador al que le gusten los puzles, si juegan conociendo su tolerancia a la repetición, encontrarán en el título una cantidad de horas de diversión enorme gracias a la cantidad de niveles, que aumentan cada semana con un puzle semanal generalmente muy grande, y en el que ya han anunciado que habrán packs de puzles nuevos a través de DLCs.
El juego es bonito, visualmente muy atractivo y con un modo principal que es lo que se espera, aunque trae otro más artístico para que nosotros pintemos como queramos las diferentes partes de los diseños que hayamos terminado. Si tuviera que ponerle una pega es lo machacona de la música, con solo un tema para TODOS los niveles —y que me hace recordar Picross 3D y su increíble banda sonora. Por todo ello, la nota para el título es la siguiente. [77]