Super Mario Bros. Wonder es una maravilla

Me parece increíble que, a cierre de 2023 que estamos, un Mario en dos dimensiones haya logrado impresionarme tanto como lo ha logrado Super Mario Bros Wonder. No estamos hablando de un Mario convencional, de la escuela de los primeros de NES que luego continuaron con más o menos igual acierto New Super Mario Bros.: estamos hablando de una revolución.

El Mario 2D más impresionante

Super Mario Bros Wonder es un juego que entra por los ojos de una manera que ningún Mario, ni bidimensional ni tridimensional, había logrado. Desde los trailers podíamos apreciar parte de su grandeza, pero no es hasta que lo he podido probar que he llegado a comprender la verdadera magnitud de las sensaciones que simplemente ver esos pequeños fragmentos jugables me llegaban. Nintendo ha logrado un hito artístico dentro de la franquicia, logrando alcanzar unos niveles de carisma nunca antes vistos simplemente a golpe de diseño visual y jugable. Y es que es adorable, ¿verdad?

La historia de este Mario mantiene el punto cliché, aunque alejándose del típico rapto de Peach para acercarnos más a la fórmula de Super Mario 3D World: Bowser ha logrado hacerse con el poder de las flores maravilla y fusionarse con el castillo del Principe Florian, soberano del Reino Flor, para obtener un poder casi ilimitado… que debe aprender a controlar. A los clásicos Mario, Luigi, Peach y Toad se les unen Daisy, más toads de colores, otros tantos yoshis y Caco Gazapo, que no estaba invitado al Reino Flor pero mira, ahí está. Solo las flores maravilla pueden parar a Bowser, y para ello habrá que explorar este nuevo reino.

Nivel del juego

Jugando como nunca

La trama no es nada del otro mundo, simplemente existe en el contexto, pero no puede importarnos menos. Al fin y al cabo, esto sigue siendo un Mario plataformero y la historia queda completamente subordinada a los intereses del gameplay, siendo este uno de los puntos fuertes del juego —aunque podríamos decir que salvo por la trama, todo en Super Mario Bros Wonderes un punto fuerte. Las mecánicas, desde el anterior Mario bidimensional —Super Mario Bros. U—, no ha sufrido en su núcleo un cambio radical, pero han sido refinadas hasta el extremo: jamás sentiremos que el juego es injusto, ni siquiera en su nivel final secreto donde la dificultad es absurdamente alta, simplemente hemos fallado porque nos hemos equivocado o no hemos dominado alguna de las mecánicas nuevas.

Estas nuevas mecánicas se resumen en tres puntos: nuevas transformaciones, insignias y flores maravilla. Por un lado, las transformaciones de Mario, Peach y compañía son novedosas, pero el hecho de utilizar un power up para cambiar las reglas del juego es algo que ya conocemos. A su vez, aportan también un punto de frescor único a cada juego del fontanero mostachudo. Es divertido ver a cualquiera de los personajes transformarse en elefante, en taladro, escupir burbujas o, directamente, en cosas más «maravillosas» que, si no habéis jugado, mejor no chafo.

Flor maravilla

Nuevas mecánicas para sorprender

Por el contrario, las insignias funcionan modificando de inicio a fin ciertas mecánicas para acelerar, facilitar o incluso dificultar el tempo del juego —te estoy mirando a ti, insignia de invisibilidad. Algunas nos permiten comenzar siempre con un champiñón; otras nos dan más velocidad pero no podemos parar de correr; algunas nos ayudan con el salto y otras incluso hacen que no podamos parar de saltar. Estas mecánicas ayudan en ciertos niveles y constituyen el principal reto de Super Mario Bros Wonder, pero no su principal atractivo. De eso ya se encargan las flores maravilla.

Nunca me había emocionado tanto con cada nivel individual de un Mario, pero esta nueva mecánica que consiste en simplemente encontrar la flor maravilla de cada nivel ha provocado un cambio tan grande en lo que es el juego, en su núcleo, en lo que buscamos de cada zona, que han terminado siendo el corazón de un título que, sin ellas, perdería gran parte de su encanto. Cada flor maravilla, como bien indica su nombre, modifica el nivel de maneras maravillosas y distintas. No hay dos niveles iguales. Si bien puede que la idea base se parezca, la ejecución es, como mínimo, distinta e interesante.

Terminas jugando solo para descubrir que te espera en el siguiente nivel, si será un nivel musical, si nos encontraremos ante una transformación única, si el mundo cambiará completamente… sin jugarlo es imposible hacerse a la idea de la locura detrás de la novedad más sorprendente de un Mario desde hace muchos años. Ni siquiera Odyssey es capaz de maravillarnos tanto pese a su ejecución mecánica más variada y sus mundos tan bien construidos. Con esto, Nintendo ha ido un paso más allá para demostrar que las plataformas 2D de Mario no están muertas ni mucho menos y que existe terreno para la innovación en una formula tan asentada y, de primeras, inmutable.

Mario saltando

Entrando por los ojos

La maravilla de Super Mario Bros Wonderno estaría completa sin su absolutamente deslumbrante apartado visual, a medio camino entre un New Super Mario Bros.y la última entrega de Donkey Kong Country. Los niveles se sienten mucho más vivos que en anteriores entregas, capaces de contar una historia jugando en gran parte a causa de las flores maravilla. Vemos unos personajes más animados, expresivos y vivos; tenemos niveles más diversos en temáticas y motivos que en cualquier Mario pasado. No es de extrañar que en Nintendo tardaran casi cinco años en desarrollar esto y que les dieran manga ancha en el tiempo de desarrollarlo, solo hay que ver el resultado.
Las nuevas animaciones de Mario y compañía, así como los cambios de voces —siendo sincero, casi imperceptibles— aportan frescura al título, que además cuenta con una banda sonora coordinada por el mítico Koji Kondo y que irradia diversión. Simplemente, escuchando las canciones que componen el sonido del juego —y los propios efectos de sonido, que suenan frescos para esta nueva entrega— puedes sacar una sonrisa recordando el nivel y lo divertido que ha sido completarlo.

¿Fin del nivel?

Un juego para maravillar a todo el mundo

La verdad es que,siendo objetivos, quizá Super Mario Bros Wonder no implemente tantas novedades rompedoras dentro de la saga. No es un paso a las 3D, no es una interpretación de un pseudomundo abierto, no juega con el concepto de gravedad y ni siquiera es un juego que parta de cero para crear un nuevo concepto… pero sí consigue traernos de nuevo algo que, para mí, la saga de Mario había perdido: la capacidad de maravillarme. Esto es algo que de niños nos es innato. La infancia es precisamente donde nosotros, como individuos, comenzamos a definirnos dentro del mundo que nos rodea. Y todo es sorprendente y especial, de ahí que, por ejemplo, la percepción del tiempo sea distinta en la infancia que en la adultez ya que todo nos es nuevo.

Con los videojuegos pasa lo mismo. No son las mismas sensaciones las que tenemos ahora jugando que las que teníamos a los ocho años, por decir un número. Ha pasado una vida, décadas y décadas en el cómputo de tiempo humano y un sinfín de vivencias y responsabilidades que se nos han ido acumulando y extinguiendo esa capacidad innata para el asombro. Y sin embargo, Super Mario Bros Wonder, por unas horas, me ha devuelto a ese estado. ¿Con qué me sorprenderá Nintendo a continuación? No podía dejar de pensar en eso mientras devoraba el título, nivel a nivel, y me maravillaba ante la imaginación desplegada por los desarrolladores detrás del título. La primera ver que coges una flor maravilla es una experiencia única, y que todas sean distintas y especiales lo hace algo increíble.

Pantalla de fin de nivel

En resumen

Es por esto que Super Mario Bros Wonder me ha llegado al corazón. No es un juego que lleve a Mario a unas cotas mecánicas nuevas que no conociéramos del todo. No es que este juego sea una revolución jugable. Simplemente, es el mejor Mario bidimensional que se ha hecho y uno de los mejores juegos de la saga. Es un juego pulido al extremo, visualmente muy atractivo, con novedades suficientes para atraer a cualquiera que quiera darle un tiento a un Mario sin buscar un reto y con niveles para aquellos que hemos crecido y seguimos gozándonos jugar al fontanero casi como el primer día… y, por encima de todo, es un juego que nos devuelve aquello que tanto echamos de menos y buscamos en cada juego que cae en nuestras manos: sorprendernos, disfrutar, maravillarnos. [95]

  1. Gran artículo, Julio, a mí este juego siempre me olió a burrada según fui viendo vídeos. Este y Mario RPG me los pillaré cuando pueda, que últimamente he tenido muchos gastos, juas.

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