Trash Panic – Análisis PS3

Parecía que no llegaría a Europa, que se quedaría únicamente en la store japonesa pero al final no ha sido así. Gomibako, Trash Panic para los occidentales, es un juego de puzzles que se puede descargar desde la PlayStation Store. Es un título realmente atípico del que podría decirse, viendo las imágenes, que se trata de un clon de Tetris en el que se han sustituido las fichas por basura, en la aceptación más amplia del término, pero realmente no es así.

Trash Panic es un juego de puzzles que da una vuelta de tuerca al clásico concepto de agrupar y eliminar: en Tetris, líneas; en Lumines, polígonos; en Puzzle Bobble, burbujas. Trash Panic va un poco más allá y nos obligará a agrupar basura y eliminarla de la forma más ecológica posible.

El concepto en sí puede parecer sencillo, pero como se puede apreciar en cuanto te pones al mando, en la práctica no lo es tanto. Hay que cambiar el chip. De nada vale agrupar la basura en el fondo del cubo porque van a llegar elementos que por sí mismos ocupen prácticamente la totalidad de su superficie. Hay que agrupar y eliminar de forma eficiente. La teoría (y las 19 páginas de ayuda del tutorial) nos dicen que hay varios tipos de elementos que debemos saber combinar.

En primer lugar podemos dividir los materiales en combustibles (madera, papel, tejidos) y no combustibles (metal). Los elementos combustibles a su vez podemos dividirlos en limpios (papel, madera) y tóxicos (goma). A su vez podemos dividirlos los elementos en degradables (madera, comida) y no degradables (metales). Y mezclando todo eso tenemos que deshacernos, cual Tony Soprano, de la basura.

La principal seña de identidad de Trash Panic, de la que te das cuenta en el segundo nivel, es de su dificultad. De su elevada y atormentadora dificultad que crece misión a misión de forma exponencial. En una primera partida en el nivel normal, pasar la primera fase te puede llevar un par de intentos, cuatro la segunda, dieciséis la tercera… En total son cinco fases en el modo principal de juego y tres niveles de dificultad, quedando el difícil para aquellas brillantes mentes capaces de superar el juego en el modo normal.

En la modalidad principal de juego no se puede grabar partida. Si llevas tres horas intentando pasarte el cuarto nivel y estás a punto de cortarte las venas tras quince infructuosos intentos la próxima vez que juegues tendrás que empezar de cero. Podría parecer un inconveniente, pero realmente son sólo cinco niveles y basta con encontrar la clave en cada uno de ellos para saber cómo completarlo. Pero es que la clave es muy chiquitita, muy chiquitita y cada nimio error nos costará comenzar el nivel de nuevo.

El primer nivel sirve para conocer la mecánica; movemos los objetos, los dejamos caer o los tiramos con fuerza (un botón distinto para cada acción); si agitamos el mando podemos remover la basura. Los objetos pesados rompen los débiles; los objetos de plástico rebotan y si del contenedor de basura se escapan tres objetos debemos comenzar de nuevo esa pantalla. El impacto de varios objetos débiles de forma consecutiva puede provocar la ruptura de los materiales más resistentes… Que cuando ya las estamos pasando canutas llegará el final boss para fastidiarnos la tarea… Lo básico en el juego, vamos.

En el segundo nivel comienza a jugarse con el fuego: una cerilla prende el papel, este la madera… si cerramos el contenedor (con el botón L2) la temperatura aumenta y se puede llegar a prender objetos que parecían a prueba de fuego como ordenadores o microondas. En el tercer nivel hace acto de presencia el agua y las bolas de descomposición, la forma más ecológica de terminar con la basura. En el cuarto comenzamos a usar combustibles fósiles como el petróleo y en el quinto… Dios os pille confesados destruyendo campos de golf y plataformas marítimas…

Al finalizar cada nivel el juego valora nuestra limpieza a la hora de deshacernos de la basura: cómo de vacío ha quedado el cubo, la basura que se ha esparcido fuera, los Mottainai que hemos rescatado (figuras que no deben ser destruidas y que debemos conseguir que lleguen a la parte inferior del cubo para que puedan ser recogidas), el CO2 que hemos generado por la combustión de residuos y las bombas que han explotado (bombonas de butano, depósitos cerrados…). Conseguir una limpieza respetuosa con el medio ambiente proporcionará más puntos y nos permitirá acceder a recompensas como cubos con diferentes características. Pero si ya completar el juego en el nivel de dificultad normal es un logro importante, hacerlo sin quemar objetos contaminantes, sin que caigan cosas fuera y con el cubo vacío es una tarea sólo apta para mentes del nivel de Einstein y/o superiores.

Además del modo principal Trash Panic cuenta con un modo Misión en el que se nos obliga a cumplir ciertos requisitos o realizar determinadas tareas, un modo infinito en el que jugamos en uno de los cinco niveles tanto tiempo como queramos/ seamos capaces y un discreto y con pocos alicientes modo Versus en el que dos jugadores de forma local compiten por limpiar un cubo de basura de tamaño medio. La única función online disponible es la de los marcadores online.

Como conclusión podría decir que un servidor, que es un gran amante de los juegos tipo puzzle, ha estado enganchado un par de días a Trash Panic. No porque me gustara especialmente, sino porque no me podía creer que su nivel de dificultad fuera tan elevado y me auto exigía ver los cinco niveles disponibles. Es un título que desespera por su dificultad y que te obliga en cada escenario a utilizar una estrategia distinta y, además, ejecutarla a la perfección. Y eso para conseguir la peor puntuación. Algo bizarro, con cierta dosis de inteligencia pero que se aleja bastante de los Tetris o Lumines, más asequibles y divertidos para la mayoría del público. Sólo recomendable para mentes muy inquietas y con mucha, mucha paciencia.

Para finalizar, deciros que todos los vídeos que aparecen en el análisis los hemos grabado y subido a YouTube a través del propio juego. Es tan sencillo como pulsar el botón Select y pulsar R1 para comenzar a grabar y la misma combinación para terminar y subirlos automáticamente al servicio de vídeo online (es necesario estar registrados).