Deathspank regresa de nuevo en una divertida aventura que, aparte de entretenernos, nos arrancará más de una carcajada… hasta que nos haga perder los nervios con su horrible nivel de dificultad.
Ron Gilbert es, a pesar de haber trabajado en algún que otro juego más, conocido por su trabajo en Monkey Island. Todos esperamos con ansias cada una de sus nuevas creaciones, una de de las cuales fue Deathspank y, a pesar de que no se le acercaba al nivel y calidad del insuperable juego de las aventuras del señor Threepwood, sí que era capaz de entretener, con un toque de RPG mezclado con algo de Hack’n’Slash.
Esta buena acogida le ha llevado a sacar un par de secuelas, la última es la que os traigo hoy aquí. En ella, el componente RPG se queda en un segundo plano. Aquí se centran en la evolución del personaje y la historia a base de acción. Cuantos más monstruos derrotemos contaremos con más variedad de armas, tantas que no sabremos cual usar, cada una más absurda y divertida que la anterior.
En The Baconing contamos una extensa variedad, no sólo de armas, sino de enemigos y de localizaciones diferentes, contando con varios poblados y ciudades en los que abundarán las misiones principales y secundarias e incluso tendremos estadios en los que luchar contra complicados enemigos enormes que nos harán sudar sangre. Pero si hay algo que destaca sobre todo lo demás en The Baconing es su dificultad, que es bastante elevada y te hará sufrir mucho, sobre todo si no tienes mucha idea del inglés, porque el juego no solo no está doblado si no que no está ni tan siquiera traducido. A medida que vayamos superando fases iremos subiendo niveles hasta alcanzar el 20 y cada vez que subamos uno podremos elegir una carta especial que utilizar para aumentar algunas habilidades un poco de forma permanente para darnos más vida, poder o defensa entre otros.
The Baconing es un título que no trae muchas novedades respecto a las anteriores entregas. Si te gustaron los anteriores, este te va a encantar. Si no es el caso, este simplemente te va a entretener… hasta que te encuentres con los momentos de horrible dificultad que te darán ganas de olvidarte de él tras pasártelo. Si es que lo consigues. [5]