Trails to Azure: el cierre de Crossbell

Acostumbrado a entregas que son prácticamente independientes dentro del mundillo del jrpg, reconozco que hacía tiempo que quería meterme en el pozo de horas que es la saga Trails y que, gracias a la llegada de Trails from Zero en Switch, por fin llegó mi oportunidad.

Trails to Azure

Ahora ha llegado el momento de darle el paso a Trails to Azure, su secuela directa. ¿Y eso que significa?

Senderos celestes partiendo de cero

Haber completado los dos juegos que componen la duología de Crossbell dentro de la inmensa saga insignia de Falcom me ha dejado, por desgracia, un sabor agridulce que no tiene nada que ver con la calidad del juego. Y es que pese haber llegado al final de las aventuras del cuarteto de agentes de la Special Support Section, de ver como se desarrollaba toda la aventura de Lloyd, Tio, Randy y Ellie hasta cerrar su arco, ver como evolucionan, conocer el mundo, a los personajes que nos acompañan y disfrutar de unos giros de guion muy bien llevados, no me quito la sensación de que me he enterado de la mitad de un todo.

No es que sea algo malo, pero me siento cabreado conmigo mismo por no haberme puesto antes de pasarme este Trails to Azure con el arco argumental anterior, In the Sky, y vuelto a completar Trails from Zero para, ahora si haberlo pillado todo. Con Zero ya me di cuenta cuando se hacía mención a eventos que el juego daba por hecho que conocías, así como por la inclusión de varios personajes bastante significativos —solo diré que los que hayan jugado a Trails in the Sky seguramente se emocionaron cuando vieron aparecer el desfile de personajes herencia del arco anterior— que completan la trama y el empaque global al título. Y madre mía, es que no puedo sino envidiar a la gente que sí se ha hecho la ruta completa.

Historia

Las nuevas aventuras de la SSS se juegan igual que las anteriores

Trails to Azure continua varios meses después de los incidentes de Zero, con un grupo de investigación especial consistente en varias figuras importantes tanto de la policía de Crossbell —con Lloyd a la cabeza— y el bracer Arios McLane. Este grupo se forma para llevar a cabo una operación intentando capturar a dos fugitivos del primer juego —de los que no puedo decir nada para no romper la magia— y fracasando por la aparición de otro personaje herencia del primer título que… bueno, mejor me callo por aquí.

Pero de lo que si puedo hablar es de las mecánicas: si ya Zero cogía una buena base mejorándola de la originada en Trails in the Sky, Azure intenta pulir más aún la formula, pero siendo muy continuísta: si nos emboscan es probable que algunos de los personajes de reserva sean los que tengan que luchar en lugar de los titulares, cosa que tiene sentido si pensamos en el grupo como un todo donde nuestra vanguardia es la que lucha, y es algo que me ha hecho bastante gracia; el coche, que nos permite movernos mucho más rápido por el mundo y podremos personalizar; objetos que se desgastan, algo que detesto con todo mi alma y el modo burst donde, al entrar en ese estado durante el combate, tendremos destreza al máximo, podremos usar las habilidades físicas y mágicas sin coste y además se nos curarán los estados alterados. Un cambiabatallas, vamos.

Sin embargo, la mayor novedad del juego son los cuarzos maestros, que nos otorgan ventajas en combate como mayor ataque o defensa al principio de un combate. Estos suben de nivel, son únicos y solo pueden equiparse en la ranura dedicada a los cuarzos maestros, convirtiendose a partir de esta entrega en una mecánica recurrente dentro de la saga. En el resto de apartados —visual y sonoro— es seguir la estela de Zero también. El juego se ve igual que su precuela —que tampoco se veía muy diferente del arco de Trails in the Sky— y la música, eso si, es una maravilla absoluta. La saga tiene la buena costumbre de contar con bandas sonoras muy buenas, pero es que en especial los temas de los enemigos finales son completamente apoteósicos. El tema final es adrenalina en vena a base de rifs de guitarra y una batería que se está prendiendo fuego. Vaya maravilla.

Master Quartz

Parte de un todo

Me habría gustado hablar más de la trama de Azure, pero eso sería romper la magia de la saga Trails en sí. La magia de una franquicia donde TODOS los juegos están conectados. Me parece hasta gracioso pensar que de aquí a apenas unos meses tendremos Trails into Reverie, el punto intermedio de toda la saga según sus creadores —y décima entrada de la misma— y que, sin haber jugado a los anteriores, no pillaremos absolutamente nada. ¿Cómo lo se? Porque me estoy jugando, después de haber completado la duología de Crossbell, el primer Trails in the Sky. ¿Me está gustando? Mucho, porque ver a Estelle y a Joshua, protagonistas de este juego, en su contexto y siendo bracers inexpertos investigando la desaparición de su padre me parece muy tierno viniendo de donde vengo. Y eso, la verdad, es que me encanta.

Yo cometí el error de pensar que Zero sería una nueva saga y que las referencias a los títulos anteriores no me empañarían la experiencia, pero me equivoqué: si no conoces a Estelle y a Joshua, si no conoces a Cassius, a Oliver, a Kevin o al resto, te estás perdiendo gran parte de la experiencia, y ni siquiera el poder leer lo que ha pasado en Trails from Zero antes de jugar a Azure ayuda —el juego te permite leer un resumen en el menú principal de lo ocurrido en la precuela. Es como coger una saga de novelas como Nacidos de la bruma y empezar a leerte Aleación de ley, pero peor incluso. Aunque de la misma compañía, Trails no es Ys, donde aunque Adol sea el protagonista y se hagan referencias, cada historia es única e independiente prácticamente. Y para muestra, el próximamente lanzado en Switch Trails into Reverie, en palabras de un conocido experto de la saga, cierra tanto partes del arco de Crossbell como de la siguiente subsaga, Cold Steel e incluso toca elementos de Sky, todo para dejar el mundo listo para el arco actual de la franquicia: Kuro no Kiseki Trails in the Dark.

Pero a su vez, esto lo convierte en una experiencia que, aunque sea un poco duro para usuarios de la híbrida de Nintendo —solo Zero, Azure, Cold Steel 3, 4 y próximamente Reverie están en la consola—, aquellos que posean una PlayStation 4 o un PC pueden disfrutar de una saga maravillosa con todos los títulos unificados en la plataforma —eso sí, con un buen conocimiento de inglés o tirando de traducciones no oficiales. Una saga en la que quemar horas, en la que además, tener los juegos anteriores guardados —en el caso de Zero y Azure pasa, desconozco si hay algún otro— modifica algunas conversaciones e incluso añade un poco de trama y algunos eventos al total del juego.

Combate

En resumen

Yo lo reconozco: voy a puntuar Trails to Azure habiendo jugado SOLO Trails from Zero, así que no conozco todo el contexto. Me ha gustado, pero siento que he jugado a algo cuando no me tocaba. ¿Mi consejo? Meteos en esto como si buscarais quemaros las retinas en un viaje sin pausa a través de la que posiblemente sea la saga de jrpgs más larga interconectada que ha habido… y la más épica gracias a esto. Poco a poco, a lo largo de los próximos meses, mi objetivo es ponerme al día con la saga. Con TODA la saga. Me esperan nueve títulos de preparación hasta Trails into Reverie, un viaje de más de 300 horas que se que me voy a disfrutar como ya me estoy disfrutando y la que iré comentando, ahora sí, con spoilers, desde los mismos inicios.. Pero de momento… la nota para este juego que le doy es de [80].

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 × cuatro =