¿Tendremos N64 mini este año?

Repasemos sus posibles juegos. Hace un mes pasó por mi mente la idea de que Sony copiara a Nintendo en el negocio de las miniconsolas. El momento perfecto para anunciarlo era la PlayStation Experience. En un arrebato de optimismo esperaba el lanzamiento de una PSX mini y suculentos anuncios inéditos. Lamentablemente, nada de esto se cumplió. Hoy vamos a explorar un enfoque más realista. Imaginemos una N64 mini.

Un catálogo con joyas destacadas y ausencias notorias

Porque sí, la tendencia es clara. Si en 2016 tuvimos una NES mini y en el año que nos acaba de dejar una SNES mini nuestro sueño parece plausible. A esto hay que añadirle los múltiples rumores e indicios que vaticinan el anuncio de la N64 mini. Dadas las circunstancias, no cuesta nada imaginarse jugando a los clásicos de 64 en las próximas navidades. En materia de juegos, que es lo que nos interesa, en el caso de NES mini se incluyeron 30 juegos y en SNES mini 20+1. La tendencia es a la baja, pero vamos a ser optimistas: en esta ocasión también tendremos disponibles 20+1 juegos. ¿El +1? Luego iremos a ello.

Lo bueno – o malo, según se mire – es que N64 no tuvo un amplio catálogo. Por ello se hace muy sencillo hacer una lista con todos los juegos que podrían salir en nuestra pequeña consola y acertar. Aún más si tenemos en cuenta la pérdida más dolorosa: los juegos de Rare. Ahí figuran clasicazos como Perfect Dark, Goldeneye, Killer Instinct y Banjo Kazooie. Incluso Diddy Kong Racing podría quedarse fuera al incluir personajes que ahora pertenecen a Microsoft. De veras espero un acuerdo entre las dos partes, porque de no ser así nuestra pequeña consola tendría una pata coja.

Donkey Kong 64

A menos que los astros se alineen, esto será lo único que veremos de Rare. Por fortuna, los derechos de Donkey Kong pertenecen a Nintendo y podremos disfrutar de las aventuras de nuestros simios preferidos. Tras el arrollador éxito de las tres entregas de Donkey Kong Country, tocaba adaptar las aventuras de nuestro simio favorito al entorno 3D. Rare ya había lanzado Banjo-Kazooie y le fue bastante bien, así que decidieron desarrollar un juego bastante similar.

Nos encontramos, entonces, con un divertido Collectathon propio de la época. Hasta 5 simios podíamos controlar con sus respectivas habilidades que podías aprender mediante el famoso DK Rap. Con la ayuda de nuestros amigos habrá que recorrer la isla DK en busca de todos los coleccionables y derrotar a King K. Rool de nuevo. En definitiva, un buen pedazo de la Rare de los 90 contenido en un sólo cartucho. Eso sí, hay que decir que, para algunos, puede que no haya envejecido muy bien y resulte algo repetitivo.

Pokémon Stadium 2

Cómo echo de menos un Pokémon Stadium, leñe. Soy totalmente ajeno al modo competitivo de los Pokémon a partir de la tercera generación. Eso de los IVs, EVs, naturalezas, movimientos huevo… me pongo enfermo sólo de pensarlo. Pokémon Stadium era un primer enfoque que funcionaba muy bien, y llegó en pleno boom del fenómeno. Tras jugar a los Pokémon originales de Game Boy, ahora podíamos ver a las criaturas en 3D. ¡Como en la serie! Nos enfrentábamos a todo tipo de entrenadores, desde el cazabichos más insignificante hasta los líderes de gimnasio. Nunca había sido tan divertido jugar a Pokémon.

Y qué decir de los modos multijugador. A fin de cuentas lo que molaba era quedar con amigos y hacerse unos combates con Pokémon alquilados (sin Chansey, que está roto). Hay que decir que estos juegos se diseñaron con la idea de contar con los juegos de Game Boy en mente, por lo cual deberían tener algún tipo de conexión con el Banco Pokémon o algo por el estilo para poder exprimir todo su potencial. La segunda parte – que en realidad es tercera – es, por motivos obvios, la elegida. Lo único malo es que nos perderíamos los minijuegos del primer cartucho y mi relación amor-odio con el minijuego de Clefairy.

Zelda Ocarina of Time

¿De verdad hacía falta nombrarlo? Al igual que Super Mario 64, marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos. Ocarina of Time continúa siendo mi Zelda preferido incluso después de haber sido Breath of the Wild el GOTY 2017. Fue el primero que nos permitió adentrarnos en un Hyrule tridimensional a lomos de Epona, la yegua de Link. También adaptó de forma extraordinaria las mecánicas que ya existían en A Link To The Past como el uso del arco y el gancho. Y por no hablar del Z-Targeting, que sentó cátedra para juegos venideros.

Desafiantes mazmorras y una ambientación soberbia son sólo algunos de los ingredientes que hacen que considere a Ocarina of Time uno de los mejores juegos de la historia, sino el mejor, pese a sus pequeños fallos. Daría lo que fuera por recordar con exactitud el primer día que inserté el disco de la Collector’s Editions de Gamecube y vi el Bosque Kokiri por primera vez.

Zelda Majora’s Mask

Dos años más tarde llegó Majora’s Mask. Aonuma quería desarrollar una segunda entrega para Nintendo 64, pero el tiempo se le echaba encima. Era 1998 y dos años después iba a empezar la siguiente generación de consolas. Por ese motivo se decidió continuar con el mismo motor gráfico de OoT pero con algunas mejoras. Inicialmente concebido para 64DD – la unidad de disco de N64 que no salió de Japón – no tuvo el mismo éxito que su predecesor, tal vez por el listón tan alto que tenía. No obstante, Majora’s Mask resultó ser un magnífico Zelda que consiguió innovar en multitud de aspectos.

El uso de las máscaras fue uno de los dos ejes principales. Transformarse en Deku, Goron o Zora y adquirir sus habilidades es algo magnífico. Por no hablar del uso de la ocarina, que continúa teniendo sus poderes temporales, pero adquiere una nueva dimensión más allá de viajar entre eras. El ciclo de tres días fue uno de los mayores aciertos de la saga, y ver cómo afecta en todos y cada uno de los habitantes de Ciudad Reloj es algo que me fascina incluso a día de hoy.

Super Mario 64

Un hito en el mundo de los videojuegos. El gran referente en lo que entornos 3D se refiere. Inconcebible tener una Nintendo 64 sin este pedazo de juego. Considero que ha sido superado por Super Mario Odyssey en todos los sentidos, pero no por ello deja de ser un señor juegazo que merece disfrutarse de principio a fin. En esta ocasión Peach invita a Mario a comer pastel a su castillo, pero sorpresa: la princesa ha sido secuestrada por Bowser. Tocará adentrarse en los mundos de los cuadros para conseguir estrellas y poder hacer frente al temible Bowser. Para ello haremos uso de todo tipo de habilidades y saltos para cumplir con nuestro cometido. Cómo olvidar la lucha contra el Rey Bom-Omb o las carreras contra Koopa el Rápido. Todo un clásico imprescindible y no te puedes considerar fan del ocio electrónico sin haberlo completado.

Mario Kart 64

Sólo hicieron falta 4 años para dejar obsoleto al revolucionario – y complejo – Modo 7 de Super Nintendo, pues Mario Kart fue uno de los más beneficiados de la transición. Los 16 nuevos circuitos eran toda una gozada de ver y de jugar. Ahora habían desniveles, baches, túneles y hasta un inoportuno tráfico en la Ciudad Toad. Y lo mejor de todo es que 4 personas podían reunirse y jugar a la vez, ya sea corriendo en los circuitos o en el clásico modo batalla de los globos. Seguro que todo era diversión hasta que al primero le llega un caparazón azul. En Mario Kart 64 hizo su primera aparición y seguro que fue el responsable de múltiples rupturas de amistades. Hoy en día tenemos Mario Kart 8 Deluxe pero, ¿cómo íbamos a olvidarnos del título que sentó las bases de la saga?

Rayman 2

En el repaso de títulos de PSX que hice ya hace cosa de un mes también estuvo presente. En esta ocasión también lo añado porque, sinceramente, la lista de juegos está claramente dominada por títulos de Nintendo. Jugué a Rayman 2 en la gris de Sony, pero tengo entendido que la versión de N64 es mejor en todos los aspectos, a excepción de las voces. Un plataformas desafiante que supo hacer la transición a las 3D de una manera magistral. Piratas espaciales amenazan el mundo, y sólo Rayman puede salvarnos. Globox, Ly el hada y los diminutos serán sólo algunos de los valiosos aliados que nos ayudarán en nuestra empresa. Concebido por Ubisoft Montpellier, se trata de un desafiante plataformas al que no le ha salido ninguna arruga. Uno de los grandes de la consola de 64 bits.

F-Zero X

Llevamos demasiado tiempo esperando una nueva entrega de F-Zero. La última que tuvimos fue GX para Gamecube en un lejano 2003, y se hace de rogar. La entrega anterior fue F-Zero X. Un juego de carreras verdaderamente exigente que es indulgente en sus primeras copas, pero a la que se avanza un poco es un reto de esos que hacen que uno se estire de los pelos. Un pequeño error y todo se va al traste. Mira que lo he intentado veces, pero no hay manera. Oh, vaya, quizá es por eso por lo que se dejaron de producir juegos.

No puedo imaginarme qué podrían hacer para adaptarlo a los nuevos tiempos, si os soy sincero. Bueno, sí, adaptarlo a la VR o quizá no. La sensación de velocidad debe ser la leche, al igual que los mareos. Pero merece la pena recordar cómo en tiempos pretéritos no nos importaba tanto eso de la dificultad. Y encima con una OST de miedo que bien podría encajar en un álbum de metal.

Starfox 64

Este título es el resultado final del cancelado Starfox 2 de SNES. Starfox 64 – o Lylat Wars como se dio a conocer en Europa – cuenta las aventuras de Fox McCloud y sus compañeros mercenarios que luchan contra el mal. Para ello se suben a bordo de sus naves Arwing para pegar tiros a todo aquel se se interponga en su camino. Visitaremos distintos planetas y cuerpos celestes en un título que rebosa un agradable sabor arcade en cada uno de sus niveles. Dependiendo de nuestro desempeño podremos elegir una ruta u otra y eso condiciona la dificultad de la partida. Un título ideal para los ratos libres. Do a barrel roll!!

Mario Party 2 y 3

¿Dónde está Mario Party 1? En el olvido, y ahí debe permanecer. La primera iteración de la saga no es mala de per se, pero se siente como un juego al que le falta tiempo de desarrollo. Pero no por bugs ni nada por el estilo. Jugarlo es encontrarse con unas mecánicas totalmente desequilibradas e injustas y minijuegos que no acaban de estar bien resueltos. De hecho, Nintendo tuvo problemas con algunos minijuegos de rotar el joystick .

El lanzamiento de Mario Party 2 hizo automáticamente obsoleta la primera parte, como si de una actualización de software se tratase. Las mecánicas empiezan a sentirse bien y muchos de los minijuegos que funcionaron en la entrega original vuelven. También se introducen los objetos, que tenían el poder de fastidiar a otros jugadores. La tercera iteración introduce algunas características interesantes como el modo duelo y muchos más minijuegos. Los dos juegos rompe-amistades presentan tableros y minijuegos totalmente distintos, por lo que considero que ambos deberían tener presencia en la N64 mini, pero sé que sólo uno de ellos haría acto de presencia. Quizá la segunda parte, que es la más recordada.

Super Smash Bros.

¿Juntar a todos los personajes de Nintendo y que se peguen entre si? ¡Venga! Lo interesante del caso es que se alejó de los títulos de corte más clásico – Killer Instinct, Tekken… – para ofrecer un género totalmente inédito hasta entonces: el Brawler (como se le llama ahora). El objetivo principal no es quitar toda la vida al enemigo, sino echarlo fuera del ring. Cuanto más daño recibe un luchador, mayor será la distancia que recorrerá al ser golpeado de nuevo. Y vaya que si tuvo éxito. De concebirse sólo para el mercado japonés, llegó a Occidente gracias a su apabullante éxito. Y a día de hoy sigue siendo todo un vendeconsolas y un referente en la escena competitiva.

Originalmente iba a ser un juego de lucha con personajes propios, pero Masahiro Sakurai tuvo la idea de incluir a la plantilla de Nintendo. Desarrolló una beta del juego con Mario, Donkey Kong, Samus y Fox y cuando estuvo seguro de que estaba todo bien la mostró a todos. La idea cuajó y desde entonces Sakurai ha estado cargado de faena siendo el responsable de cada iteración del brawler por excelencia. ¡Nos morimos de ganas por jugarlo de nuevo!

Paper Mario

La secuela espiritual de Super Mario RPG (que no llegó a Europa). Podríamos definir a Paper Mario como un RPG accesible para todo el mundo. Y bueno, el único RPG de calidad para la consola. La característica principal de este pedazo de juego es que los combates, si bien son por turnos, tienen un componente de habilidad. Saltar sobre un enemigo y pulsar el botón A en el momento justo inflige más daño. Hacer lo mismo cuando estás a punto de recibir un ataque hace que recibas menos daño. Como en todo RPG contaremos con compañeros que nos ayudarán tanto en los combates como fuera de ellos. Por ejemplo, podemos hacernos invisibles o alcanzar objetos lejanos. Los que lo hayáis jugado sabréis que se trata de un imprescindible de Nintendo 64. Un RPG no demasiado difícil ni complejo, pero altamente entretenido y que seguro que arrancará más de una sonrisa.

Mario Tennis

El inicio de Mario como pluriempleado, si no lo era ya. Ya hemos comentado que Nintendo 64 elevó a la enésima potencia el multijugador local, por lo que la consola no estuvo falta de este tipo de juegos. Junto a Mario Tennis llegó también Mario Golf, pero puestos a elegir escogeré el deporte de las raquetas. Como es de esperar, Mario Tennis es un título que no destaca por su enfoque realista – como en el contemporáneo Virtua Tennis – sino por su desenfadado concepto. Cuenta con multitud de modos: torneos, partidos rápidos, partidas a dobles… Y hablando de esto: Wario y Peach necesitaban pareja, pero juntos no pegan ni con cola. Así que tiraron de nuevo personaje (Waluigi) y rescate de princesa (Daisy de Super Mario Land) para que todo el mundo estuviera feliz. Y a partir de entonces han formado parte de la gran mayoría de juegos multijugador de La Gran N.

Turok 2

A falta de Goldeneye y Perfect Dark tendremos que conformarnos con Turok. Bueno, conformarnos quizá no es la palabra adecuada. ¿No te suena? Quizá si te digo que es el shooter ese de los dinosaurios se te enciende la bombilla. Pero el título de la extinta Acclaim no era un shooter normal y corriente. Hasta entonces este tipo de juegos iban de lo mismo: pegar tiros. No obstante, Turok introdujo mecánicas propias de otros títulos. Variados puzles hacían acto de presencia y también habían fases de plataformeo. También contamos con un arsenal muy variado: desde arcos hasta armas futuristas. Además, el apartado gráfico no tenía nada que envidiar a los títulos de la antigua Rare. El referente del género shooter que no puede faltar en una N64 mini.

Resident Evil 2

Otro que también mencioné en el repaso de PSX. Fue la única entrega que estuvo disponible para N64 y la mejor versión creada hasta la fecha (hasta que llegue el remake). En esta ocasión nos encontramos en Raccoon City, que ha sido sometida a la amenaza del Virus-T. Como consecuencia, casi toda la población ha sido infectada y Leon y Claire deben escapar de ahí. Para ello hay que ir a la comisaría de policía y a partir de ahí encontrar su camino. Habrá que enfrentarse a zombies, encontrar items clave y resolver interesantes puzles, todo aderezado con una narrativa cargada de momentazos que emocionaron a toda una generación de jugadores.

La única pega de esta iteración es que peca de ser algo corta en comparación con su antecesora, pero está justificado. La peculiaridad de Resident Evil 2 es que presenta hasta 4 historias distintas dependiendo del orden con el que juegues con cada personaje. Leon A, Leon B, Claire A y Claire B. De todos los Resident Evil clásicos, el que más me ha marcado, sin duda.

Star Wars Rogue Squadron

Star Wars está viviendo su tercera juventud en estos años, y la gran responsable es la nueva trilogía. Aunque a mi no me está gustando demasiado – y no soy el único – hay que decir que está haciendo que se vuelva a hablar del fenómeno. La última vez que pasó eso fue con las precuelas, y Star Wars Rogue Squadron fue el título más destacado por aquel entonces. Se ambientaba entre los episodios IV y V y consiste en pilotar naves del lado de los rebeldes para destruir la amenaza del imperio galáctico. Personalmente me gustaría más que el juego seleccionado fuera Star Wars Racer – el de las carreras de vainas – que a este sí que le eché bastantes horas, pero hay que reconocer que Rogue Squadron fue el más relevante. Tanto que se desarrollaron 2 secuelas posteriormente.

1080 Snowboarding

Nintendo 64 no contó con ningún título de Tony Hawk, pero por otra parte tuvo este genial videojuego de snowboarding. El problema es ese, que se trata de un juego bastante de nicho, al igual que el más reciente Steep. 1080 Snowboarding es básicamente un juego en el que podemos realizar carreras, conseguir el mayor número de puntos posibles por realizar trucos con la tabla o batir nuestros propios récords en el clásico modo Contrarreloj.

Hay que mencionar que el apartado gráfico es mucho más que correcto de acuerdo a los estándares de entonces. Las físicas de la nieve están asombrosamente bien implementadas y se puede ver hasta el polvo que se va levantando a medida que descendemos por la montaña. Aunque hay que decir que este título sólo es disfrutable en su modo 2J hoy en día. Una buena alternativa más desenfadada sería Snowboard Kids, de Atlus.

Yoshi’s Story

Un plataformas adorable, como pocos. Yoshi’s Story es un juego que coge prestadas algunas características de su predecesor, pero con un enfoque claramente diferenciado. Ya no hay que recorrer toda la isla entera por todos los niveles, sino que ahora los Yoshis están encerrados en una especie de libro. Cada página es un mundo, y en ese mundo hay que escoger uno de los 4 niveles disponibles y al completarlo accederemos a la siguiente página. Eso es, cada partida entera del juego consta de 6 niveles, lo que le da al cartucho un carácter claramente enfocado a hacer partidas cortas. Y si me lo permitís, claramente infantil. Yo no tuve una N64 en su época, pero algunos colegas aseguran que Yoshi’s Story fue su infancia.

Kirby 64: The Crystal Shards

El único juego protagonizado por Kirby de N64. En principio iban a ser dos, pero el desarrollo de Kirby’s Air Ride no fue precisamente un camino de rosas, por lo cual finalmente llegó para Gamecube. Kirby The Crystal Shards es, básicamente un plataformas 2.5D continuista con lo que eran los juegos de Kirby por aquel entonces. Gran acierto, teniendo en cuenta que muchas de las sagas de los 90 (Sonic, Earthworm Jim) no supieron adaptarse a la nueva dimensión correctamente. El gran gimmick de esta entrega es el poder obtener dos poderes a la vez, permitiendo combinarlos para obtener habilidades completamente nuevas e impredecibles. Al igual que Yoshi’s Story, es un juego algo corto pero agradable, sin duda.

Bonus: Ura Zelda

SNES mini nos sorprendió el año pasado con un inesperado anuncio: el cancelado Starfox 2 por fin iba a ver la luz. En el fin del ciclo de vida de SNES se estaba desarrollando Starfox 2, y de hecho estaba acabado cuando de repente decidieron no lanzar el juego a la venta. El 3D de SNES, aunque realmente meritorio, era claramente insuficiente cuando en unos meses iba a salir a la venta Super Mario 64 e iba a acabar siendo irrelevante. Por ello cogieron gran parte de los conceptos del juego y los trasladaron a Starfox 64 – o Lylat Wars como se dio a conocer en Europa. Por suerte, Starfox 2 viene incluido en cada SNES mini a día de hoy.

La historia de Ura Zelda guarda cierta similitud con el caso Starfox y realmente merecería un artículo aparte. El 64DD era una unidad de CD que permitía ejecutar juegos con mucha más capacidad de lo que permitían los limitados cartuchos. Pero aunque sonara prometedor, no triunfó demasiado y ni siquiera llegó a salir de Japón. Ura Zelda, al igual que Majora’s Mask, iba a aprovecharse del periférico mediante un CD a modo de expansión. ¿Nunca os habéis preguntado por qué el medallón del templo del bosque tiene aspas dibujadas? ¿Y por qué el medallón de agua tiene incrustado un copo de nieve? Ahora recordad el castillo de Ganon y sus correspondientes puebas. En efecto. El templo del bosque y del agua en un principio iban a ser del viento y del hielo respectivamente. Ura Zelda iba a incluir nuevas mazmorras, minijuegos y misiones adicionales. Por ese motivo esos templos desechados por razones técnicas finalmente podrían ver la luz.

En Agosto del 2000, Miyamoto llegó a afirmar que Ura Zelda estaba terminado (aunque no me lo acabo de creer demasiado). Por ello, los fans reclamaron durante mucho tiempo que el juego saliera a la luz de algún modo. Finalmente, junto al lanzamiento de Wind Waker en 2003, se incluyó un disco con Ocarina of Time y un nuevo juego: Master Quest. Dicho juego resulta ser una versión de OoT ligeramente modificada con retos algo más difíciles y mazmorras ligeramente cambiadas. Miyamoto afirmó que ese juego era Ura Zelda, pero es algo que no concuerda con todas las declaraciones anteriores en las que afirmaba que iba a ser bastante más diferente. Es por ello que muchos fans de Zelda se quedaron con las ganas de saber cómo era realmente Ura Zelda y, si de verdad se terminó, podría aparecer junto al resto de clásicos de Nintendo 64 en nuestra pequeña consola. Además, este año es el 20 aniversario de Ocarina of Time. Ahí lo dejo.

Una breve mirada al futuro

Et c’est fini. Las ausencias son realmente escasas. He querido priorizar algunos juegos Third Party que realmente merecen la pena ante algunos títulos que considero no tan representativos. Así a bote pronto y sin contar los de Rare faltarían Mario Golf, Pokémon Snap y Wave Race. Y no son muchos más los que se echan de menos. ¿La razón? Una política conservadora que iba en contra de las tendencias del mercado contemporáneo y una Sony que consiguió encadilar a casi todas las Third Parties del mercado. Pese a ello, Nintendo se hizo fuerte y consiguió nutrir a su consola con un catálogo de joyas imperecederas que han quedado grabadas a fuego por toda una generación de jugadores. De nuevo Rare quedaría fuera de la ecuación, pero ahí estarían Donkey Kong y Turok para salvar la situación de algún modo. Y seamos sinceros: ser optimista está muy bien, pero no creo que lleguen a salir más de 15 juegos. Espero que podamos averiguarlo en unos meses.

¿Una Gamecube mini en 2019? Realmente no parece tan descabellado. En 2012 tuvimos la Wii mini. Casualmente se llama así, pero no se trata de un modelo de miniconsola como lo entendemos en este artículo, sino una de las revisiones que tuvo la Wii original. Dicha consola salió al mercado por 99€. El hardware es muy similar al de la Gamecube, por lo cual creo que siete años más tarde puede ponerse a la venta a un precio bastante más reducido. El tema de los juegos vendría aparte. Muchas fueron las joyas que salieron para el cubo que merece la pena volver a disfrutar y muchas serían las que se quedarían fuera, por lo que sería realmente laborioso crear una lista. Ahora bien, creo que Nintendo hará una pausa de unos cuantos años antes de lanzarla. Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Qué juegos creéis que merece la pena incluir en una N64 mini?

  1. Tu mismo lo apuntas. La ausencia de Rare es lo que dejaría a N64 mini como la propuesta menos golosa de todas las minis. Rare era algo así como una second party (existe esto xD) y se nos van muchísimos juegazos con los que es imposible imaginar una N64 en condiciones.
    No sé, el hecho que hayan declarado que habrá más stock de Nes y Snes mini me da a pensar que hasta que no cierren con Rare (y microsoft) el tema de licencias no se animaran a sacar una N64 mini.
    A tu lista le añadiría el ISS Deluxe, el Ridge Racer 64 (mítica mano muerta de la modelo), el Goemon, el Wave Race y sobretodo al Starcraft 64 como puntillo friki del catálogo

  2. Ya he comentado que a mí me pondría mucho la llegada de una N64 Mini, pero la verdad es que todo lo que me gustaba de es consola, que adoro, lo tuve (tendría unos 30 juegos y alquilé el resto) y lo jugué en su momento… me arrepentí después de venderla, pero ya digo y necesitaba la pasta para dar el salto a Xbox y PS2.

  3. Antes una GameBoy mini y a romper récords de ventas.

    A medida que nos acercamos en las generaciones en esta propuesta de consolas mini de Nintendo se me hace menos atractiva. El catálogo se reduce al igual que los éxitos por no hablar de lo mal que han envejecido muchos juegos.

    • Es algo de lo que me he ido dando cuenta cuando estaba redactando estos textos. Hay títulos que una de dos: o han envejecido fatal (Donkey Kong 64, aunque a mi no me disgusta) o sencillamente las versiones modernas son superiores en todo (Mario Kart 64 frente a Mario Kart 8 no tiene nada que hacer). Pero al final estas consolas están para lo que están: son para rememorar viejos tiempos.

      Lo de la Game Boy sería la leche, aunque no sé yo qué títulos pondría. Sí, los típicos, pero hay un porrón de plataformas (Asterix y algunos que ni recuerdo) que me marcaron mucho y no creo que lleguen a estar. Una buena solución sería poder tener conexión con la CV y descargarse los juegos que falten. Pero ni así podríamos tener todos los juegos de antaño…

      • La veo con 100 juegos: Tetris, Super Mario Bros, Super Mario Land, Wario Land, Metroid, Megaman, Zelda, Castlevania, Kirby, Donkey Kong, Ducktales, Ghosts’n Goblins, Gargoyle’s Quest, Gradius, Ninja Gaiden, Final Fantasy… bufff… y algunos siempre se dejarán jugar como el primer día.

    • Pues si, a mi me llama mucho mas una GB mini. Bueno, realmente no… al menos mini. Una réplica de la GB o GB Pocket sería perfecto.

      Esta vez, si compraría, básicamente porque ofrecería algo que la emulación no puede.

      Respecto a N64 mini… algo que no se comenta en el artículo: como emular perfectamente esa consola. Los emus actuales no llegan al nivel (en esta consola), de la calidad alcanzada en 8/16 bits. Y recordemos que la propuesta de Nintendo sería emulación. No termino de verlo.

      A mi me venden una GB / Pocket / Color, réplica de la original, y tienen mi dinero.

      • La emulación es algo que siempre evito comentar en mis textos. Como bien dices, la emulación de 64 dista mucho de ser perfecta. Y ya no sólo me refiero a Project64 y Mupen64, entre otros. La misma Nintendo también ha tenido algunos problemas con la emulación. Sin ir más lejos, la Collector’s Edition de Gamecube incluía Majora’s Mask, y tenía algunas anomalías ocasionales en el sonido (en los cambios de zona de Ciudad Reloj, por ejemplo).

        Y luego está el tema de Rare. Esta desarrolladora estaba formada por auténticos cracks de la programación, y en sus juegos habían microcódigos que a los emuladores convencionales les costaba mucho de reproducir. No sé como estará la situación ahora. Lo que vengo a decir es que, en caso de que saliera a la venta una N64 mini no sé si Perfect Dark, por ejemplo, funcionaría bien.

        De todos modos, creo que todos los juegos que salgan en la N64 van a quedar bien. Ya sea por emulación o por algún componente hardware que se le pueda añadir a posteriori.

        Quien tendría pesadillas con las consolas mini sería Sega con su Saturn. Tengo entendido que tiene una arquitectura aún más enrevesada que la PS3 xD

        • Ya estamos, pobre Saturn xD Total porque en el Daytona USA las curvas que estabas tomando no se veían completas del popping que tenia xD Aún y así, maravillosa.

          Yo no soy muy de comprar estas consolas mini pero no porque emulen o dejen de emular. Más bien porque son trastos que ocupan y a los que se dan poco uso con lo que prefiero las originales pero como ocupan aún más pues tampoco xD

        • Siempre se dijo que ese era el grave problema de la Saturn (yo la tuve, en ella me pasé por primera vez mi amado Tomb Raider; luego cayeron otras 4 ó 5 en PSX y el remake de 360), su arquitectura. Aunque, bueno, eso mismo se dijo primero de PS2 y luego de PS3 y ya vimos los resultados cuando se consiguió exprimir las máquinas.

          Guardo buenos recuerdos de esa consola, aunque la tuve apenas un par de años. Juegazos como Panzer Dragon, Sega Rally, el estupendo Alone in the Dark 2: Jack is back (horrible gráfica y técnicamente, pero juegazo), Daytona USA, Nights, Virtua Fighter 2, World Wide Soccer, etc. Pero no me pone que la saquen ahora, nada en absoluto.

          La Game Boy Mini tampoco me pone demasiado, pero recuerdo que hace 26 o 27 años se la regalamos por su Comunión a un primo hermano y flipó. 20.000 pelas de la época la maquinita, 120 pavos de ahora, tela. Y también un cartucho que tenía 20 juegos y había uno de puzzles de mover unas cajas para resolver la pantalla que me tenía enganchadísimo, jajaja.

        • Hablar de emulación no es ningún problema, sobre todo si es en productos oficiales como los de Nintendo.

          No creo que la compañia esté por sacar una N64 con un hard específico, por la sencilla razón de encarecer un producto que ya de por si es caro.

          A mi entender, y por experiencia, todo lo que engloba consolas 3d dista mucho de ofrecer una emulación correcta, al menos hablando del catálogo global.

          Respecto a lo que comentas del estado actual de la emulación, pese a grandes avances, como he dicho, no son (al menos para mi) una alternativa al hardware original, como lo son las maquinas 2d. No te digo ya una Pi3 con RGBPi en crt, donde la recreación es perfecta.

          Vamos, que siendo Nintendo no me la jugaria con una n64 emulada, y tiraría directente por una GB, que encima, tiene el plus de la carcasa/pantalla ausente (obviamente) en la emu. Mas ventas seguro.

        • El problema de Saturn es que a nivel hard, era un puto desastre en las 3d y un maquinón en las 2d.

          A Sega le pillo el tren de las 3d, pensando que la transición sería algo mas progresivo

    • La gran pregunta que me hago… cómo haces una game boy mini y que sea jugable? Si la haces mini te queda demasiado tipo game boy color, lo veo demasiado limitado a cuestiones de ergonomía, no?
      Bromas aparte, si sin embargo tirasen por una versión «pocket» de la Game Boy con 30 juegos precargados creo que todos estamos de acuerdo en que sería el auténtico gran pelotazo en la gama «mini»

  4. Bodyharvest – castlevania – Bomberman – mishimaker (este no recuerdo como se escriba pero juegazo) todos estos deberían estar y algunos más que me olvidó

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